Entrevista | Raúl Rubiales/ Raule Cantante
Raule: "En el escenario soy yo mismo. No son palabras de artista, son palabras de la calle"
Raule, músico, compositor y cantante, originario de Jerez de la Frontera, vuelve a Ibiza por segunda vez con su gira 'Dopamina', y actuará el 10 de julio en Las Dalias Live Music.

El cantante posando con motivo de su nueva gira. / Agencia La Cultura a Escena
Ines Giraud
La música del artista andaluz combina flamenco, pop y funk. Se hizo famoso durante la pandemia en 2020 con su canción 'La habitación prohibida', que superó cinco millones de visualizaciones. Desde entonces, el cantante ha sacado dos discos, muchos temas y se ha llevado tres discos de oro.
¿Crea mejor en entornos más íntimos?
Sí, donde mejor compongo es en mi casa. Lo que pasa es que si me montaba el estudio en mi hogar pues no salgo, no sociabilizo. Estuve unos cuantos años así y eso al final no es vida. Entonces terminé haciéndome el estudio fuera, así también me hacía salir. He encontrado un sitio increíble donde puedo ser yo. Me siento un poco extraño en otros estudios porque tengo mis manías, mis historias. Me es mucho más cómodo trabajar con mis máquinas, con mis guitarras, con mis instrumentos.
Actuó en Ibiza en agosto de 2023 ¿qué le pareció?
Increíble. Era la primera vez que pisaba Ibiza.Y que fuera a hacer aquí lo que mejor hago fue una experiencia increíble. Mira que siempre he tenido amigos que me dicen: ‘vente a la isla un fin de semana’, como todo el mundo. Pero bueno, no soy tampoco mucho de salir y venden una historia al exterior, sobre fiestas, borracheras... Esta parte no me llamaba la atención. Pero, por lo que me he dado cuenta, no es solo eso. Eso puede ser, no sé, un 40% para mí. Conocí la otra Ibiza, tranquila, más hipilona, más a mi personalidad y me encantó. Quedé prendado. No es solo la fiesta; es preciosa. Y hay que saber conocer la isla. Yo tuve la suerte de tener gente de allí que me enseñó y flipé en colores. Lo demás es precioso y tenéis allí una cosa que mucha gente quisiera tener cerca.
¿Tiene alguna ciudad predilecta para actuar?
Bueno, como todo el mundo, donde más me apetece tocar es cerca de mi casa, porque puede venir a verme mi familia, mis amigos... Pero es verdad que me tienen mucho cariño en muchos sitios, así que cuesta elegir, decidir cuando termina la gira cuál es el concierto en el que mejor me lo he pasado. Me quedaría con casi todos los conciertos, porque la gente que viene, viene a verme... No está aquí para tomarse una copa y da la casualidad de que yo canto, como pasaba cuando empezamos en la música. Está ahí abajo, entre el público, sabe quién soy, se sabe mis canciones. Y eso es el mejor regalo que me pueden hacer. Así que me da igual dónde sea mientras que la gente sea así.
Contó en una entrevista que se había dejado el arsenal en su último álbum. ¿A qué se refiere?
Dejarse el arsenal es no descansar. Ahora mismo no estoy pensando en el mes que viene, estoy pensando en el año que viene. Lo que estamos haciendo ahora lo pensamos el año pasado. Bueno, todo el arsenal lo digo porque fui padre en 2022, estaba escribiendo un disco entero y mi mujer trabajaba... Imagínate, con un niño de meses solo en casa y con la guitarra componiendo. Puse todo mi corazón, todo el tiempo que me dejaba la vida para ese disco. Escribí todo lo que sentía. Me hizo mejor persona y creo que lo saqué todo para afuera.
¿Le resultó fácil volver a encontrar la inspiración?
Llega un momento que te quedas tan seco que dices: ‘No voy a volver a escribir una canción en mi vida. Ya lo he contado todo’. Pero va pasando el tiempo y te das cuenta: ‘Ah, no, coño, ¡que tengo más cosas que contar!’ Vas sociabilizando, hablando con uno, con otro que te cuenta su historia, ves que también te ha pasado a ti y crees que puede ser una buena canción. Vas recargando la batería hasta que tienes barras que soltar. Es increíble, cuando terminas un disco o una gira, te tienes que reinventar.
¿Le parece importante innovar?
Veo muchos artistas que se pegan unos cuantos años haciendo el mismo show, las mismas canciones... Yo soy un culo inquieto y si el año pasado vine con esto, no puedo volver con lo mismo. Siempre intentamos reinventar, cambiando luces o la forma de cantar las canciones... Tengo la suerte de que mis fans no solamente me vienen a ver una vez, sino que me llaman y me dicen: ‘Tengo ya la entrada de Sevilla, de Málaga, de Ibiza y de Madrid’, y yo digo ‘Pero ¿por qué no te vienes a dos y te esperas para el año que viene para ver otro?’. Teniendo gente que te quiere tanto, tienes que dar algo bonito, que diga ‘Tío, cada año te superas más’, y esas son las frases que terminas escuchando.
