Crisis del sí es sí

El PSOE desdeña las peticiones de Podemos para negociar el sí es sí: "Es teatro"

Los socialistas acusan a Podemos de "maniobras de distracción" y critican que "para negociar hay que moverse"

Patxi López, en el Pleno del Congreso.

Patxi López, en el Pleno del Congreso. / EFE

Ana Cabanillas

La carrera por la el relato en la crisis del sí es sí continúa entre los socios de Gobierno sin que exista viso alguno de acuerdo. Las posturas están enconadas, y mientras Podemos se opone a la propuesta socialista, el PSOE acusa a los morados de no moverse de sus tesis. Sin acercamiento en el fondo de la propuesta, la batalla se centra ahora en las formas y en el reparto de culpas por la falta de acuerdo. Y es en este punto donde los socialistas se mueven, después de que el Ministerio de Igualdad elevara este fin de semana una petición de reunión al Ministerio de Justicia para tratar de abordar una solución pactada. 

En el PSOE no dudan en desdeñar la estrategia de los morados, que en los últimos días se han esforzado en exhibir una posición conciliadora y en búsqueda de entendimiento. Fuentes bien situadas en las filas socialistas cuestionaban duramente la petición de una reunión “filtrada” a los medios de comunicación por el departamento de Irene Montero. “Qué es esto de pedir reuniones que son un teatro”, lamentaban. 

Critican los socialistas que esta última propuesta no era más que una “maniobra de distracción” de los morados para escenificar voluntad de acuerdo sin moverse en realidad de sus tesis. “Para negociar hay que moverse”, es la principal crítica lanzada desde el partido, donde consideran que los últimos pasos de Podemos son “bombas de humo" que tienen el objetivo de "disimular” su inmovilismo y desviar la atención hacia los socialistas. 

Las discrepancias de fondo

Más allá de la pugna por sacudirse responsabilidades, las diferencias en el fondo de la norma también son patentes. La propuesta registrada en solitario por el Grupo Socialista incluye las agresiones sexuales con violencia o intimidación como un subtipo penal, algo que para Podemos constituye “eliminar el consentimiento del centro” de la norma, y abogan por introducir estos factores como agravantes de un único tipo penal. Un planteamiento que, según el ala socialista, conlleva el riesgo de que se puedan “sobredimensionar las penas de aquellos casos menos graves”, al no establecer una diferenciación clara. 

En las filas moradas, y más especialmente en los cargos del Ministerio de Igualdad, han multiplicado sus apariciones públicas para relatar las numerosas propuestas enviadas al ala socialista para tratar de acercar posturas. La semana pasada las negociaciones se paralizaron después de que el PSOE registrase en el Congreso su propuesta, pero desde Igualdad han seguido exhibiendo voluntad negociadora a través de los medios de comunicación.

En Moncloa se levantaron las alarmas la semana pasada por la estrategia comunicativa de su socio de coalición. En una reunión avanzada por El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, desde el Grupo Socialista se trasladó a sus cargos públicos la necesidad de mejorar la difusión de sus argumentos a través de los medios, ante el temor de que Podemos consiguiera hacer calar su mensaje de que el PSOE trataba de eliminar el corazón de la norma.

Los plazos

El portavoz parlamentario socialista insistió en rueda de prensa en el Congreso en la urgencia de reformar la Ley de Libertad Sexual, que ha provocado cientos de rebajas de penas a agresores sexuales condenados. El dirigente urgió a “parar la sangría” y “cerrar la herida” que ha provocado “rechazo y alarma social”. El PSOE quiso acelerar la reforma en el Congreso pero su intento fue frustrado por Podemos, Bildu y ERC, que impidieron que se debatiera la semana que viene en el Pleno.

Finalmente, la pugna en el seno del Gobierno se mantendrá hasta el 7 de marzo, en la víspera del 8M, Día de la Mujer, cuando se debatirá esta proposición de ley. La aprobación de la iniciativa está garantizada, ya que tanto PP como Ciudadanos han confirmado que la apoyarán para facilitar la rectificación de la norma ante los efectos indeseados. Unos apoyos que el PSOE también se esfuerza en desdeñar: "Queremos acuerdo con todos aquellos que quieren la ley. Porque hay otros que se apuntan ahora, pero que no quieren la ley".