El título de la charla que ofrecerá mañana Francesc Vicens Vidal para inaugurar las vigesimosegundas Jornades de Cultura Popular de les Pitiüses, ‘Les cançons que canten els infants, passat i present, del cançoner tradicional a Tik-tok i Motomami’, es sugerente y actual. Aunque lo sería más, y él es consciente de ello, si en lugar de hacer mención al álbum que sacó Rosalía el año pasado nombrara cualquiera de los dos últimos temas o, mejor dicho, dardos envenenados que Shakira lanza contra Piqué. En cualquier caso, lo importante aquí es dejar claro ya con el título que lo que ahora escuchan y tararean los niños «está absolutamente vinculado al mainstream, a lo que dicta la industria cultural». «Emplear en estos momentos el concepto de canción infantil, en mi opinión, es erróneo porque los niños consumen lo mismo que los adultos: temas de videojuegos, bandas sonoras de series de Netflix, sintonías de televisión, lo que ven en las redes sociales o lo que escuchan en los conciertos a los que van con sus padres», explica el musicólogo, investigador y docente de la UIB.
En la actualidad se han diluido las fronteras, pero cuenta Vicens que «durante el Romanticismo se entendió a los niños como un colectivo diferenciado que debía tener su propio folclore». En su charla, que ofrecerá a las 19.30 horas en el salón de actos del edificio del antiguo Consell de Ibiza, en la calle Bes de Vila, hará un repaso a las canciones que han cantado y cantan los niños desde finales del siglo XIX, que es cuando se tienen los primeros registros. Hablará del cancionero tradicional con perspectiva histórica y se referirá a esos temas que han pervivido y que forman parte del folclore infantil.
«Cuando los niños y niñas no tienen las supervisión de los adultos reproducen unos modelos melódicos y unos comportamientos musicales únicos», destaca este docente investigador poniendo como ejemplo las canciones para jugar a las palmas o al escondite o para saltar a la comba. También se refiere a las «melodías comodín, aquellas que se construyen a partir de una misma estructura rítmica y melódica, pero que tienen diversas variantes de texto, como es el caso de ‘No volem cap’, ‘Plou i fa sol’, ‘L’arc de Sant Martí ‘ o ‘Peu Polidor’».
Precisamente, el musicólogo de Mallorca está investigando ahora cómo han conseguido pervivir melodías del cancionero popular catalán como ‘El gegant del pi’, ‘L’elefant en bicicleta’ o ‘Una mosca volaba per la llum’. «Es un fenómeno curioso que canciones tradicionales como éstas hayan pasado de generación en generación. En ese hecho han tenido mucho que ver los clubs d’Esplai y los boy scouts, grupos de educación no reglada que en las décadas de los 50 y 60 del siglo XX enseñaron a muchísima gente letras y melodías que todavía se recuerdan y que están asociadas a la cultura de Mallorca, la lengua catalana y al ámbito del ocio y el tiempo libre», señala.
Lo que se escucha en el patio
Aunque no ha caído en el olvido, el cancionero tradicional infantil tampoco ha salido indemne con el paso del tiempo. «Pensar que se canta lo mismo desde hace cien años es una idea romántica, los procesos de transformación oral son orgánicos. Los niños juegan igual que cuando nosotros éramos pequeños, las estrategias y las estructuras rítmicas y melódicas son las mismas, pero las canciones propiamente dichas difícilmente pueden coincidir porque los elementos vocales, lingüísticos y de interés son diferentes», remarca.
«Ahora los niños en el recreo juegan en castellano». Es un hecho que ha observado Vicens en Mallorca, pero que sospecha que también se produce en Ibiza y Formentera. «El cancionero popular mallorquín introduce muchas canciones exclusivamente en catalán que luego se han aprendido en la escuela, dentro del aula de música, pero curiosamente hoy en día en el patio a la hora del juego no se escucha ninguna letra en catalán», asegura.
Lo que sí se escucha en el recreo o lo que los niños consumen a través de las tabletas o de los dispositivos móviles, suyos o de sus progenitores, son temas de «Rosalía, Shakira, Quevedo o Chanel», por nombrar solo algunos artistas. «Son canciones con un ritmo atractivo, un estribillo muy pegadizo y una puesta en escena llamativa que muchas veces cuenta con coreografías muy sexualizadas», explica Vicens. Pone de ejemplo el tema ‘Slomo’, con el que España quedó tercera en Eurovisión el año pasado. «Fue un gran espectáculo, pero a costa de dar una imagen muy cosificada de la mujer», opina.
"Estos días todo el mundo está escuchando la canción de Shakira y Piqué, pero nadie cuestiona lo que hay detrás"
«La música es un reflejo del contexto en que se da» y, como apunta el musicólogo, lo que actualmente escuchamos niños, jóvenes y adultos y que forma parte de nuestro paisaje sonoro «nos debería hacer reflexionar». «Como sociedad tenemos una responsabilidad. Estos días todo el mundo está escuchando la canción de Shakira y Piqué, pero nadie cuestiona lo que hay detrás. Aquí hay un drama familiar, una pareja que se ha separado, unos niños que sufren y una mujer enfadada que embiste con los recursos que tiene contra su expareja», señala. Para este musicólgo es importante que se den «herramientas a los niños para que se puedan formar una opinión y valoren si lo que están viendo o escuchando, aunque les guste, es adecuado».
Vicens tiene claro que «la música no es un elemento inocente». «Nos hemos pensado que la música era puro entretenimiento, pero al final es un modelo de comportamiento, de relación hombre-mujer, de cómo hablamos y de cómo nos comportamos e interactuamos con los otros», remarca para luego referirse en concreto a lo que escuchan los más pequeños. «Tenemos en la cabeza esa idea de que la música de los niños son cancioncillas inocentes y entrañables, y, en realidad, es todo lo contrario, es una arma de doble filo».
Si lo que la población infantil escucha y canta ahora está lejos de ser «algo puro e ingenuo», tampoco el cancionero popular se salva porque en el repertorio hay muchos temas que originalmente eran para adultos y que luego sufrieron «un proceso de transformación e infantilización». Como muestra, dos botones: «‘El Joan Petit quan balla’ originariamente era una canción erótica y también ‘Peu Polidor’, que antiguamente era para meter mano».
Las canciones infantiles en Menorca
Además de Francesc Vicens Vidal, mañana intervendrá en las Jornades de Cultura Popular de les Pitiüses Bep Cardona Truyol, que ofrecerá a las 20.15 horas la conferencia ‘Cançonetes infantils a Menorca’.