Sus singles de 2025, ‘Ninfómano’, ‘Dopamina’ y ‘Muero Contigo’ destacan intensidad.
Escribí estas canciones a mi mujer, Alba. Llevamos 13 años juntos, mi hijo tiene tres años, las tres canciones de este disco eran por cada año que Avi cumplió. Alba se merece no 12, se merece veinticinco mil canciones. Casi todas las canciones que hablan de amor y de una chica, son para ella. Me sigue dando frases, cada año estamos mejor. Me apetecía contarlo. Muchas veces la gente me dice ‘Raúl ya nos hemos enterado de que estás muy enamorado, pero a ver si sacas alguna canción para los que no lo estamos, tío, por favor te lo pido, que es que me hunde en la mierda cada vez que escucho una canción y veo lo bien que te va’. Eran esos tres regalos que tenía que hacer a Alba, porque han sido tres años intensos de giras. Ella ha dejado todo para que pudiera cumplir mi sueño y me voy a acordar hasta que me muera.
¿Cómo escribió su primer éxito?
Yo intentaba adivinar dónde estaba el huevo de oro. Buscando una canción comercial, pensando: ‘En algún momento algo haré’. Ya empecé a estar cansado y arrepentido, pensaba en dejar la música. Al final, la canción que me transportó al éxito la escribí siendo yo mismo, y ahí fue cuando me conecté con el público. ‘Habitación prohibida’ es una canción de desamor, inspirada en mi hermano, sobre alguien que le mete los cuernos a otra persona y piensa en los años que ha estado con ella. El primer día que sacamos la canción tuvo dos mil visitas, y ya al sexto día, ciento cincuenta mil. Hostia ¿Qué coño ha pasado aquí? En menos de un mes, un millón de visitas. Para nosotros, con un canal de seis mil seguidores, eso era una locura.
¿Eso le impulsó a seguir creando?
Con las regalías que nos dejó YouTube, unos dos mil euros, grabamos otra canción, ‘Yo quiero una vida contigo’, y volvió a pasar lo mismo . Y te vuelves un poco loco porque dices, tío, si hace dos meses a mí no me escuchaba ni el tato. Volvimos a sacar una que no tenía nada que ver con el flamenco, ni con la bulería, ni con todo lo que habíamos sacado antes, y volvió a pasar, y dijimos, aquí hay que ponerse serio. Dejo el curro y me pongo súper serio en casa, componiendo en plan friki total.

Raule durante una sesión de fotos. / Agencia La Cultura a Escena
¿A qué se dedicó antes de conocer el éxito?
Mi padre era carpintero y estuve trabajando con él hasta los 18 años. Tenía ahorrados trescientos euros y le dije: ‘Papá, me voy a Madrid a buscarme la vida’. Me dijo: ‘Tú estás loco’. Creía que tenía una millonada guardada. Cuando llegué a Madrid los trescientos euros me duraron menos de una semana. Las lágrimas que me caían por la cara: ‘Hostia, que le voy a tener que dar la razón a mi padre'. Allí malviví, compartiendo pisos, haciendo nuestro trapicheo para poder comer, comiendo pasta por la mañana, por la tarde, por la noche… El único dinero que teníamos era para ir a los estudios, en el metro, y hacer colaboraciones con mucha gente. Estuve allí subsistiendo un año, hasta que ya me cansé de Madrid y me baje para mi casa.
¿Qué pasó a continuación?
Después vino el covid, no había curro, mi padre ya se había jubilado, y un colega me dijo: ‘Tío, tengo un trabajo para ti. ¿Quieres montar hidra-acondicionados industriales en la base de Rota?’. Le digo, claro, yo no he montado una puta mierda en mi vid, peroo tengo que llenar la nevera. Entramos en la base de Rota y me hundí en la mierda: no podía hacer música por la pandemia, y pensé, ‘Hostia, se me ha ido toda mi vida al carajo’. Tres meses después salió ‘Habitación prohibida’, y lo dejé. Le dije: ‘Gracias tío por esa oportunidad, pero creo que ya se están abriendo las puertas. Estás dando la cara por mí, y hago lo que puedo, pero no sé montar hidra-acondicionados, hermano’. Mira que yo soy manitas, pero estaba agobiado, pensando todo el día en canciones, grabando con mi teléfono, apuntando letras… Sabía que esto iba a ser un puente hasta algo mejor.
Su socio, Pakito Castro, es de Jerez de la Frontera también, ¿cómo se conocieron?
