Elecciones 23J

Inquietud por una campaña de prorrusos y ultras para agitar con bulos el sector del campo español

El caudal de desinformación que nació en los comicios del 28M amenaza con condicionar también las generales

El objetivo es minar la credibilidad de la UE, la OTAN, y de las autoridades autonómicas y centrales

Marcha de Sos Rural en Madrid el 14 de mayo de 2023.

Marcha de Sos Rural en Madrid el 14 de mayo de 2023. / EP

Juan José Fernández

Especialistas de la Seguridad del Estado vigilan como posible operación híbrida rusa la inoculación de bulos y agitación en el mundo rural aprovechando la tensión que sufre. Diversas líneas de esta campaña en redes sociales son de propagandistas del argumentario del Kremlin en España. La credibilidad de la UE, la OTAN, y de las autoridades autonómicas y centrales es el objetivo.

La lluvia de mensajes se estructura en seis narrativas, algunas no por excéntricas o conspiranoicas con menos seguidores: que los burócratas de Bruselas ordenan matar vacas sanas, que el Gobierno agrava la sequía destruyendo embalses, que Marruecos compite con España con verduras tratadas con pesticidas prohibidos, que la Agenda 2030 es un plan para arruinar el campo, que la OTAN fumiga a personas y tierras con aviones y que fondos de inversión destruyen la agricultura para instalar en su lugar placas solares.

Este caudal de desinformación crece desde marzo, ha mojado la campaña del 28M y se extiende, creen las fuentes consultadas, por las generales; quizá hasta las elecciones europeas.

Público crispado

Los mensajes se dirigen a un sector cuya angustia y sentimentalidad no afloran tanto en la agenda mediática como sí, y mucho, en las redes sociales... salvo cuando grupos airados han tomado violentamente edificios públicos en Lorca (Murcia) y Salamanca.

Agricultores y ganaderos viven una gran tensión por la sequía. Una gran tractorada trajo hace dos miércoles a Madrid un clamor por la carestía de combustibles, piensos y abonos a causa de la guerra.

Campañas similares han caído sobre población rural de otros países, destacando los precedentes de Países Bajos -donde del descontento surgió el partido euroescéptico BBB, ganador de las elecciones provinciales y ahora ariete del Gobierno- o de Francia, con un activo flanco ruralista de los chalecos amarillos.

Una negacionista del cambio climático, en la marcha convocada por SOS Rural en Madrid el pasado 14 de mayo.

Una negacionista del cambio climático, en la marcha convocada por SOS Rural en Madrid el pasado 14 de mayo.

En la cámara de eco de esta campaña crispadora se cruzan no repicadores de mensajes de Vox y otras fuerzas de ultraderecha, del negacionismo climático, antivacunas… y erosionadores de la confianza en las instituciones. “Desde la etapa soviética, la inteligencia rusa busca ocupar o manejar plataformas reivindicativas en Occidente, aprovechando reclamaciones legítimas, a veces justificadas, de pacifistas, ecologistas y trabajadores en crisis”, explica un agente policial experto en desinformación.

De la virulencia de esta agitación, de su alta temperatura, da idea una pancarta en puertas de las autonómicas del 28M: el 14 de mayo se presentó en Madrid con una protesta callejera la plataforma SOS Rural. Un participante exhibía el letrero más visto del acto: “Sánchez muerto, abono pá mi huerto”.

El eslogan, aplaudido en rincones mediáticos de la extrema derecha, sobresalía en un evento en el que, junto a representantes de colectivos agrarios, tomaron la palabra teóricos de la conspiración y del negacionismo climático.

Rusia de fondo

Es portavoz de SOS Rural el excoronel del Ejército en la reserva Víctor Pascual Viciedo, que en su vida civil preside la Associació de Llauradors Independents Valencians.

Esa ocupación no le aparta del todo de los asuntos militares y estratégicos. En el Club de Opinión Jaume I, foro conservador castellonense, ha coincidido con todo tipo de mimbres del argumentario prorruso. Ahí ha escrito contra “las injerencias de la UE en Ucrania”. A sus seguidores dice que oponerse a la invasión rusa de Ucrania perjudica a los agricultores: “A la UE no le bastó con no reconocer la nueva situación de Crimea, sino que sancionó, como represalia, todo lo que oliera a ruso: funcionarios, empresas, compañías petroleras y financieras… -escribía Viciedo en abril del 22, al poco de iniciarse la agresión rusa-. Obviamente, la respuesta rusa no se hizo esperar, y en agosto de 2015 Rusia vetaba a todos los productos agrícolas occidentales. El mayor perjudicado de este veto fue España, que ya tenía conquistado el gran mercado hortofrutícola ruso”.

Ese posicionamiento alinea a Viciedo con otro militar en la reserva, el más conocido por la coincidencia de postulados suyos con argumentos geoestratégicos que también sostiene el Kremlin: el coronel Pedro Baños, de quien Viciedo es amigo.

Las proclamas de este sector central de SOS Rural son celebradas en diversos espacios de Internet por un escuadrón de telepredicadores, entre ellos de Toro TV, canal que reproduce narrativas del putinismo y del ideólogo de Vladimir Putin, el nacionalista ruso Alexander Duguin.

En la misma estela de apoyos participa con intensidad Cristina Martín, activista antiglobalista, agitadora de bulos durante la pandemia y presentadora del programa Contrapunto en el canal ruso de televisión RT, hoy prohibido en la UE. Por otra marcha ruralista en Madrid, el pasado 24 de junio, celebró en Twitter: “¡Esto marcha!”.

