Podría tratarse de una de las puertas traseras del Hotel Hard Rock Ibiza si no fuera porque, al abrirla, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Al traspasarla, una azafata de vuelo guía a doce personas hasta un ascensor montacargas que vibra al ritmo de los Ramones y su ‘Hey, ho, let’s go’. El acceso desemboca en una sala repleta de espejos presidida por una gran mesa donde un haz proyecta el nombre de cada comensal. «No intenten contar lo que van a vivir esta noche porque nadie les va a creer», anuncia Gabrielle, la maestra de ceremonias. Acto seguido, descienden botellas de champagne Perrier Jouët del cielo para dar comienzo a una noche inolvidable.

Tartar de atún dentro de un pez globo. Marisol Plaza Sánchez

Sublimotion es un espéctaculo multisensorial que solo se entiende al vivirlo. Platos que descienden del techo en forma de pez globo como si el comensal estuviera dentro del mar, gafas de realidad virtual que permiten sobrevolar todo tipo de paisajes y shows espectaculares en vivo, con todo tipo de detalles cuidados al máximo, hacen que este restaurante, cuyo precio ronda los 1.800 euros y es el más caro del mundo, se convierta en una especie de ‘Circo del Sol’ gastronómico. Al frente, el chef Paco Roncero, que cuenta con dos estrellas Michelin y tres Soles Repsol.

Los espejos protagonizan la sala de Sublimotion.

La habitación infinita

A lo largo de la cita gastronómica, la mesa se transforma en un espectáculo de luces y colores. Además, los comensales cambian de mesa, sin saber cómo en algunas ocasiones. En palabras del fundador y director creativo, Eduardo Gonzáles: «La exigencia de nuestro público nos obliga siempre a arriesgar y a estar a la vanguardia tecno escénica. Esta temporada vamos un paso más allá, transformando nuestra cápsula tecnológica en una habitación infinita donde la experiencia del cliente no tenga límites. «Un menú completamente renovado y adaptado a formatos tan innovadores como el nuevo ‘caleido-plato’, un soporte único creado para disfrutar de la belleza de una composición gastronómica desde la primera a la última cucharada, algo inexistente hasta la fecha que estoy convencido de que seguirá creando tendencia».

Los comensales comen en el fondo del mar.

Sublimotion, galardonado como el restaurante más innovador y tecnológico del mundo, permite visitar una decena de espacios y lugares diferentes sin moverse de la silla y disfrutar de una combinación de música, luz, proyecciones y escenarios sorprendentes.

Al entrar en la sala, un haz de luz proyecta en la mesa de porcelana el nombre de los comensales.

Todo pensado para potenciar la sensación de placer del comensal. Otros de los avances de esta nueva temporada es la oportunidad de comer en el metaverso. Poder disfrutar de alta gastronomía real dentro de un universo virtual, algo en lo que el equipo técnico y creativo de Sublimotion lleva trabajando más de seis años y que es ya una de las claves del éxito de este innovador espectáculo gastronómico y sensorial.

Vuelo sorpresa

Una de las cosas que más llama la atención de los comensales que acuden al restaurante más caro del mundo es la cantidad de espacios e incluso países que llegan a visitar en menos de cuatro horas. Los clientes viajan en una aerolínea cuando la sala se convierte en un avión con destino desconocido con un menú, esta vez de altura, compuesto por mero negro a la brasa con mantequilla blanca de cítricos y anisados.

El precio por cubierto de este restaurante, el más caro del mundo, ronda los 1.800 euros

A esto se le suma un caldo templado de crustáceos con crema de cebolleta asada, ostras salteadas acompañadas de crema de coliflor con toques marinos. El vuelo aterriza en esta temporada en Sao Paulo, donde los comensales pueden disfrutar de los sabores típicos de Brasil, como la caipirinha.

Del mar al infierno

Otro de los escenarios que pone los pelos de punta es el descenso hasta los infiernos a través de un plato de carne de primera calidad. La temperatura aumenta como si se tratase del mismo Averno. Además, los olores se potencian en este escenario para hacer hincapié en esta sensación de descender al infierno. A lo largo de la cena, Sublimotion juega con los olores tan solo en cuatro escenarios , «para que no se mezclen los olores», detalla el director creativo.

«La exigencia de nuestro público nos obliga siempre a arriesgar»

La experiencia finaliza con un grafiti por parte de los camareros que se convierte, minutos después, en el postre de los doce comensales. Y es que la colaboración con el artista español Antonyo Marest, uno de los referentes mundiales del arte urbano, es otra de las novedades para este año. El equipo de Sublimotion ha trabajado con el artista para combinar arte, gastronomía, diseño, música y coreografía, recreando uno de los momentos más sorprendentes de este performance. En esta edición, el restaurante apuesta por la vainilla para el broche final.

Sublimotion es el restaurante más innovador y tecnológico del mundo

En el último escenario el restaurante se convierte en una discoteca y cada comensal en un dj, que puede disfrutar de un buen cóctel en forma de tetris para poner fin a una noche para el recuerdo.

Sublimotion, tras una temporada de invierno de gran éxito en Dubai, en el hotel Mandarin Oriental Jumeira, quiere seguir expandiéndose por el mundo, según detalla Gonzales.

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