La batalla cruenta a la izquierda del PSOE escenifica una tregua. Cuando se cumplen seis semanas de la ofensiva que Pablo Iglesias lanzó contra Yolanda Díaz, a la que se unió la dirección de Podemos, el escenario parece haber cambiado radicalmente. Las durísimas críticas que el principal referente del partido vertió en su discurso durante la Universidad de Otoño llegaron seguidas de otros muchos señalamientos que fueron secundados por dirigentes morados de primera línea. 

Después de las críticas mantenidas en el tiempo, Iglesias parece haber declarado un alto al fuego. Un perfil bajo en lo que se refiere a la pugna con la gallega que, apuntan algunas voces del espacio, podría ser consecuencia de la encuesta publicada por el Grupo Prisa, que mostraba una debacle de la izquierda en caso de que Podemos y Yolanda Díaz concurran por separado a las elecciones. En caso de que se produjese una ruptura y cristalizasen dos candidaturas distintas, la mayoría del electorado de izquierdas -incluido el voante de Unidas Podemos- considera que Pablo Iglesias sería el principal responsable. Una circunstancia que, consideran algunos, podría haber influido en el súbito silencio del dirigente.

En el partido, hay voces que consideran que “esta encuesta ha generado una sensación de bálsamo” en la herida abierta en la izquierda, porque “la gente quiere unidad” y celebran el hecho de que el ruido haya cesado por parte del ex vicepresidente del Gobierno. Aunque advierten de lo “momentáneo” de los sondeos, consideran que los dos escenarios que se abren es que “o ganamos todos o perdemos todos”, y apuntan a que el sondeo puede haber marcado un punto de inflexión en la deriva frentista del espacio. En los últimos meses, la irrupción de Iglesias en el escenario político ha generado cierta incomodidad entre sus propios dirigentes; mientras los territorios de Podemos huían de la refriega abierta en Madrid, otros de sus cuadros censuraban la actitud del ex secretario general, que sigue ejerciendo el poder en la sombra.

La encuesta, publicada el pasado martes 6 de diciembre, provocó una reacción adversa de un sector de Podemos, que puso en duda la veracidad de los datos. Un cuestionamiento que otras voces de Podemos rechazan de plano. Defienden la seriedad de la encuestadora 40dB, responsable del estudio y advierten de que es vox populi en Podemos que la directora del estudio, Belén Barreiro, realizó trabajos para el partido morado hasta hace unos pocos meses. 

Según el estudio realizado por la encuestadora 40db, si UP, IU, Más País y Sumar concurrieran unidas, obtendrían 57 diputados -19 más que UP en 2019-, frente a los 32 que lograrían por separado (23 de Díaz, 7 de Podemos y 2 de Más País). Esa es la primera lectura de muchas, y puede que la más relevante. Pese a la volatilidad de las encuestas, la imagen fija que ofrece es la de una posición subalterna del partido morado frente a la plataforma de la vicepresidenta, que superaría con creces en apoyo a la formación. 

En el espacio, hay quien apunta a otro dato para explicar el repentino silencio de Pablo Iglesias respecto a Díaz. Y es que el sondeo pregunta sobre quién recaería la responsabilidad en caso de ruptura en la izquierda de cara a las generales, arrojando uno de los datos más llamativos: entre el electorado potencial de Sumar, casi la mitad (el 44,7%) apuntaría directamente a Pablo Iglesias como responsable de una eventual ruptura. Un señalamiento que persiste en el electorado de Unidas Podemos: uno de cada cuatro votantes de UP (un 26,8%) apunta al ex vicepresidente de Gobierno como responsable último de la fractura. El votante morado sitúa a Yolanda Díaz en segundo lugar, muy por detrás, con un 12,6%.

La feroces críticas de Iglesias parecen haber menguado en los últimos días, aunque entre los partidarios de Yolanda Díaz hay quien toma este silencio con cautela ante lo “imprevisible” del dirigente de Podemos y actual presidente de su fundación, Instituto y República. Iglesias abrió su ofensiva en el discurso final de la Universidad de Otoño de Podemos, pero prolongó su ofensiva durante semanas, criticando a la vicepresidenta por lo "miserable" de “ponerse de perfil” después de la polémica de Irene Montero por las rebajas de penas a agresores sexuales; también reprochando su falta de respaldo a Victoria Rosell para el CGPJ -el acuerdo estuvo a punto de volar por los aires el espacio confederal-, o censurando reiteradamente a Díaz por no dar más protagonismo a Podemos. 

El sondeo enfría a Montero

Esta ofensiva de Iglesias discurría en un carril paralelo a otra campaña abierta en el partido para lanzar a Irene Montero como candidata alternativa a la vicepresidenta gallega. La ministra de Igualdad llegó a aprovechar uno de los viajes de la dirigente a Latinoamérica para tomar las riendas de la coalición y marcar su impronta en las formas y en el fondo, en una “demostración de fuerza” a modo de advertencia a Yolanda Díaz, según consideran algunos en el espacio.

Sin embargo, la encuesta publicada por el grupo Prisa -donde Iglesias también trabaja como colaborador- arroja otro dato que deja muy comprometida una eventual candidatura de Montero. Y es que, entre la población en general, dando a elegir entre los líderes de la izquierda, Yolanda Díaz es la favorita para presidir el Gobierno para casi un 48%, frente al 19% de Errejón, el 13% de Alberto Garzón, el 7,6% de Pablo Iglesias o el 7% de Irene Montero. La Ministra de Igualdad queda en la parte baja de la tabla en cuanto a popularidad; una posición que también se repite entre sus propios electores.

De quienes votaron a Unidas Podemos en las últimas generales, el 48,2% ve a Yolanda Díaz como su favorita para la Presidencia del Gobierno; en segundo lugar está Iglesias, con un 18.9%; Iñigo Errejón ocupa el tercer puesto con un 10% y sólo en cuarto lugar aparece Montero, que es la favorita para el 9,7% de los votantes de UP.

En el escenario de división que plantea el estudio -entre quienes permanecerían en Podemos en caso de ruptura, y quienes se irían a Sumar-, el fuerte apoyo a Yolanda Díaz contrasta con el que recibe Montero. Entre quienes votarían el proyecto de Díaz, el 93,2% la prefiere como presidenta del gobierno. Entre los fieles a Podemos, esa preferencia está más repartida entre Yolanda Díaz (40,9%), Pablo Iglesias (31,8%) e Irene Montero (16,7%).