Los días soleados en la playa y el calor del verano ya han quedado atrás. Con el cambio de estación y la llegada de las lluvias y el frío nuestro día a día cambia y con él nuestra dieta. Y es que, las ensaladas ligeras que tanto nos refrescan en verano ya no son un plato tan apetecible cuando bajan las temperaturas y el cuerpo nos pide algo más contundente.

Entre las muchas opciones típicas de estas fechas, en este artículo vamos a apuntar una receta de la abuela deliciosa para preparar un dulce de membrillo. Esta fruta de otoño se sirve de diferentes maneras, como postre, en bocadillo, acompañado de queso o como acompañante de otros platos.

Pero, además de ser un plato con un excelente sabor, el fruto del membrillo posee diversas cualidades beneficiosas para la salud de nuestro organismo. Por un lado, aporta una gran cantidad de fibra y potasio, pero también, es rico en pectinas, una sustancia que ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre. Bien es cierto que el alto contenido en azúcar de esta receta no es saludable. Por ello, tenemos que vigilar la cantidad que comemos.

Ingredientes

  • 2kg de membrillos
  • 2 litros de agua
  • 800 gramos de azúcar
  • Zumo de medio limón

Elaboración

Para cocinar esta receta, pondremos dos litros de agua a hervir en una cazuela y pelaremos y partiremos los membrillos en pequeños trozos. Se debe retirar el corazón y las pepitas. Una vez tengamos todo cortado, lo colocaremos en una fuente con el zumo de limón y pondremos a hervir durante unos 25 o 30 minutos.

Una vez transcurrido este tiempo y tengamos todo cocido, trituraremos con la batidora hasta que nos quede un puré fino. Añadiremos el azúcar y lo dejaremos cociendo en una cazuela durante otros 20 o 30 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Una vez se haya vuelto espeso y haya cambiado de color lo tendremos listo.

Será entonces el momento de verter el dulce de membrillo en un molde y de dejarlo enfriar.

A la hora de servirlo, lo podremos acompañar con queso fresco u otros tipos de queso o con una galleta. También el pan puede ser un gran acompañante.