Richard Gere, Goya Internacional 2025: el actor discreto y 'sex symbol' de los 90 comprometido con las causas sociales

Richard Gere, que en abril estará en Barcelona, en el marco del Barcelona Film Fest, para presentar el documental que ha producido sobre el Dalai Lama, recibirá el próximo 8 de febrero en Granada el Goya Internacional por toda su trayectoria. El protagonista de ‘Oficial y caballero’ vive en Madrid desde hace unos meses, así que subirse a escenarios españoles no le va a suponer los grandes desplazamientos que antes debía realizar cuando era una de las estrellas más mediáticas del cine estadounidense.

Lo sigue siendo –reciente está el estreno de ‘Oh Canada’, su reencuentro con el director Paul Schrader 45 años después de la exitosa ‘American gigoló’–, pero realizó muy bien el tránsito de primera figura del ‘star system’ a actor maduro interesado, además, por todo tipo de causas sociales, desde las condiciones de vida de los refugiados tibetanos hasta su colaboración con la Fundación Rais para personas sin hogar.

Empezó a mediados de los 70 encarnando a personajes impulsivos y compulsivos como el de ‘Stony, sangre caliente’, o a jóvenes más introspectivos como el de ‘Días del cielo’, o a tipos violentos como el que asesina a Diane Keaton al final de ‘Buscando al Sr. Goodbar’. Poco a poco se hizo un hueco en aquel Hollywood igual de impulsivo y cambiante. Recibió no pocas críticas por ser un actor discreto con un físico estupendo, pero a medida que avanzó su carrera, alternando películas más comprometidas con otras diseñadas para ser bombazos de taquilla, fue convirtiéndose en una figura emblemática del cine estadounidense.

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A principios de los 80 alternó el gran éxito de ‘Oficial y caballero’ con la propuesta de ‘Vivir sin aliento’, asumiendo el desafío de interpretar el papel de Jean-Paul Belmondo en la mítica ‘Al final de la escapada’ de Jean-Luc Godard. Del ‘Cotton Club’ de Francis Ford Coppola pasó a su otro gran éxito comercial, ‘Pretty woman’, en el que encarnó al apuesto y elegante hombre de negocios que contrata los servicios de una joven prostituta (Julia Roberts) para que le acompañe durante su estancia en Los Ángeles.

Proliferaron en los 90 los ‘thrillers’ psicológicos con Kim Basinger, pero también apuestas internacionales como la de protagonizar un filme de Akira Kurosawa, ‘Rapsodia de agosto’, o encanar al romántico Sir Lancelot en ‘El primer caballero’, evocación de los tiempos del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda.

Reeditó el éxito de ‘Pretty woman’ volviendo a formar pareja con Julia Roberts en ‘Novia a la fuga’, en 1999, y hasta demostró dotes de baile en el musical ‘Chicago’, en 2002, pero en los últimos años ha preferido estar en películas menos estelares y protagonizar solo aquellas que más le interesaran con alguna que otra concesión a un cine más comercial: fue una de las encarnaciones de Bob Dylan en ‘I’m not there’, encarnó a un sin techo en ‘Invisibles’ y recientemente al realizador de documentales que confiesa sus engaños en ‘Oh Canada’. Ganó el Globo de Oro por ‘Chicago’ pero nunca ha sido nominado al Oscar.