El Hotel Rural Can Curreu, ubicado en el corazón de Sant Carles, es el lugar ideal para desconectar del ajetreado ritmo del invierno y disfrutar de unas vacaciones en un enclave mágico, donde los únicos sonidos que acompañan a los asistentes son el canto de los pájaros, el murmullo del agua y, tal vez, el sonido del corcho de una deliciosa botella de champagne.

Un lugar donde perderse, rodeado de naturaleza y de tranquilidad, y donde dejar a atrás las preocupaciones mientras las aguas termales del exclusivo Spa le sumergen en un estado de paz y serenidad. La casa original del hotel data de hace doscientos años y se ha ido reformando convirtiéndose en lo que es ahora, un auténtico paraíso del descanso donde el color blanco de las paredes se funde con el verde del campo respetando la tradición ibicenca.

El recinto ofrece todo tipo de servicios para hacer de su estancia una experiencia inolvidable.

Además, de la mano del hotel rural surge el restaurante Estel, ubicado en Santa Eulària, un lugar frente al mar creado para fusionar la gastronomía de autor con las recetas más tradicionales, donde los productos más frescos dan la bienvenida a los clientes entre exquisitos cócteles y un servicio impecable.