La Flor de Navidad es uno de los iconos más representativos de estas fiestas. Su nombre científico es Euphorbia pulcherrima, pero es conocida como poinsettia o Flor de Pascua. Esta planta está suele perder su atractivo al final de las fiestas y nunca más vuelve a tener ese característico e icónico color rojo que le define.

El origen de esta planta se remonta a México y recibió el nombre de poinsettia en honor un político de Estados Unidos cuando, en 1821, México consiguió su independencia. El primer representante diplomático de Estados Unidos fue Joel Roberts Poinsett y por esta razón se llama así a esta planta.

Joel Roberts Poinsett era un apasionado de la botánica y compró varias poinsettia para enviarlas a su país, donde fue presentada por primera vez como planta comercial en 1929 en una exposición de Filadelfia.

Ideales para el hogar

A pesar de que todas provienen de una planta mexicana de gran tamaño, los productores las han cultivado y seleccionado durante décadas para producir poinsettias con una altura y una apariencia adecuadas para la decoración de interiores. Para esta campaña de Navidad, Mercabarna-flor pronostica un aumento del 40% en las ventas de esta planta. Y es que su producción total en España suma ocho millones de unidades, convirtiéndola en una de las flores más cultivadas de la temporada de otoño-invierno. Además, las nuevas líneas de negocio de las floristerías, como el envío a domicilio hacen de la poinsettia un regalo de Navidad anticipado ideal para los amantes de las plantas, las fiestas y la decoración del hogar.

¿Por qué son rojas?

Es importante saber que la parte de color rojo de esta planta no son flores sino lo que en botánica se conoce como brácteas, unas hojas especiales cuya función principal es proteger naturalmente el resto de hojas de la poinsettia.

Con una alta producción durante las fiestas, existen ya 300 variedades de Flor de Pascua con diferentes opciones de color, aunque el rojo sigue acaparando el 95% de las ventas, seguido del color rosa y las tonalidades amarillas o anaranjadas. La gran pregunta es: ¿de dónde proviene el color de la planta? La ciencia de la botánica tiene la respuesta. La poinsettia es una planta de hoja caduca que pierde su follaje en invierno. Antes de perder las hojas, algunas de ellas cambian de color. Los productores controlan con esmero la exposición a la luz de las poinsettia cultivadas para el mercado nacional con el fin de imitar su ciclo natural. Gracias a este proceso se consigue que las brácteas cambien de color y adquieran ese rojo tan característico.

La gran duda de quienes adquieren esta planta durante las fiestas es saber cómo conseguir que en la siguiente Navidad, la planta vuelva a tener las hojas superiores de color rojo. Parece que sea magia, pero los expertos del sector tienen la solución.

De la cantidad de luz que reciba una poinsettia va a depender su capacidad para producir las brácteas de color. Los cultivadores manipulan este proceso natural, llamado fotoperiodicidad, con el objetivo de crear hojas de color para la temporada de Navidad. Para ello, proporcionan a las plantas al menos 12 horas de oscuridad durante un período que va de 8 a 11 semanas.

Recuperar las hojas rojas

Los expertos en botánica recomiendan guardar la planta una vez finalicen las fiestas para volver a disfrutar de ella en la próxima Navidad.

Habrá que programar su exposición a la luz para poder obtener brácteas coloreadas el año siguiente. Para llevar a cabo este proceso, se debe dejar la planta en reposo y limitar su exposición a la luz.

No será hasta septiembre que se empezará a proporcionar un mínimo de 14 horas de oscuridad cada noche hasta que el color comience a cambiar. De ese modo, al año siguiente se habrá conseguido recuperar esa planta tan representativa.