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El 'caso Luna Ki': Eurovisión no prohíbe expresamente el uso del 'autotune'

La retirada de la artista catalana ha abierto un vivo debate sobre el empleo de la herramienta de distorsión vocal

Luna Ki, antes de su retirada del Benidorm Fest.

La ausencia en el Benidorm Fest de la artista barcelonesa Luna Ki, que tres días antes del inicio del certamen anunció que renunciaba a defender la canción ‘Voy a morir’ porque no se le permitía utilizar el ‘autotune’, ha abierto un debate sobre si las normas del festival de Eurovisión prohíben realmente el uso de esta herramienta de modificación vocal. Así parecía sugerirlo el comunicado que RTVE, ente organizador del Benidorm Fest, hizo público tras la retirada de Luna Ki, en el que se aseguraba que el ‘autotune’ había sido “desestimado por normativa europea” en el festival europeo de la canción. En realidad, no es exactamente así, aunque las reglas del certamen sí pueden interpretarse en ese sentido.

El prolijo reglamento que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha fijado para la celebración de Eurovisión hace constar que todas las canciones participantes “se interpretarán en vivo en el escenario con una pista de acompañamiento grabada”, y a continuación señala: “La pista de acompañamiento puede contener coros, pero no puede contener la voz principal, el doblaje principal ni cualquier otra voz que tenga el efecto de reemplazar o ayudar indebidamente a la voz principal durante la actuación en directo sobre el escenario”.

Este es el punto al que se acoge RTVE para proscribir el uso del ‘autotune’. Y, ciertamente, si el software creado por el geofísico Andy Hildebrand se utiliza, como se hace a menudo, para enmascarar y corregir errores de afinación en la interpretación vocal, puede afirmarse que Eurovisión lo prohíbe, puesto que es una herramienta que “ayuda indebidamente a la voz principal durante la actuación en directo”. Ahora bien, en muchas ocasiones (y a diferencia de lo que ocurre con otros ‘softwares’ como el Melodyne, que sí están centrados en la edición de sonidos a partir de las notas), el ‘autotune’ se emplea como recurso artístico para obtener una sonoridad determinada en la voz, y ahí sí es más cuestionable que no se permita su uso, del mismo modo que no se impide la presencia del ‘vocoder’ y otros instrumentos de distorsión vocal.

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