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Zendaya 'superstar': cómo convertirse en estrella global en el siglo XXI

La actriz del nuevo ‘Spider-Man’, que se estrena el próximo 16 de diciembre, cimenta su estrellato en un cóctel que aúna interpretación, música, moda y activismo

Zendaya.

Cada generación tiene sus grandes iconos. Algunos dibujan a Madonna como la diva de la generación X. A Lady Gaga, como la 'millennial'. Y, recientemente, a Billie Eilish como la de la generación Z. Ahora se alza un nuevo icono generacional, Zendaya, la protagonista del último éxito de taquilla, 'Spider-Man: No Way Home', que se estrena el próximo viernes y ha batido los récords de preventa de entradas de 'Endgame', el pelotazo de Marvel

Nacida en 1996, Zendaya –hija de maestros, él afroamericano y ella de ascendencia alemana y escocesa– es a la vez demasiado joven para representar a los 'millennial' y una anciana entre los Z. Por lo tanto, es el icono de la microgeneración de los 'zillennials', los nacidos entre el 93 y el 98, aquellos atrapados en medio de una guerra intergeneracional para los cuales el emoji de reírse con lágrimas despierta un "Ok, millennial" mientras que tienen que pedir contexto para entender los últimos memes de TikTok

De lo analógico a lo digital

Su carrera, al fin y al cabo, también representa el paso de lo analógico a lo digital que esta generación vivió mientras maduraba. En 2010 se estrenó profesionalmente en Disney Channel con 'Shake It Up' y, nueve años después, ya protagonizaba el último éxito 'teen' de la era 'streaming': 'Euphoria', de HBO

Por supuesto, como buena 'zillennial', tiene un pie entre ambas demografías, que la adoran por igual, especialmente porque ha adoptado esa actitud tan propia de estas generaciones de celebrar tanto la alta como la baja cultura. Es decir, la actriz no solo se ha mostrado orgullosa de sus papeles en 'Dune' o 'Euphoria', aclamadas por la crítica, sino que ha defendido con la misma vehemencia su rol como "novia de" en Spider-Man –por mucho que le pese a Scorsese, 'hater' de Marvel– o su doblaje de Lola Bunny en la última entrega de 'Space Jam'. 

Forma parte de las llamadas 'actrices 360': canta, actúa, sabe de moda y es activista

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Y si su nombre resuena cada vez con más fuerza, no es solo porque su agenda se haya llenado de proyectos junto a grandes del mundo del entretenimiento –como Hugh Jackman en 'The Greatest Showman', o Beyoncé, en el álbum visual 'Lemonade'–, sino porque se ha ganado la fama, como la definía la revista 'Harper’s Bazaar', de ser el "total package": es decir la actriz 360, ya que te lo hace todo: canta, actúa, sabe de moda y, encima, es activista. 

En Disney, por ejemplo, empezó como actriz y cantante, un rol que continuó en 'Euphoria', a cuya banda sonora le puso voz, junto al británico Labrinth, o en 'The Greatest Showman', un musical con una nominación a los Oscar gracias a la canción 'This Is Me'. 

Activismo generacional

En cuanto a su activismo, también lo trata con una óptica muy generacional. En ningún caso lo quiere usar como escaparate ni como una etiqueta vacía que solo sirve para contentar a los sectores progres de Hollywood. Su compromiso social es algo inherente en lo que hace. Por ejemplo, cuando en plena pandemia se convirtió en la intérprete más joven en ganar el Emmy a mejor actriz, dedicó su discurso, entre otros, al movimiento de Black Lives Matter (BLM). Eso sí, sin mencionarlos directamente. "A todos mis semejantes que estáis haciendo todo el trabajo en las calles. Os veo, os admiro, os lo agradezco", concluyó, en pleno auge de las protestas. 

En ningún caso utiliza el compromiso político como escaparate o una etiqueta vacía que solo sirve para contentar al Hollywood progre

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Por supuesto, la sutileza con la que habla de este movimiento social no es sinónimo de poco compromiso. En junio de 2020, en lugar de hacer un discurso sentido a favor de BLM, cedió su cuenta de Instagram, con 70 millones de seguidores entonces, a la activista Partisse Cullors, que publicó un manifiesto antirracista. O, hace unos días, confesó a la revista 'Interview' que echaba en falta películas de amor "nada complejas" entre dos chicas negras, simplemente enseñando que existen, que pueden ser felices y, así, lograr que las historias de las personas racializadas no tengan que adoptar la óptica de la lucha racial y la denuncia de las injusticias para que Hollywood las considere dignas de ser contadas.

"Gracias a Dios, tengo algo en común con Zendaya", dijo Gwyneth Paltrow cuando la joven actriz lució un corsé rosa de Tom Ford que ella había llevado antes

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Incluso, en su época Disney, se negó categóricamente a besar a un chico para la serie 'Shake It Up', ya que todavía no había dado su primer beso y no quería que este "fuese grabado y siguiendo un guion", según recordó en unas declaraciones que fueron muy celebradas por sus fans porque revelaban a una adolescente empoderada. Apunte sentimental: Zendaya no suele hablar de su vida privada, aunque sí ha utilizado Instagram para hacer pública –y de forma sincronizada, como marcan los protocolos del estrellato contemporáneo– su relación con, primero, su compañero en 'Euphoria' Jacob Elordi y ahora con el protagonista de 'SpiderMan', Tom Holland.   

El 'factor moda'

Y, por supuesto, no se puede obviar su aportación al mundo de la moda. Cada vez que pisa la Met Gala le llueven elogios, y con razón. En 2018, cuya temática fue el imaginario católico, visitó el celebrado 'look' de Versace inspirado en Juana de Arco. En 2019, con el camp (estilo kitsch o extravante sin ironía) como tema, fue de la Cenicienta de Disney, con un traje de Tommy Hilfiger lleno de luces que era pura 'perfomance'. 

Se pueden citar decenas más de ejemplos de 'looks' que ya son icónicos. Como el traje efecto mojado de Balmain que llevó en el festival de Venecia de 2021, o el corsé rosa de Tom Ford que, según 'Teen Vogue', fue el ganador indiscutible de la gala Critics Choice Awards de 2020. Entre muchos otros halagos, Gwyneth Paltrow, que ya había vestido ese corsé, llegó a decir: "Gracias a Dios, tengo algo en común con Zendaya". Si hasta la mismísima 'Vogue' le dedicó varias páginas, analizando 88 de los 'looks' que ha vestido en la última década. ¿La conclusión? Zendaya es "siempre atrevida" y "nunca aburrida".  

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