'El Dorado' (Howard Hawks, 1966)
Enfrentado a dos monstruos del viejo Hollywood como John Wayne y Robert Mitchum, que lo contemplan con ternura, un jovenzuelo James Caan captó la atención del público como tercero en discordia en este memorable western irónico y crepuscular en el que irrumpió con tanta fuerza como descaro. Su personaje, Mississipi, no sabía disparar, algo insólito por aquellas latitudes, pero lanzaba cuchillos con una rara habilidad.
'El Padrino' (Francis Ford Coppola, 1972)
El hijo mayor de Don Vito, Santino, ‘Sonny’, Corleone fue el contrapunto perfecto al dubitativo, cerebral y complejo Michael (Al Pacino). Coppola aprovechó al máximo la potencia física y brutal de Caan para componer un personaje fullero y fanfarrón acostumbrado a dirimir sus problemas a golpes. Por esa razón su muerte sangrienta, no podía ser de otra forma, es una de las cumbres de la película. Hollywood le premió con la única nominación al Oscar de su carrera que perdió frente a Joel Grey de ‘Cabaret’.
'Rollerball' (Norman Jewison, 1975)
Las amplísimas espaldas de Caan no necesitaron mucho relleno a la hora de embutirse el equipo, prácticamente una armadura, de este deporte creado para la ocasión: una mezcla entre el fútbol americano y el patinaje del Roller Skate. La película, extremadamente violenta para la época, imaginaba en el 75 un futuro distópico desarrollado en el 2018 en el que las corporaciones controlaban a los ciudadanos y el terrible juego funcionaba como una especie de circo romano en el que los jugadores podían acabar muriendo.
'Ladrón' (Michael Mann, 1981)
Esta película permitió a James Caan sumar matices interpretativos a su habitual composición de tipo duro sin fisuras gracias al personaje titular, un ladrón de cajas fuertes, que lucha en vano por dejar su pasado atrás y construir una familia. Marcado por un estilo seco y funcional, el filme fue el debut en la realización del excelente Michael Mann y, junto a su participación en ‘El Padrino’, una de las películas favoritas del actor.
'Misery' (Rob Reiner, 1990)
La carismática masculinidad de Caan fue puesta en cuestión en esta tensa adaptación de la novela homónima de Stephen King. El actor se puso en la piel de un escritor de novelas románticas al que un accidente de tráfico deja a merced de una enloquecida enfermera (impresionante y oscarizada Kathy Bates) decidida a doblegarlo, incluso a golpe de mazo, para impedir que le ponga fin a su saga favorita.
