Cada noche, la magia vuelve a nacer en La Gaia en manos de Óscar Molina, chef ejecutivo, y todo el equipo de cocina. Como un auténtico ritual, las cenas se convierten en una experiencia única en la que dejarse llevar por los sentidos, guiados por el equipo de sala y por el propio Molina.

Dos menús degustación para elegir en La Gaia. | FOTOS: IBIZA GRAN HOTEL diana blesa. eivissa

Al llegar a La Gaia, la atmósfera envuelve a los clientes, que son acogidos en la mesa del chef. Allí, Óscar Molina recibe a los comensales para darles la bienvenida con unos aperitivos que despiertan los sentidos, explosiones de sabores ideales para abrir el paladar y la mente al viaje gastronómico que les espera.

La vajilla, elemento clave en La Gaia. |

Dos menús son el epicentro de la experiencia en La Gaia: el Tanit, con nueve pases, y el Posidonia, la degustación especial de la casa en la que los comensales se sumergen en el mediterranean kaiseki durante a través de 12 propuestas gastronómicas.

Esmeradas presentaciones en cada pase del menú. | diana blesa. eivissa

Captar la atención del comensal hacia todo lo que ocurre es la principal meta de todo el equipo de La Gaia, que crea lazos con los comensales para que disfruten al máximo de la experiencia. «Los clientes pasan entre dos y tres horas en la mesa. Es mucho tiempo, por lo que debe haber entretenimiento, magia y conexión con ellos», expresa el chef ejecutivo, quien logra sorprender, divertir y conquistar a sus clientes más exigentes durante toda la velada.

Despertar el interés de los clientes no solo depende del sabor de las creaciones, sino también de sus texturas, aromas y esmeradas presentaciones. En La Gaia cada mínimo detalle importa, y quienes aprecian la gastronomía pronto valoran tan vibrante propuesta.

En la cocina, el laboratorio de Óscar Molina, solo tienen cabida los productos locales más exquisitos. Los que no pueden ser de la isla, se importan de la mano de los proveedores más especializados, que garantizan la calidad de cada materia prima. Y una vez allí, comienza a fraguarse el viaje gastronómico de La Gaia, con una fusión entre esos productos tan especiales, una serie de técnicas japonesas y la sensibilidad de un equipo de cocina que continúa evolucionando, avanzando hacia un futuro que, seguro, continuará cosechando éxitos y proporcionando felicidad a los clientes.