Un chiringuito de toda la vida

En Ibiza, donde los beach clubs suelen ser la norma, Vive Beach ofrece algo diferente: un chiringuito que recupera la esencia de los bares tradicionales de playa. Situado en la playa de es Viver, entre la playa de ses Figueretes y Platja d’en Bossa, Vive Beach es un refugio para los ibicencos y residentes que quieren disfrutar de la playa en un ambiente familiar y accesible.

La ubicación de Vive Beach es inmejorable. La playa de es Viver, cuyo nombre oficial es Plageta de sa Punta, ha experimentado una transformación notable en los últimos dos años. Esta playa urbana se ha convertido en un extenso arenal de aguas cristalinas y poca profundidad, ideal para familias y personas de todas las edades. La zona está perfectamente balizada, lo que asegura un entorno seguro para el baño y otras actividades.

Vive Beach es un punto de encuentro perfecto para quienes buscan relajarse junto al mar sin alejarse demasiado de las comodidades urbanas.

A primera vista, Vive Beach destaca por su diseño moderno sin renunciar a la esencia de un chiringuito tradicional. La madera es el material predominante en la construcción y decoración del local para crear un ambiente acogedor.

Un lugar para los locales

El objetivo de Vive Beach es claro: ser un chiringuito para los locales. En un mercado saturado de exclusividad, este establecimiento ofrece precios populares que hacen que ir a la playa sea asequible. Desde una caña de cerveza por tres euros hasta el alquiler de hamacas y sombrillas por seis euros al día por elemento. Y, a partir de las 16 horas, el alquiler de hamacas tiene un 50 % de descuento.

Además, el menú de Vive Beach está diseñado para satisfacer todos los gustos. Ofrece una variedad de platos combinados, bocadillos, hamburguesas, ensaladas y snacks ligeros que complementan perfectamente una jornada de playa.

Lejos del concepto de beach club, Vive Beach apuesta por un modelo de negocio que valora la cercanía y el buen servicio. Abierto todos los días desde las 10 horas y hasta la medianoche, este chiringuito se propone estar disponible al menos nueve meses al año.

El equipo está compuesto por jóvenes que se esmeran en ofrecer un servicio agradable y cercano. Los clientes son tratados como parte de la familia, algo que ayuda a crear un ambiente de camaradería difícil de encontrar en otros establecimientos de la isla.