Pocas personas podrían presentar 'Milá vs Milá', que regresa a Movistar Plus+ este lunes 30 de mayo (canal #0, 22.30 horas) con una segunda temporada. Y no solo porque el apellido de la presentadora, Mercedes Milá, figure en el título, sino porque quien lleva las riendas del programa de entrevistas es una periodista que vuelve a charlar con personajes a los que ya interrogó en televisión hasta cuatro décadas atrás. La conversación se convierte entonces no solo en un repaso de sus vidas, sino también en un reflejo de cómo ha cambiado nuestra sociedad en todo este tiempo. "Es un experimento que solo puedes hacer cuando eres mayor y tienes detrás décadas de una profesión tan bonita como la mía", explica la comunicadora.

A sus 71 años y con más de 3.000 entrevistas a sus espaldas, Milá se reencuentra en las nuevas entregas del programa con figuras como Mario Vargas Llosa, Pedro J. Ramírez, Ana Belén, Maribel Verdú, Miguel Ríos e Imanol Arias. Y con algunos aprovecha incluso para saldar cuentas pendientes, como con el exdirector de 'El Mundo', al que le recrimina: "Me lo hiciste pasar muy mal". "Poder hacer eso es una maravilla", asegura la periodista. "Yo tengo la oportunidad de decírselo y él, de explicarse o, por lo menos, de preguntar", se justifica esta periodista que afirma que "ser imprevisible es primordial en la televisión".

La curiosidad

Ella ha sufrido imprevistos en la pequeña pantalla (en míticas entrevistas como las de Paco Umbral y Camilo José Cela) y los ha provocado a partes iguales (como cuando se desnudó en 'Planeta Calleja'), porque nunca se ha mordido la lengua. "No sé lo que significa ser políticamente correcto. A mí lo que me guía es la curiosidad", subraya esta mujer que presentó grandes fenómenos televisivos como 'Queremos saber' y 'Gran hermano'.

Mercedes Milá y Ana Belén.

El último ejemplo lo ha dado hace poco en el 'FAQS' de TV-3, donde nada más llegar soltó, con sorna, que lo tachaban de haber sido un programa tendencioso durante el 'procés'. "Me invitaron a presentarlo un rato y recordé que me habían dicho que era un programa con una línea muy clara. Eso es imprevisible, no te esperas que lo digan en el plató. Pero nadie me dijo nada, lo aceptaron con toda normalidad y aquí paz y después gloria", rememora.

"Yo no hago más un programa en catalán"

Fue su regreso (efímero y solo por una noche) a la cadena catalana, donde presentó programas como 'Dilluns, dilluns' (1988). Pero no quiere repetir. "Yo no hago más un programa en catalán. Te vuelven loca, te exigen un nivel de perfección que yo no tengo. Yo soy una charnega", se justifica. "No creo que haya espacio para los charnegos en TV-3. Hay que ser mucho más puro para estar ahí", considera, no sin cierta pena.

"El drama de las televisiones es cuando caen en manos del gobierno de turno y la utilizan como una espada flamígera. Y eso es fatal porque haces de la empresa en cuestión un medio de comunicación al servicio de una ideología. Cuando estás dentro a lo mejor no te das cuenta, pero desde fuera se ve muy claro", subraya.

También tiene reproches para TVE-1, por no confiar suficientemente en programas de entrevistas como 'Las tres puertas' de María Casado. "El programa tenía una audiencia correcta, y lo que tienes que hacer es esperar y aguantar" explica Milá, toda una experta el género de la conversación.

El fenómeno William Levy

Con quien querría charlar ahora es con su adorado William Levy, el protagonista de la serie que la tiene enganchada "como si fuese un virus", 'Café con aroma de mujer' (Netflix). "La he visto dos veces. Es una serie que traslada un amor que trastoca a muchas personas y que está creando una fidelidad extraordinaria". Y lo dice con conocimiento de causa: "Mi hermano Lorenzo y mi cuñada Sagrario se reían de mí cuando les decía que la vieran y ahora ya están enganchados", confiesa.