Última hora sobre la salud del presentador Jordi González: "Bastante crítica"

Salen a la luz nuevas informaciones

Jordi González.

Jordi González. / RTVE

Jorge López

Jorge López

La vida puede cambiar en un instante, y Jordi González lo sabe bien. El presentador catalán, de 62 años, lleva meses apartado de la televisión por un delicado problema de salud que comenzó a gestarse a principios de este año. Desde enero, su estado no ha dejado de preocupar, y este pasado fin de semana volvió a ausentarse de DCorazón, el programa que co-presentaba junto a Anne Igartiburu.

Todo empezó durante unas vacaciones en Colombia a finales de 2024. Lo que debía ser un descanso entre palmeras y tranquilidad se convirtió en un calvario. Jordi comenzó a sentirse mal: fiebre, dolor de garganta, molestias en la espalda y un malestar general que no desaparecía. En un intento de restar importancia al asunto, apareció en el programa mediante videollamada para asegurar que solo se trataba de un fuerte resfriado. Sin embargo, la realidad parecía ser mucho más seria.

A medida que pasaban las semanas, su estado no mejoraba. A día de hoy, González sigue sin regresar al trabajo, y la incertidumbre crece tanto entre los espectadores como en el entorno televisivo. Aunque no ha querido dar detalles concretos sobre su dolencia, algunas fuentes apuntan a que el cambio brusco de temperaturas entre el calor exterior y el uso intensivo de aires acondicionados podría haber desencadenado o agravado su situación.

Por ahora, el futuro profesional del presentador permanece en el aire, mientras sus seguidores esperan noticias esperanzadoras sobre su recuperación.

Hospitalización en Colombia y regreso complicado

El ingreso en Colombia subraya la seriedad del episodio. Estar hospitalizado en un país extranjero, especialmente cuando la situación es calificada de "bastante crítica", añade una capa de complejidad y angustia tanto para el paciente como para su entorno. Permaneció bajo cuidados médicos intensivos hasta que su condición se estabilizó. Este periodo, que abarcó varias semanas, fue crucial para su recuperación inicial y para garantizar que el traslado a España pudiera realizarse con las debidas garantías médicas, evidenciando que no se trataba de una dolencia menor.

La vuelta a casa, sin embargo, no significó el fin inmediato de sus problemas de salud. A pesar de haber recibido el alta para volar, Jordi González no estaba aún en condiciones de retomar su vida normal ni, por supuesto, su trabajo. Su recuperación requería una continuidad en la atención médica ya en territorio español. "Primero, tuvo que pasar por otro centro médico", indica la información publicada. Solo después de una nueva evaluación y asegurarse de que estaba lo suficientemente estable para continuar la convalecencia en su domicilio, "le dieron el alta" definitiva del hospital para finalizar la recuperación en casa.

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