Apuntes políticos

Mediador, la ley del 'sí es sí'... Pam: Sánchez busca cómo recuperar la iniciativa política

El presidente del Gobierno necesita romper una dinámica en la que el ruido interno se impone a cualquier logro político

Mediador, la ley del 'sí es sí'... Pam: Sánchez busca cómo recuperar la iniciativa política.

Mediador, la ley del 'sí es sí'... Pam: Sánchez busca cómo recuperar la iniciativa política.

Pilar Santos

Esta semana el Gobierno de coalición ha acabado con una reforma de las pensiones pactada con Bruselas que, pese a tener una enorme trascendencia, no logra ocupar la parte que se merecería en el debate público. Va a llegar la primavera y el Ejecutivo sigue ahogado por los exabruptos que empezaron a retumbar en diciembre, con las primeras rebajas de condenas a los delincuentes sexuales por la ley del solo 'sí es sí', un choque interno entre PSOE y Unidas Podemos al que se han sumado imágenes casposas de corrupción por el caso Mediador. Pedro Sánchez parece maniatado por unos socios de Gobierno que han olvidado la contención y que, incluso desde la tribuna del Congreso, se atreven a compararle con la extrema derecha. El jefe del Ejecutivo, coinciden varios ministros, sabe que tiene que romper esta dinámica y recuperar la iniciativa política.

Una coalición tocada, pero no hundida

En algunos círculos empresariales y también del PP se fantasea con la ruptura del Gobierno de coalición, algo que descartan ministros socialistas: "¿Cómo explicaríamos el divorcio si vamos a tener que presentarnos a unas generales defendiendo los éxitos, que son muchos, de estos cuatro años de legislatura?", se pregunta una ministra. La coalición está tocada, pero no se puede hundir. "No tendría ningún sentido. El presidente sabe de sobras que tiene que hacer algo, yo no sé el qué. Eso lo consulta con muy pocos", señala otro miembro del Ejecutivo que no quiere lanzar hipótesis sobre una posible crisis de Gobierno que afecte a más ministras que las dos que deben salir antes del 28 de mayo para las elecciones municipales y autonómicas: Reyes Maroto (candidata a la alcaldía de Madrid) y Carolina Darias (Las Palmas de Gran Canaria).

Sánchez tiene que recuperar una autoridad que ha perdido al no cesar a Irene Montero como ministra de Igualdad. Los comentarios de la número dos de Montero, Ángela Rodríguez, más conocida como 'Pam', además de soeces, son estridentes y muestran que no es consciente del cargo que ocupa.

La gestión de las expectativas

Sánchez necesita recuperar tono político cuanto antes si quiere evitar que se asiente la idea de que la pandemia, las consecuencias de la guerra de Ucrania y la coalición con Unidas Podemos le han quemado tanto que no puede seguir en la Moncloa. La mayoría de las encuestas llevan meses advirtiéndole de ese riesgo y colocando al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como ganador de las próximas elecciones generales. Desde diciembre, con la reforma de la malversación, la derogación de la sedición, el caso Mediador y las broncas internas en el Ejecutivo, el dirigente conservador ha vuelto a creerse la posibilidad de ser el próximo jefe del Ejecutivo.

Pero si hace un mes, Feijóo y sus principales colaboradores aseguraban que ese "cambio de ciclo" se vería ya en las municipales y autonómicas de mayo, ahora prefieren mostrarse más cautos. La gestión de las expectativas es difícil en política y ya ningún alto cargo del PP da por hecho que Isabel Díaz Ayuso sacará mayoría absoluta en Madrid o que se impondrán de manera clara al PSOE en las municipales en toda España. "Cuando 7.300 municipios de los 8.100 que hay en todo el país tienen menos de 10.000 habitantes, de manera que los electores conocen al alcalde y lo votan a él, no a Sánchez ni a Feijóo, no puedes hablar de cambio de ciclo o 'moción de censura', como ha hecho el propio Feijóo", se queja un veterano político del PP.

El pasado siempre vuelve

Esta semana ha llamado la atención el perfil bajo de Feijóo. La explicación de los asesores: "No queremos que el Gobierno se distraiga, vamos a dejarle todo el foco con su caso Mediador, las prostitutas y el 'sí es sí'". Para el PSOE, en cambio, es una muestra del miedo que Feijóo tiene a su pasado. Varios altos cargos del partido socialista y del Gobierno, incluido el propio Sánchez, han intentado desviar la atención de sus problemas recordando la relación personal que el actual presidente del PP tenía con Marcial Dorado, condenado por narcotráfico y blanqueo de dinero. Hasta ahora el jefe del Ejecutivo nunca había hecho referencia a esa conexión, que quedó retratada en unas fotografías que 'El País' publicó en 2013.

Entonces Feijóo se temió que la filtración de las imágenes fuera 'fuego amigo', alguien de su propio partido que quería frenar su carrera política. El asunto se olvidó más o menos hasta junio de 2018, cuando Mariano Rajoy dejó la presidencia del PP tras la moción de censura y se abrieron las primarias. Durante días, el supuesto "dosier de Marcial Dorado" volvió a las conversaciones de los dirigentes conservadores. Feijóo, entonces, decidió no dar el paso para suceder a Rajoy, algo que sí hizo Soraya Sáenz de Santamaría, que había sido vicepresidenta del Ejecutivo y jefa del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El pasado siempre vuelve, aunque Feijóo dice que no tiene miedo a nada. "Soy el político más investigado de este país", asegura estos días a quien le pregunta por el tema.

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