Negociaciones

ERC y Junts exigirán resultados en financiación, catalán y amnistía antes de fin de curso

Tanto ERC como Junts prevén volver del parón festivo con las exigencias a máximos y amenazan con consecuencias tanto para el Gobierno como para la Generalitat, en caso de no obtener resultados

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, y el de ERC, Oriol Junqueras.

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, y el de ERC, Oriol Junqueras. / Pablo Garrigós Cucarella

Quim Bertomeu

Barcelona

El tercer trimestre del curso acostumbra a ser el más corto, especialmente si las vacaciones de Semana Santa caen a mitades de abril, como ha ocurrido este año. Pero no por ello la evaluación final es más benevolente. Tanto ERC como Junts prevén volver del parón festivo con las exigencias a máximos y amenazan con consecuencias tanto para el Gobierno como para la Generalitat, en caso de no obtener resultados. Los republicanos se han marcado como hito la financiación, mientras que los posconvergentes reclamarán a Pedro Sánchez que dé salida a la oficialidad del catalán en la UE y a la aplicación de la ley de amnistía, que deben propiciar (está vez sí) el regreso definitivo de Carles Puigdemont. Todo ello, antes de las vacaciones de verano.

ERC tiene muchos frentes abiertos tanto en Barcelona como en Madrid, como son el traspaso de Rodalies y la condonación parcial de la deuda del FLA, pero en las próximas semanas emergerá la exigencia de una nueva carpeta decisiva para los republicanos: que se cumpla con la nueva financiación para Catalunya. El pacto de investidura que el partido de Junqueras firmó con el PSC fijaba que el president Illa debía tener un modelo listo para implementar antes del "primer semestre de 2025". Ahora los republicanos están listos para exigir que se ejecute esa cláusula.

Ningún nuevo modelo, sea cual sea, tendrá viabilidad si en la operación no participa también el Gobierno central. Es por esto que ERC quiere que antes del 30 de junio se formule una propuesta "avalada" por los dos ejecutivos: el de Illa en Barcelona y el de Sánchez en Madrid. Y aunque los dos gabinetes sean socialistas, la entente no es fácil, ya que uno de los ejes es que la Generalitat haga un salto cualitativo en la recaudación de impuestos que ahora recauda el Estado. ERC empieza a impacientarse porque, hasta ahora, no tiene señales de vida del comité de expertos que creó el Govern para formular una propuesta.

Salvador Illa y Oriol Junqueras, en una imagen de archivo

Salvador Illa y Oriol Junqueras, en una imagen de archivo / TONI ALBIR / EFE

¿Y qué pasa si el 30 de junio no hay resultados? Fuentes de la dirección republicana se muestran tajantes: "No nos vamos a sentar a negociar los presupuestos". Ni los de la Generalitat ni los del Estado. Y es precisamente por esas fechas cuando los dos gobiernos deben dictar las primeras órdenes ejecutivas para poner en marcha toda la maquinaria administrativa que se necesita para empezar a elaborar las cuentas del 2026. ERC considera que su aviso tendría que tener consecuencias porque tanto Illa como Sánchez ya no pudieron aprobar los presupuestos de este año y difícilmente se podrán permitir otra prórroga.

Las tres carpetas de Junts

También los posconvergentes han señalado el mes de junio como fecha límite y exigen que mayo sirva para avanzar en sus carpetas pendientes con el PSOE. Cuando el pasado invierno Carles Puigdemont decidió dejar en 'stand by' las negociaciones con los socialistas, lo hizo reclamando avances en tres carpetas: la delegación de competencias en inmigración, la oficialidad del catalán en la UE y la aplicación de la ley de amnistía.

La primera de ellas, a pesar de que queda pendiente toda la tramitación parlamentaria y superar el escollo de Podemos, quedó desbloqueada después de que Junts retirara su ultimátum -en forma de cuestión de confianza- a instancias del mediador internacional. Desde entonces, según el partido independentista, hay una especie de "prórroga". Las negociaciones siguen, en Suiza de forma mensual y en el Congreso de los Diputados durante el día a día. Sin embargo, antes de que empiece oficialmente el verano quiere avances en las otras dos carpetas.

Archivo - El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont interviene en un acto de bienvenida organizado por entidades independentistas en el paseo Lluís Companys, a 8 de agosto de 2024, en una imagen de archivo.

El expresidente Carles Puigdemont, en su fugaz regreso a Barcelona el pasado mes de agosto / David Zorrakino

Sobre la oficialidad del catalán en la Unión Europea, que se acordó en agosto de 2023 con el pacto de la Mesa del Congreso, Junts exige la implicación directa de Pedro Sánchez para convencer a todos los socios europeos. La inclusión de nuevas lenguas en la lista de lenguas de la UE debe acordarse por unanimidad y, pese a los intentos realizados hace un año y medio, aún quedan algunos países por acabar de convencer. Hasta finales de junio, quien preside el Consejo de la UE, el organismo debe debatir la cuestión, es el polonés Donald Tusk y los posconvergentes aseguran que existe su compromiso incluir el debate en el orden del día.

Esta cuestión es de vital importancia para que los posconvergentes puedan lucir algún triunfo para la lengua. Sin embargo, la aplicación de la ley de amnistía no es nada menor, principalmente porque implica que su líder pueda volver a Catalunya.

Una vez aprobada la ley en el Congreso, su aplicación depende de los tribunales. Sin embargo, la dirección de Junts considera que el PSOE podría hacer más para que los jueces la ejecuten. De momento, el Tribunal Supremo ha rechazado exonerar a los líderes del 'proces', pero en junio se espera una primera resolución del Tribunal Constitucional a favor de la constitucionalidad de la norma. En Junts esperan que este primer veredicto del TC vaya acompañado de un pronunciamiento sobre la inclusión del delito de malversación en la amnistía, en respuesta a los recursos de amparo presentados por exmiembros del Govern de 2017 como Jordi Turull u Oriol Junqueras. Si se cumple esta previsión, dirigentes del partido ven posible que Puigdemont pueda regresar este verano.

Pero al margen de la vía judicial, los posconvergentes también reclaman lo que han bautizado como una "amnistía política", y que se podría concretar en una reunión entre Sánchez y Puigdemont. Creen que sería un gesto, ante unos tribunales que tachan de "prevaricadores".

¿Y que pasa si no hay nuevos avances en estas pendientes? Junts descarta volver a reclamar a Sánchez que se someta a una cuestión de confianza, así como también respaldar una moción de censura con PP y Vox. Sin embargo, amenazan con descolgarse de la mayoría de la investidura. Si finalmente lo hicieran, Sánchez no tendría porque convocar elecciones anticipadas, pero debería aceptar nuevos reveses en el Congreso.

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