El cierre de la legislatura acaba con una relación herida entre PP y Vox en la Comunidad de Madrid. Entre Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio. La portavoz del partido de la ultraderecha ha confirmado este martes que el proyecto que el Gobierno regional había ideado para contrarrestar el impuesto a los ricos de Pedro Sánchez no verá la luz. "No vamos a apoyar una ley de privilegio a los extranjeros si no hay el mismo trato para los madrileños", ha sentenciado Monasterio respecto al proyecto de incentivos fiscales para los patrimonios extranjeros que este jueves se votará en la Asamblea de Madrid.

Pero esta afirmación podría ser interpretada como una abstención, lo cual permitiría que la ley salga adelante, así que ha sido más tajante: “Vamos a votar no a la ley de privilegios extranjeros. No. Vamos a votar en contra, sin duda". La amenaza existe desde hace varias semanas, pero hasta el último momento el sentido del voto de Vox es siempre una intriga. No han sido ni una ni dos sino varias las ocasiones en las que Monasterio ha amagado a lo largo de la legislatura con el no de su grupo a las iniciativas populares y finalmente se ha decantado por una abstención o directamente por dar su apoyo, entre otras cosas, para no aparecer en la foto junto a la izquierda.

Mismas medidas para madrileños

En este caso, la condición que había puesto Monasterio sobre la mesa ha sido desechada por el grupo popular. La portavoz de Vox había solicitado que las mismas condiciones fiscales que se ofrecen a los extranjeros se apliquen también a los madrileños. Desde el PP han argumentado hasta ahora que es una propuesta efectista y sin recorrido, porque no hay tiempo de tramitar ya nada en la Asamblea, que este jueves prácticamente cierra sus puertas.

Díaz Ayuso ha intentado retratar a Vox como un partido ajeno a la gobernabilidad de Madrid y aliada, precisamente, de otras formaciones de la oposición. "No parece que Vox vaya a colaborar para intentar frenar los daños tan importantes que está causando la ocurrencia de Pedro Sánchez (...) Parece que la oposición está a otra cosa y no parece que vaya a prosperar”, ha señalado la presidenta al ser preguntada por la negativa de Monasterio.

Vox, en la foto con la izquierda

Su portavoz en la Asamblea, Pedro Muñoz Abrines, ha insistido este miércoles en esta misma idea que tan poco gusta en Vox, "hemos visto con sorpresa que Rocío Monasterio mantiene exactamente el mismo discurso que Mónica García con respecto a esta iniciativa", pero también ha procurado explicar que lo que Vox proclama, que el proyecto del PP es solo para extranjeros, no es cierto. "Hablan de una supuesta discriminación con respecto a los madrileños en la compra de vivienda, una simplificación absurda”, ha afirmado Muñoz Abrines. Algo en lo que inciden en el equipo de la presidenta, matizando que las ayudas fiscales no son solo para extranjeros sino para patrimonios extranjeros, incluyendo entre estos últimos, aquellos que pertenecen a madrileños que han emigrado y quieren ahora volver.

Efectivamente, la medida tal y como se presentó ante un nutrido grupo de inversores y posteriormente el consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, está pensada para que "actúe de contrapeso" al llamado impuesto de solidaridad aprobado por el Congreso, que pretende anular la bonificación del impuesto de patrimonio que se venía aplicando en Madrid, y que ha sido recurrido ante el Tribunal Constitucional por parte del Ejecutivo regional.

La iniciativa prevé una deducción del 20% de la inversión realizada en la cuota autonómica del IRPF "en todo tipo de activos" en los seis años siguientes y para beneficiarse de de la misma la cuantía no es un condicionante (no habrá un "mínimo" ni un "tope" de la inversión) pero sí que quienes lo realicen hayan vivido fuera de Madrid en los cinco años anteriores a la inversión y fijen su residencia en la región. Con esa falta de límites, el mensaje de la Comunidad es que el incentivo fiscal "no está dirigido a grandes fortunas", en palabras del consejero. E, insisten los populares, tampoco únicamente a los extranjeros.

"Ojalá que rectifiquen”, decía Ayuso. Pero esta vez no parece que los de Monasterio estén dispuestos a cambiar de opinión.