Xavi Alba es director del espacio gastronómico Cova Santa. Con una amplia experiencia, antes fue director de operaciones de los restaurantes de elBarri, galardonados con 4 estrellas Michelin. Tras una década como responsable de hospitality de los restaurantes de Albert Adria, el objetivo de Xavi Alba es posicionar a Cova Santa entre los destinos gastronómicos más sorprendentes y exclusivos del panorama nacional e internacional.

¿Cómo va el reto de conseguir poner en el mapa a Cova Santa como destino gastronómico?

Es pronto para lograrlo, porque se ha abierto hace un mes aproximadamente. Lo que sí puedo decir es que la respuesta es increíble. La gente se sorprende cuando llega a un lugar que simpre ha sido de fiesta y ve que ahora es también un restaurante. Los clientes han empezado a ir a Cova Santa por la oferta gastronómica. Desde que arrancamos el restaurante está lleno.

¿Qué tiene Cova Santa que no tenga otro lugar?

No hay nada igual en otro sitio. Es emblemático, único... El espacio enamora, te habla. Cuando me llamaron para el proyecto lo ví claro. Lo he podido adaptar perfectamente y creo que le he dado un poco más de alma con la decoración y la vegetación que hemos incluido.

¿Cómo es la carta?

Es sencilla, sutil, étnica, pensada para mucha gente, no es muy técnica pero sí puedo decir que potencia los sabores y se adapta al espacio. Tenemos platos peruanos, brasileños, españoles, muy frescos con toques internacionales, ideales para mezclar con la música.

Los cócteles también tienen una gran importancia.

Por supuesto, además de a cenar, viene mucha gente a tomarse un buen cóctel de autor, acompañado de un snack y pasar la noche escuchando buena música..

Usted, que viene del mundo de la sala, ¿cómo ha evolucionado este sector?

Diría que la evolución está al mismo ritmo que la cocina. En Cova Santa el trato es cercano e informal, que el camarero esté pendiente pero no todo el tiempo detrás del cliente, y por supuesto con un toque canalla, algo muy acorde con la isla.

En tiempos de covid, ¿ha podido desarollar su proyecto en Cova Santa?

Sí, porque partía con la ventaja de saber que este año iba a ser diferente y complicado e incluso planteamos un escenario donde no se puediera abrir. Cada día aprendemos cosas. La combinación de arte, gastronomía y música es un reto impresionante.