Con la llegada del verano y las eolas de calor, muchos introducimos en nuestra alimentación productos que nos ayuden a refrescarnos. A la tradicional opción de comer fruta fresca se une la posibilidad algo menos sana de los helados. Pero en ocasiones, estas dos opciones pueden 'fusionarse' a través de los granizados.

Los granizados pueden prepararse en casa de una manera sencilla, con apenas unos pocos ingredientes y unas simples pautas que tener en cuenta. Si sigues los siguientes consejos, podrás tener tu propio granizado en casa en unos pocos minutos, e incluso hacerlo lo más sano posible.

Granizados caseros. Shutterstock

Recetas

  1. Trocea (sin retirar la piel) la fruta con la que quieres dar el sabor al granizado y métela al congelador (si logras que los pedazos no se toquen entre sí evitarás que se te forme un bloque demasiado grande). Cuando esté congelada, pásala a una batidora, añade agua fría, un poco de azúcar (no te excedas si quieres que sea sano) y, si lo deseas, algo de zumo (puede incluso ser de otro sabor) para dar otro matiz al sabor. Tritura hasta obtener la textura deseada y sirve inmediatamente.
  2. Exprime la fruta deseada y obtén zumo. Introduce cubitos de hielo en la batidora, junto con el zumo y un poco de azúcar, pícalo hasta obtener la consistencia deseada y ya estará listo para consumir.
  3. Exprime la fruta y congela el zumo resultante. Introduce directamente el zumo congelado en la batidora. Esta opción, que dará un sabor más intenso al resultado, es perfecta para granizados de naranja o de limón.
  4. Para granizados de café, té o refrescos de cola, congela directamente este líquido y pica la mezcla resultante hasta obtener la textura deseada.

Una persona come un granizado. Shutterstock

Los granizados pueden ser de muy diversos sabores: desde los clásicos cítricos (limón, naranja...) hasta otras frutas (sandía, mango...) pasando por las infusiones (café, té rojo, té verde...) u otras propuestas más originales (cola, piruleta...)