"No entiendo nada" o "no entiendo cómo están gestionando las cosas" son frases que salen de distintos miembros de las filas socialistas en Madrid. Se refieren a la elaboración de las listas del partido para la candidatura al Ayuntamiento de Madrid, que está poniendo a prueba la autoridad de las máximas representantes del partido en la formación: la candidata y también ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que no tiene cargo orgánico pero es quien debe dar la cara en la próxima cita electoral, y Mercedes González, que además de delegada del Gobierno en Madrid es la secretaria general de la organización en la capital.

Este pasado lunes estaba previsto que se aprobara formalmente la lista que desde la organización de Madrid ciudad se elevaría al comité ejecutivo regional que dirige Juan Lobato y posteriormente al Comité Federal del partido, donde sería definitivamente ratificada. Pero la cita se pospuso. Aunque formalmente la anulación de ese encuentro se debe a un problema de agenda de la ministra candidata, lo cierto es que coincidió con la filtración de la lista que en principio iba a ser aprobada ese mismo día. La publicación de lo que en el partido dicen que es un "borrador" se produjo, según apuntan en el PSOE, después de que la propia candidata llamara a algunos miembros del partido para informarles sobre su participación en la misma.

En el entorno de la ministra, sin embargo, reconocen que Maroto ha hablado en los últimos días con diversas personas sobre su interés en que les acompañe o no en la candidatura, pero que las conversaciones no han sido, en ningún caso, para confirmar nada, ni su inclusión ni mucho menos la posición concreta en la que irían en la lista. El documento filtrado, apuntan, es claramente un borrador que necesita ser supervisado por la candidata, que tiene margen para elegir a personas que ella entienda que pueden reforzar la apuesta del PSOE por la alcaldía de Madrid, insisten.

Puestos de confianza

El problema de la lista publicada, que según adelantó El Independiente ha provocado un choque entre los equipos de González y de Maroto porque no responde a lo que la candidata quiere para su equipo, es que está repleta de cargos orgánicos del partido a nivel local (secretarios generales de las distintas agrupaciones), que algunos nombres responden más a la confianza de la actual delegada del Gobierno que a la de la candidata y que deja en posiciones de difícil salida a la mayor parte de los concejales actuales, explican en la formación. Si las encuestas publicadas conceden al PSOE un incremento de los 8 concejales actuales a un máximo de 11, solo dos de los actuales ediles aparecen entre esos 11 puestos iniciales, la actual portavoz de Hacienda del grupo y directora de campaña de Maroto, Enma López, y Pedro Barrero.

Las peleas por las listas de un partido para cualquier cita electoral suelen ser habituales cuando se acerca la fecha de su elaboración. Más allá de garantizar el puesto para quienes van en la parte alta de la misma, su contenido suele reflejar el equilibrio de poderes entre las distintas familias de una formación y, sobre todo, son el reflejo de quién puede mantener el control y el poder del partido si el resultado de la cita electoral no es el deseado. Y eso influye también en la forma de proceder de la formación de turno.

"Reyes (Maroto) quiere analizar con más tiempo la lista a la alcaldía y ver qué incorporaciones puede sumar" para que los madrileños vean que apuesta por una candidatura ganadora, revelan en su entorno. Y sugieren que quiere de número dos a alguien de su máxima confianza que no necesariamente tiene que ser el que aparece en ese borrador: Daniel Viondi, diputado en el Congreso de los Diputados y secretario de Organización de los socialistas de la capital. Es decir, número dos de Mercedes González en la formación local.

Desconcierto interno

En el partido no todos entienden por qué la candidata ha puesto en duda la lista que previsiblemente iba a ser aprobada este lunes. "La conocía", insisten en la formación, que señalan que "nadie se la ha impuesto" y que no se explican en qué momento se ha torcido todo. En el PSOE madrileño reconocen que esa lista es consecuencia de los resultados de las candidaturas que han surgido entre las distintas agrupaciones locales y que esos resultados no son vinculantes, de modo que efectivamente cabía margen para su modificación. Por ejemplo, el nombre de Emilia Martínez, actual concejal en el Ayuntamiento, es uno de los que más abajo va en la lista, es decir, con pocas probabilidades de salir adelante, cuando ha sido una de las personas que mayor respaldo ha obtenido entre las agrupaciones.

A Maroto "no le gustan las filtraciones", apuntan en su entorno. Prefiere la "discreción" a la hora de trabajar. Una vez conocida la lista, sugieren otras fuentes del partido, "alguien" le ha debido hacer ver que no era una buena lista, apuntando a una pequeña revolución interna por quienes no han obtenido un buen puesto de salida y que al no tener demasiada fuerza orgánica han optado por darla a conocer. Sin embargo, otras fuentes ponen en duda esta versión de la revuelta entre las filas socialistas y apuntan a una lucha de poder entre la candidata y la organización local. Sea por una razón o por otra, lo cierto es que una vez conocido el borrador, en el equipo de la candidata han querido dejar claro que ella tiene margen y capacidad para modificarla y adaptarla a sus necesidades. Los cambios sobre lo que ya se ha conocido pondrán de relieve el poder de Maroto sobre su propia candidatura, que previsiblemente se ratifique este fin de semana.