A la presentadora de RT la citaba como fuente en noviembre de 2018 otro artículo del foro Jaume I firmado por el coronel Viciedo. En ese trabajo, afirma que a Pedro Sánchez lo aupó al poder el "núcleo duro del [Club] Bildeberg", formado por "masones illuminati; la mayoría de ellos de origen judío".

Delirios en el aire

Tuit de un espontáneo; foto de un avión comercial en vuelo; debajo: “Big Pharma y OTAN. Tormenta celestial. Ellos son la mano que mece la cuna. Los que liberan el químico al aire sin consciencia del mal que generan”. Incontables mensajes de este tipo circulaban ya en marzo, cuando los telediarios certificaban la gravedad de la sequía.

En el acto en Madrid de SOS Rural, Nauzet Morgade, que se presentó como ecologista, denunció desde la tribuna de oradores un “crimen climático” que “parte de la mismísima OTAN”: “Se está manipulando el tiempo en muchos países...”. Es una de las leyendas más consumidas por este público: la de los chemtrails, o fumigación desde el aire con regueros de vapor químico.

Le sucedió en la tribuna Fernando Mirones, otra figura de esta corriente, con otra de las narrativas coincidente con la propaganda rusa: “No es un gobierno ni otro, es algo muy por encima, es la Agenda 2030. ¿Quién coño ha votado eso? ¡Nos quieren hundir! ¡No hay ninguna sequía que no sea provocada!”.

Relatos como los de los chemtrails son parte de los tópicos más delirantes que la extrema derecha rural de España comparte con el ruralismo redneck (cuello rojo, mote norteamericano para los campesinos reaccionarios y/o trumpistas) surgido en EEUU: políticos conspirando contra el país, confabulaciones globalistas del millonario George Soros para romper España, una supuesta guerra contra los cazadores y la negación del cambio climático.

Un manifestante hace ondear una bandera austracista parecida a la franquista en la llegada de tractores a Madrid en la protesta del pasado 5 de julio.

Un manifestante hace ondear una bandera austracista parecida a la franquista en la llegada de tractores a Madrid en la protesta del pasado 5 de julio. / EP

Los chemtrails pueden ser un delirio, pero sobrevuelan la credulidad de miles. También en Cataluña. En mayo de 2015, el entonces eurodiputado Ramón Tremosa preguntó a la Comisión Europea por “aviones que están esparciendo dióxido de plomo, yoduro de plata y diatomeas por la atmósfera” sobre territorio español, y cuyo fin “es evitar la lluvia y permitir que suban las temperaturas, lo que crea un clima de verano para el turismo y beneficia a las corporaciones del sector agrícola”.

Su pregunta, titulada “Método Chemtrail de geoingeniería militar para cambiar el clima”, obtuvo de la Comisión una respuesta breve: no cree en eso de la geoingeniería militar.

De virulento a violento

Los expertos consultados detectan una segunda variedad en esta lluvia, los mensajes 'call x action' (llamada a la acción) que piden, de momento, la desobediencia a las autoridades en vídeos descargables y compartibles en Whatsapp.

La abogada canaria Cristina Armas lo hacía el pasado 29 de junio: en la webTV Euskal News llamó a no votar: “No tiene ningún sentido alimentar el sistema electoral. Es fraudulento”. Promotora de un 'Espexit' de España en la Organización Mundial de la Salud, Armas es muy conocida entre los antivacunas.

Asalto de Ganaderos a la Delegación de la Junta de Castilla y León en Salamanca, el 5 de junio.

Asalto de Ganaderos a la Delegación de la Junta de Castilla y León en Salamanca, el 5 de junio. / EP

Pero la desobediencia civil a la que llama “es pacífica”, subraya: no es la de las erupciones violentas de otros sectores que han hecho ya dos inquietantes pases a la acción. En Lorca (Murcia) una turba de ganaderos airados tomó un salón municipal de plenos el 31 de enero de 2022, tras tragarse durante el fin de semana precedente bulos sobre el cierre de sus granjas. El pasado 5 de junio, en Salamanca, otro grupo de ganaderos tomó la delegación de la Junta de Castilla y León, alterados por bulos sobre las medidas veterinarias de contención de la tuberculosis bovina -”Están matando animales sanos”-, y mientras la facción Vox del gobierno autonómico mantenía un pulso con autoridades sanitarias locales y nacionales.

El motín, que rebasó a la Policía Nacional y que se saldó con cinco detenidos, fue aplaudido así en las redes por Fernando López Mirones, una de las figuras de SOS Rural: “Ganaderos de Salamanca tomando la Defecación Territorial de la Junta de Castilla y León. Por fin, luchando por los derechos de todos nosotros. Nos están haciendo la cama desde Bruselas”.

Más al sur, en Lorca (Murcia), sigue con dificultad la instrucción judicial del otro asalto de ganaderos enfurecidos, que el portavoz adjunto de Vox en Andalucía, Rodrigo Alonso, describió a sus 14.800 seguidores en Twitter como “la imagen de la desesperación del pueblo que se ve sometido por las políticas globalistas, comunistas y de izquierdas”. El nuevo alcalde del PP ha ordenado a los abogados municipales retirarse de la causa. Algunos de los agresores han dicho al juez que antes de lanzarse contra el salón de plenos de la ciudad “hubo desinformación”.

La hubo, pero no rusa. Algunos testigos tienen relatado al juzgado que el eurodiputado y exministro del Interior Juan Ignacio Zoido les había dicho en visita a las granjas que el ayuntamiento socialista iba a cerrar las explotaciones de cerdos de la ciudad. Otros testigos han referido que lo decían dirigentes de Vox. Lo que en realidad se iba a discutir en el pleno era una norma para alejar granjas de nueva creación 500 metros más allá del centro del casco urbano.

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