Cuando nos conocimos le caí fatal. Tenía en aquel entonces una novieta que le vendió la moto muy mal de mí. Por eso no me tragaba, hasta que acertamos en un escenario. Él tocaba la guitarra, teníamos 16 años. Estuve con él 10 minutos y le conté que ya no seguía con esa mujer, que era una loca... Hicimos ahí un tándem de puta madre. Desde entonces, compongo con Pakito. Hago las canciones y Pako es mi Angelito que llevo en el hombro. Le pregunto, tío ¿cómo ves esto? Tío, pues está muy bien. Vamos a cambiar la armonía. Es bueno tener gente que sabes que no te va a mentir, no te va a robar. Cuando yo no tenía pasta la ponía él y viceversa. Íbamos a los sitios: ¿Cuánto tenemos? 50 yo, 50 tú,100 pavos para salir. Éramos como un matrimonio hetero.
¿Cómo empezó a interesarse por la música? ¿Era muy presente en su barrio?
En mi barrio, por supuesto. Mi padre era carpintero, me hizo un cajón y empecé a tocar. Al principio fatal. Después aprendí poco a poco y con seis, siete años tenía algo de soniquete. Por cada metro cuadrado había alguien tocando las palmas, cantando, y me molaba. Los chavales de mi barrio hicimos un grupillo. Íbamos a verbenas a cantar. Iba tocando el cajón y, con ocho años, era el director de banda. Decía todo el mundo ¿Pero cómo va a ser este crío el director de banda? Y mis compañeros decían: ‘Pero es el que más entiende de música’.
Además de la calle, ¿había otras formas de acceder a la música?
Me buscaba mis canciones comprando CD, grabándolas, pasándoles las cintas a los chavales. También estuve en un colegio donde se celebraba la música el día de Santa Cecilia. Allí la música se valoraba un montón. Era un colegio pijillo al principio, pero cuando entró la ESO vinieron todos los flamenquitos de Jerez. Fue lo mejor que me pudo pasar: conocí músicas que no conocía gracias a ellos, que me hicieron quien soy hoy. Muy buenas conexiones.
¿Cómo empezó a cantar?
Cantar no era mi fuerte, pero un día se puso un chaval malo en el grupillo del barrio. Entonces era en plan, ‘Raúl, ¿y ahora quién canta esto?’. Como yo era el director, dije: ‘Venga, yo mismo, ya está’. Yo no había cantado en mi vida. Me escucharon y me miraron todos como diciendo: ‘Pero tío, y eso?’.Y ahí fue cuando despertaron en mí miles de propósitos en la vida, estilo ‘Hostia, tengo una herramienta más’. La vida me ha ido sorprendiendo tanto en lo malo como en lo bueno. Más en lo bueno que en lo malo. Lo malo, pues evidentemente son las cosas que te va enseñando.
En 2025 va a actuar en 25 ciudades. ¿Prefieres la fase de composición o la fase de gira?
A mí me encantan los conciertos; en el escenario soy yo mismo. Todo el mundo me lo dice: ‘Tío, cuando te pones a hablar, parece que estoy hablando con mi colega’. No son palabras de artista, son palabras de la calle. Pero donde más feliz soy es con mi guitarra, en mi casa, con un cuaderno y un boli. Necesito soledad para componer. Está muy guay, pero llega un momento que dices, ‘tío, necesito gente, porque me voy a quedar para allá’. Y después, lo guay de la música es que te pegas seis meses tocando y seis meses componiendo. Yo más o menos lo suelo hacer así. No puedo estar componiendo mientras estoy de gira, porque tengo la cabeza en la gira.
¿Qué artistas le inspiraron para tener el estilo que tiene hoy?
Bueno, me he criado con La Barbería del Sur, con Ketama, José el Francés... Después tuve mi rinconcito de hip hop, de rapero, me encanta el reggae: ToteKing, SFDK, Residente de Calle 13 y Jorge Drexler. No es por la música ni por nada, es por cómo escriben.
¿Qué proyectos tiene?
Vamos a ir sacando temas y a terminar de cerrar este disco. También tengo más cosas en la cabeza: escribir un libro, alguna novela o hacer un par de cameos en alguna serie. Son cosas que siempre uno tiene en la cabeza revoloteando, y que antes de morirme me encantaría hacer.
Suscríbete para seguir leyendo
- Ayuntamiento de Ibiza: 'No podemos estar cada dos meses desalojando, hay que buscar una solución entre todos
- Varapalo judicial a Sant Antoni: una sentencia ordena que cierre el aparcamiento de ses Variades en tres meses
- Intervenida una lujosa finca de 90.000 metros en Ibiza a una red de blanqueo de dinero del narcotráfico
- Desalojan el asentamiento chabolista de es Gorg, en Ibiza
- ¿Cuándo lloverá y bajarán las temperaturas en Ibiza?
- El cuerpo aparecido en Santa Eulària es de un residente en Ibiza
- El cadáver aparecido en Santa Eulària tenía heridas en su cuerpo: la Guardia Civil lo investiga
- El Ayuntamiento de Santa Eulària fija la fecha para el desalojo de Can Rova 2