Además de ser, junto a Es Caballet, una de las dos únicas playas ibicencas consideradas oficialmente nudistas, su mayor peculiaridad es su emplazamiento al pie de un escarpado acantilado, que la ha mantenido a salvo de ser urbanizada.

Desde ella hay una hermosa panorámica de Punta Grossa y la isla de Tagomago, además de una constelación de pequeños islotes y escollos cercanos a la orilla, a los que hay que prestar mucha atención porque el habitual oleaje impide a veces verlos con claridad.

Descripción

Tiene unas dimensiones de 300 metros de longitud y una anchura media de 10 metros. Está formada por arenas de grano medio y color tostado. Es una playa muy abierta y expuesta a frecuentes vientos del este, causantes de su fuerte oleaje.

Debido a su orientación y los acantilados bajo los que se halla la sombra aparece mucho antes que en otras, por lo que es recomendable ir a primera hora del día.

Sus fondos son arenosos y poco profundos, pero tiene zonas rocosas dispersas.

Accesos

Se llega desde Sant Carles por la carretera PM-810. También hay un autobús que lleva hasta ella.

Servicios

Chiringuito, restaurante, hamacas, sombrillas, duchas gratuitas.