Calificación: *** País: España, 2020. Dirección: Icíar Bollaín. Guion: Alicia Luna e Icíar Bollaín. Fotografía: Sergi Gallardo y Beatriz Sastre. Intérpretes: Candela Peña, Sergi López, Nathalie Poza, Ramón Barea, Paula Usero, Eric Francés, María Maroto Paloma Vidal, María José Hipólito. Duración: 97 minutos.

Es fruto de la madurez de una guionista y directora que controla con absoluta propiedad todos los resortes narrativos, tanto en el plano dramático como en el de la comedia, y buena prueba de ello son los resultados que se ponen de manifiesto en 'La boda de Rosa', una mirada plenamente reveladora y que cotiza al alza que nos adentra de lleno en la intimidad de unos personajes llenos de vida y ubicados en el seno de la comunidad valenciana, desde València a Benicassim, y marcados por una naturalidad que salta a la vista.

En efecto, la cineasta Icíar Bollaín ha demostrado unas cualidades notorias para auscultar a unos seres que están plenamente encajados en su entorno social. Lo certificó con creces entre las sonrisas de 'Hola, ¿estás solas?' y 'Mataharis' y 'Las lágrimas de Flores de otro mundo' y 'Te doy mis ojos', y recrea una vez más estas coordinadas valiéndose del humor más auténtico.

Pero no queda ahí la cosa, ya que la realizadora, apoyándose en la consistencia de la guionista Alicia Luna, ha optado por recurrir a una realidad, la del valenciano que hablan algunos de los protagonistas -aunque sin rigidez alguna y combinando castellano y lengua vernácula de forma espontánea- que supone un grado mayor de coherencia y de autenticidad. Una iniciativa que hay que valorar como se merece teniendo en cuenta que Candela Peña, que incorpora a Rosa, es madrileña pero que se defiende perfectamente con el valenciano.

Lograda la plena definición de Rosa, una madre de 45 años que siente de lleno la necesidad de conquistar una identidad perdida y, sobre todo, de guiar sus propios pasos, se va conformando una trama deliciosa, entrañable, divertida y emotiva, que ya es decir. Todo fruto de los desvaríos de una familia cuyos miembros van cada uno a lo suyo y que conducen a Rosa a tomar una decisión delirante: casarse consigo misma y quitarse de encima a quienes solo tratan de aprovecharse de la debilidad de otros, aunque lo hagan eso sí, de buena fe. Interpretación perfecta en el plano colectivo, con cuatro sobresalientes, concretamente Iciar Bollaín, Sergi Lopez, Nathalie Poza y Ramón Barea.