Alianzas en el Congreso
El acercamiento de Feijóo a Junts agita el PP catalán
Este acontecimiento enfrió la relación entre Feijóo y Fernández, pero las aguas se calmaron un año más tarde, durante la campaña de los comicios catalanes

Juan Fernández, portavoz del PPC; Alejandro Fernández, presidente del PPC; Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP; Jaume Tutusaus, secretario general del PP en Barcelona y Santi Rodríguez, secretario generald el PPC. / / ZOWY VOETEN
Gisela Boada
La relación entre el PP y Junts en el Congreso ha sido siempre un tema espinoso para el PP catalán, especialmente tras las elecciones generales de 2023, cuando el presidente de los populares en Catalunya, Alejandro Fernández, desafió a la dirección nacional al criticar públicamente -a través de la red social X- que Alberto Núñez Feijóo se pudiera plantear una negociación con Carles Puigdemont para conseguir un eventual apoyo de los posconvergentes a su investidura.
Este acontecimiento enfrió la relación entre Feijóo y Fernández, pero las aguas se calmaron un año más tarde, durante la campaña de los comicios catalanes. El presidente del PP se centró de lleno en Catalunya, programando un centenar de visitas para hacer tándem con Fernández en los mítines del partido, que acabó siendo el candidato pese a haberse estudiado la opción de presentar a otro. "Las cosas mejoraron", reconocen fuentes del partido, aunque nadie niega que la relación entre los líderes "se rompió" tras el polémico tuit de Fernández. El apaciguamiento entre ambas partes es notorio -especialmente tras los buenos resultados del PPC en las pasadas elecciones-, pero los últimos acercamientos entre PP y Junts en el Congreso vuelven a tensar la relación con el dirigente catalán.
Desde hace meses, populares y posconvergentes se han aliado puntualmente en Madrid, dejando entrever una aproximación que desde la cúpula del PP y de Junts niegan y atribuyen a simples "coincidencias del tablero parlamentario". Los dos partidos tratan de sacar ventaja de esta situación para debilitar al Gobierno: los de Puigdemont presionan al presidente Pedro Sánchez para ver cumplir los acuerdos de investidura y juegan con la incógnita de su apoyo necesario a los presupuestos de 2025; mientras el PP aprovecha las oportunidades para hacer gala de la debilidad parlamentaria del Ejecutivo, al tiempo que reitera la idea de que Sánchez "debe dimitir" porque está "acorralado" por presuntos casos de corrupción.
Puigdemont, un asunto delicado
Por más que existan estas justificaciones, cualquier acercamiento con Puigdemont es siempre un asunto delicado de gestionar en el PP de Catalunya. No solo por Fernández, sino por el rechazo frontal que han mostrado otros líderes autonómicos populares como Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que igual que el dirigente del PPC, es reticente a sentarse a hablar con los independentistas, algo que no esconde en público.
El presidente del PPC lanzó un mensaje el viernes a la cúpula nacional: "Puigdemont le exigirá al PP la misma humillación que a Sánchez. Nosotros ni queremos, ni podemos, ni lo haremos [dejarse humillar]. Y jamás es jamás", escribió en X, situando de nuevo el pulso con Génova. Dentro del PP catalán hay consenso al considerar que Puigdemont "no es de fiar", pero fuentes populares aseguran que en el resto de la formación predomina la idea de apoyar a Feijóo si decide tejer alianzas con Junts.
En Génova llevan días alimentando la idea de que Junts es un partido "coherente", con quien estarían dispuestos a pactar para hacer caer a Sánchez, aunque los posconvergentes descartan apoyar una moción de censura en favor de Feijóo y están centrados ahora en presionar para que el presidente se mida en una cuestión de confianza, un asunto que los populares ven con buenos ojos. "Se debe hablar con todos los partidos", sostienen voces populares en Catalunya, que aseguran que el partido está en sintonía con la hoja de ruta nacional que no descarta a Puigdemont como interlocutor válido, pese a que reconocen que "choca" con las posiciones del presidente del PPC.
La percepción de varias voces dentro del partido es que JxCat está "transitando" hacia la antigua Convergència, algo que a medio plazo "acomodaría" las posibles negociaciones entre ambas formaciones, incluso en el caso de buscar socios tras unas elecciones generales. "Nos entendemos en muchos puntos, no debemos cerrarnos a buscarlos", afirman desacomplejadamente otras personas de la formación.
Contrapeso a Fernández
Con el crecimiento del partido en Catalunya -han pasado de tres a 15 diputados-, Feijóo ha logrado confeccionar un PP catalán nutrido de personas fieles a su planteamiento, situando figuras de su confianza para hacer de contrapeso a la dirección de Fernández, mientras gana tiempo para celebrar el congreso que lleva más de dos años pendiente.
De momento, la estrategia marcada desde Génova está funcionando: el PPC se muestra unido, pero está agitado y por ahora nadie cuestiona lo que se decide en Madrid. Está por ver si Fernández decide apretar más las tuercas.
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