Pocas semanas después de su primera visita, Lely Céspedes ha vuelto a 'Sábado Deluxe' para someterse al polígrafo y dar algún que otro titular impactante. La noche empezaba fuerte, asegurando que ella había sido amante de Vicente Patuel mientras él estaba casado con Carmen Sevilla, una afirmación que el polígrafo ha verificado. Aún así ella ha querido matizar: "Yo no he tenido ninguna relación con él, no me he acostado con él, no han habido felaciones, no ha habido sexo, pero ha sido un infierno y todo el resto de mi vida me ha acompañado ese infierno. Se obsesionó conmigo de tal manera que me sentí cohibida de libertad".

Lely ha asegurado que la ayudaba económicamente siempre y cuando ella hiciera lo que le pedía: "Me montó un piso para que estuviera encerrada. Siempre he tenido la carga de mi familia y por aquel entonces estábamos en la ruina. Cuando empecé en el telecupón, como estábamos tantas horas aquí, le explicaba todos mis problemas a Agripina, y me dijo que tenía la solución, que el marido de Carmen Sevilla estaba obsesionado conmigo. Pero a mi me daba asco, tenía 19 años".

Esto se produjo mientras Patuel estaba con Carmen Sevilla: "Me dijo que quería esperar a que yo creciera, él tendría 62 años por aquel entonces. Monta un piso y me dice que puede ayudar a mi familia, que tiene mucho poder en la tele y que si no lo espero me hunde. Yo me sentía una mierda. La propuesta consistía en que poco a poco le iba a ir cogiendo cariño y él me esperaría para ser la mujer de su vida. Me dijo que si accedía a estar con él íntimamente, tendría de todo. Me puso un detective privado para que solo pudiera ir los fines de semana al bingo con Agripina, esa era mi única salida. Me dijo que no podía salir del piso".

Céspedes aseguró que no guarda buenos recuerdos de esa época: "Sufrí muchas vejaciones, le tenía que dar las bragas y tenía que embotellar los líquidos de mi cuerpo. Quedábamos entre Málaga y Ciudad Real, pero ni siquiera he dormido con él al lado. Yo tenía que ir al servicio y le llenaba los botes de pis, y él a cambio me daba dinero, con el que yo hago una empresa familiar de salmón ahumado, pero siguió detrás de mi. Luego estuvo con otras mujeres, con una alemana, y me llamaba y me decía 'mira la casa que le he comprado'".

Pero la declaración más impactante de todas no llegó hasta el final de sus declaraciones: "Él se bebía las botellas de pis mías, decía que le regeneraban todo el cuerpo porque era bueno de una chica tan joven. Una vez vi cómo se lo bebía".