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Por qué deberías usar un corcho para que la carne o el pulpo queden tiernos

Cocineros, algunos chefs de la vieja escuela y carniceros como Mariano Sánchez lo recomiendan especialmente para preparaciones largas

Por qué poner un corcho al cocinar

Por qué poner un corcho al cocinar

Jorge López

Jorge López

En el mundo de la cocina, los trucos caseros han pasado de generación en generación como pequeños secretos que marcan la diferencia entre un plato correcto y uno memorable. Desde colocar una hoja de laurel en las legumbres para mejorar su digestión hasta añadir una pizca de azúcar al tomate para equilibrar la acidez, cada familia guarda sus propias fórmulas transmitidas por la experiencia y la tradición.

Entre esos trucos curiosos y efectivos destaca uno que suele sorprender a quien lo escucha por primera vez: el ‘truco del corcho’. Se trata de introducir en la olla, junto con la carne o el pulpo, un corcho limpio de una botella de vino mientras se cuecen. Según la tradición, este pequeño gesto contribuye a ablandar las fibras de la carne y lograr una textura más tierna.

Cocineros, algunos chefs de la vieja escuela y carniceros como Mariano Sánchez lo recomiendan especialmente para preparaciones largas, como la ternera guisada o el clásico pulpo a feira.

Se dice que el origen de esta técnica se atribuye a la cocina popular gallega y portuguesa, donde el pulpo forma parte esencial del recetario. Antiguamente, cuando no se disponía de termómetros ni técnicas precisas de cocción, el corcho servía como ayuda empírica: se creía que cuando el corcho flotaba y se ablandaba, el pulpo estaba en su punto justo.

Con el tiempo, se descubrió que algunos compuestos naturales del corcho, como los taninos, podrían influir en la suavidad del producto, aunque el efecto sigue siendo más anecdótico que científico.

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