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Estrenos de cine

Sigourney Weaver: "Sigo teniendo un miedo terrible a actuar”

La actriz estadounidense estrena ‘El maestro jardinero’, un nuevo drama criminal dirigido por Paul Schrader

Sigourney Weaver. PIM

A lo largo de sus más de cuatro décadas de carrera, hemos visto a Sigourney Weaver poseída por un malvado semidiós sumerio -en ‘Cazafantasmas’ (1984)-, convertida en tiburón de las finanzas -en ‘Armas de mujer’ (1988)-, jugándose la propia vida por salvar las de los primates -en ‘Gorilas en la niebla’ (1988)-, metiéndose en la piel de una extraterrestre azul de unos tres metros de altura -en ‘Avatar’ (2009)- y por supuesto encarnando en varias ocasiones a Ellen Ripley, tal vez la heroína cinematográfica más célebre de la historia. En ‘El maestro jardinero’, el nuevo drama criminal dirigido por Paul Schrader y que se estrena este 9 de junio en los cines españoles, ejecuta otro salto mortal frente a la cámara: interpreta a una viuda rica que emplea como horticultor, y como proveedor de sexo, a un neonazi arrepentido.

Ha comentado que el personaje que interpreta en ‘El maestro jardinero’ es uno de los mejores que se le han ofrecido nunca. ¿Por qué?

Porque es un tipo de mujer extremadamente compleja y ambigua a la que el cine siempre suele retratar como una villana, o como una caricatura. En cambio, Paul [Schrader] escribió un personaje lleno de matices que tiene algo de ‘shakespeariano’, como una versión femenina del Rey Lear. Y es una mujer de más de 70 años que, a pesar de la edad, es sexualmente activa. Eso me encanta de ella.

"La inseguridad es lo que me permite superarme"

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Merece un sitio al lado de todas las mujeres duras que ha interpretado a lo largo de su carrera...  

Me cuesta utilizar expresiones como “mujer dura” o “mujer fuerte” porque, para mí, todas las mujeres somos duras, y somos fuertes. Nosotras estamos al frente de la lucha la desigualdad de género, y de la lucha contra el cambio climático. Somos nosotras quienes seguimos teniendo que cargar con casi todo el peso de la conciliación famailiar. Las mujeres demostramos a diario que podemos con todo. Es cierto que, desde que protagonicé ‘Alien, el octavo pasajero’ (1979), a mí con frecuencia se me ha asociado con un tipo muy concreto de personaje, de forma algo simplista.  

¿Diría que eso limitó sus oportunidades profesionales?

Tras interpretar a Ripley en ‘Alien’ nadie parecía poder imaginarme encarnando a una mujer que no fuera una heroína, a pesar de que yo había empezado haciendo comedia y de que, lo crea la gente o no, ese es el género que más me gusta; aunque la gente me ve como una persona seria, yo me siento bastante payasa. Al principio sentí bastante miedo a ser encasillada, hasta que participar en ‘Cazafantasmas’ me dio acceso a todo tipo de papeles. El único tipo de personaje que nunca me han ofrecido es el de símbolo sexual, o el de novia potencial; siempre fui demasiado alta para ellos. A cambio, mi altura me ha dado acceso a papeles poco convencionales y más interesantes.   

"Todos los avances sociales que las mujeres hemos logrado en los últimos 50 años están de repente amenazados"

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¿También la ayudó a defenderse contra el sexismo?

Supongo que fue parte de mi armadura. Recuerdo que hace años, al reunirme con ejecutivos de Hollywood, a menudo notaba una actitud sexista y resentida por su parte, como si les molestara tener que escuchar a una mujer más lista que ellos. Pero es cierto que nadie se atrevió nunca a tocarme, tal vez en parte por mi altura pero, sobre todo, porque me veían como Ripley y debían de pensar que guardaba un lanzallamas en el bolso. Tuve suerte, porque era un entorno muy hostil. Me parece un milagro que sucediera el ‘MeToo’. Falta mucho trabajo por hacer, pero el cambio que estamos experimentando es extraordinario.  

En ‘Todas somos Jane’ [el 4 de agosto se estrena en España] interpreta a la líder de una organización clandestina que a finales de los 60 ayudaba a las mujeres a abortar. Cuando aceptó el papel, ¿podía imaginar que poco después el derecho al aborto estaría en peligro como lo está en su país?  

No, fue una sorpresa terrible. Me sentí como si de repente hubiera despertado en otro planeta. Espero que la película sirva para recordar a la gente cuánto se juegan las mujeres en este asunto. Yo respeto profundamente a quienes se declaran provida, y nadie les obliga a abortar. Pero el resto de nosotras y nosotros creemos en la libertad de cada persona para tener el control sobre su propio cuerpo, porque es un derecho humano básico. No sé, siento que todos los avances sociales que las mujeres hemos logrado en los últimos 50 años están de repente amenazados.

¿Se considera políticamente comprometida?

Lo fui cuando era joven, como mucha gente de mi generación; los tiempos que nos tocó vivir nos empujaron a ello. Pero poco a poco me fui quedando atrás en ese aspecto. Supongo que me sentiría incómoda usando mi celebridad para convencer a los demás con mis ideas.

Además de ‘El maestro jardinero’ y ‘Todas somos Jane’, últimamente ha estrenado ‘Avatar, el sentido del agua’ (2022). No para. 

Tener tanto trabajo interesante a estas alturas de mi carrera me parece increíble, en parte porque durante mucho tiempo carecí por completo de confianza en mí misma. Mis profesores en la escuela de arte dramático me dijeron que no tenía ningún talento, y que más me valdría dedicarme a otra cosa. Es una suerte que estuvieran equivocados, porque sigo amando mi trabajo; de hecho, lo amo más que nunca, y siento que cada vez se me da mejor. 

¿Cómo mantiene vivo ese entusiasmo?

Creo que mi secreto es que sigo teniendo un miedo terrible a actuar. Antes de empezar cada nuevo trabajo siento que no seré capaz de hacerlo, y me invade una angustia tremenda. Y esa inseguridad es precisamente lo que me permite superarme, y disfrutar de ello. A muchos actores les pasa lo mismo, estoy segura, pero yo soy especialmente miedosa, prácticamente respecto a todo. Después de interpretar a Ripley en cuatro películas, sigo sin parecerme en nada a ella.

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