Caso Cuarteles

El teniente coronel del caso Cuarteles defiende que no ingresó nada fuera de la nómina

Carlos Alonso ha declarado de forma voluntaria en el Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid

Defiende que nunca recibió quejas de la ejecución de las obras

Carlos Alonso, el teniente coronel de la Guardia Civil investigado por el caso Cuarteles.

Carlos Alonso, el teniente coronel de la Guardia Civil investigado por el caso Cuarteles. / JOSÉ LUIS ROCA

Alberto Muñoz

Carlos Alonso, el teniente coronel de la Guardia Civil investigado por el caso Cuarteles, ha declarado hoy de forma voluntaria ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid para defender su inocencia y esclarecer su vinculación con los otros dos principales implicados: el teniente general Pedro Vázquez Jarava, que también ha estado en los juzgados de Plaza de Castilla, y el empresario canario Ángel Ramón Tejera de León.

Para ello, y según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, Alonso ha defendido que no recibió ninguna queja de que las obras no se hubieran hecho y que nunca ingresó dinero alguno fuera de su nómina. Además, sostiene que puede demostrarlo.

Sobre la mesa, la presunta adjudicación irregular de más de 3 millones de euros en 13 comandancias de la Guardia Civil en distintos puntos de España y de la que podrían resultar delitos de cohechofalsedad continuada en documento oficial y malversación de caudales públicos.

Durante la declaración, que ha sido a puerta cerrada y ha durado más de una hora y media, Alonso habría repetido la versión que defendió ante la Audiencia Provincial de Ávila, es decir, que él no tenía constancia de nada de lo que pudieran haber acordado Tejera de León y Jarava y que quien le indujo a firmar como completadas obras incompletas o deficientes fue su subalterno.

Respecto a la aprobación y pago de esos trabajos, ha asegurado que estos se gestionaban a través de una caja única que él no era responsable de supervisar, y, además, negó irregularidades porque los pagos se hacían a través de la intervención general del Estado.

Contrataciones 'determinadas'

Sin embargo, sí que habría introducido un matiz, ya que, según las fuentes consultadas por este periódico, Carlos Alonso se habría retractado de su versión inicial en Ávila y ya no habría defendido que la orden de contratar al empresario canario le había venido "determinada" por Pedro Vázquez Jarava, sino que el teniente general simplemente le había dicho que 'Mon' tenía un producto de impermeabilización muy bueno. A la pregunta de si hubo una orden de por medio para contratarle, habría respondido que no.

Se esperaba que Carlos Alonso, el que fuera jefe de la Comandancia de Ávila cuando se produjeron los hechos del caso Cuarteles que destapó en exclusiva EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diese más explicaciones acerca de las condiciones en las que se concedió el dinero desde la jerarquía de la Guardia Civil, por qué firmo como terminadas obras que nunca llegaron a realizarse y, en especial, por qué declaró en su momento que la decisión de contratar con las empresas de Tejera le vino determinada por Jarava, uno de los hombres más poderosos de la Benemérita por aquel entonces.

La testificación ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid, María Isabel Durántez, ha llegado cinco meses después de lo previsto inicialmente tras producirse dos retrasos, uno por la coincidencia de otro juicio en el que participaba la nueva fiscal asignada al caso y otro por la huelga de funcionarios de la Administración de Justicia.

El proceso, que empezó en 2019 y luego dio el salto a Madrid después de comprobarse que se había producido el mismo modus operandi en al menos otras doce comandancias dispersadas por España, se encuentra ahora mismo pendiente de que se lleven a cabo las periciales que arrojen un poco más de luz acerca de si las deficiencias que se observaron en las obras de Ávila se repiten en el resto de acuartelamientos.

De la vista de hoy era trascendente, además, saber si el caso seguía adelante con los mismos potenciales delitos sobre la mesa, es decir, con las acusaciones por cohecho, malversación de caudales públicos y falsedad continuada en documento oficial, lo que por el momento se mantiene.

Por su parte, la presencia hoy en el Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid de Pedro Vázquez Jarava, el que fuera teniente general, todo se reduce a la necesidad de la jueza de transmitirle la situación procesal en la que se encuentra y ofrecerle la posibilidad a él y a su defensa de llevar a cabo alegaciones.

120.000 euros

Esta declaración, que se ha producido por petición expresa del propio Alonso para intentar demostrar su inocencia, llega después de que la juez añadiese el cohecho a la lista de delitos que presuntamente podrían haberse cometido entre 2014 y 2019, según consta en un auto al que tuvo acceso este periódico.

Además, hoy también tenían que comparecer en los juzgados de Plaza de Castilla para conocer su situación procesal, aunque no obligatoriamente para declarar, el empresario Ángel Ramón Tejera de León y Pedro Vázquez Jarava, el que fuera teniente general de la Guardia Civil. El primero, el empresario canario, no ha acudido presencialmente, aunque puede haber asistido a la vista de forma telemática.

En lo que respecta al teniente coronel Alonso, que fue el responsable de la única comandancia en la que se han podido hacer peritajes hasta la fecha, la persona encargada de evaluar qué se hizo realmente con los 120.000 euros adjudicados en 2016 a las empresas del constructor canario constató la deficiencia de los trabajos realizados.

En su informe, al que tuvo acceso este periódico, explica que los "trabajos no han sido ejecutados completamente y que hay una discrepancia entre lo facturado y lo realmente ejecutado". Sin embargo, la firma en su momento de Carlos Alonso daba por buenas las obras, razón por la que podría llegar a enfrentarse a un delito de falsedad continuada en documento oficial. Él, en su declaración de hoy, habría sostenido que Sobre si las obras se realizaron o no, ha asegurado que no recibió ninguna queja de que no se hubieran hecho y que las obras estaban ejecutadas en forma.