La magia gastronómica vuelve estos días a Formentera con la apertura de Quimera, un restaurante que se ha ganado el respeto de sus comensales desde que abrió sus puertas hace cuatro años. Fue entonces cuando nació este nuevo concepto gastronómico que el año pasado conquistó a los inspectores de la Guía Repsol, quienes le otorgaron su primer sol. Este 2021, Quimera continúa brillando y arranca esta temporada con la intención de ofrecer un verano único.

La chef posa con el Sol Repsol, que renueva este año. |

La chef Ana Jiménez, que logró en 2014 su primera estrella Michelin, continúa al frente de sus cocinas desarrollando una gastronomía de vanguardia donde el Mediterráneo es el hilo conductor. «Siempre buscamos la vanguardia con el objetivo de sorprender, pero sin dejar atrás las raíces de una cultura ligada a la tierra y al mar», explican desde Quimera.

Productos frescos que llegan del propio huerto. |

El restaurante tiene un vínculo muy definido con el entorno, en todos los sentidos. Las raíces culinarias se aprecian en las elaboraciones, pero también en el uso de materias primas de kilómetro cero, entre las que se encuentran las frutas, verduras y hortalizas del huerto propio. Frescura, naturalidad y proximidad van directos al plato en el restaurante Quimera.

El verano sabe mejor en Quimera, donde los clientes pueden encontrar dos espacios: uno más informal, donde deleitarse con tapas y raciones para compartir y deliciosos cócteles (abren mañana domingo), y la zona de restaurante (inicia la temporada el 3 de junio), donde sumergirse en esa vanguardia culinaria capitaneada por Ana Jiménez.

La puesta de sol tiene un nombre este año en Formentera: Quimera. En su área de coctelería y tapas, es posible divisar un impresionante atardecer que contará con música en vivo para redondear la experiencia. Nadie queda indiferente ante las vistas a s’Estany des Peix, en la Savina.

En definitiva, el restaurante Quimera es un lugar único para sorprender a la pareja, para reunirse con amigos o con la familia. Noches inolvidables en las que los comensales despiertan sus sentidos sintiéndose como en casa.