El Congreso aprueba entre tensiones la derogación de la sedición y la rebaja de la malversación

La posibilidad de que el Tribunal Constitucional impidiese la votación de la proposición de ley para reformar el Código Penal ha sobrevolado toda la mañana el Congreso de los Diputados. Sin embargo, finalmente, esta decisión no ha llegado y la Cámara Baja, tras un tenso y bronco debate, ha aprobado la norma que deroga la sedición, sustituyéndola por otro delito de desórdenes públicos agravados, y rebaja las penas del delito de malversación. El acuerdo entre el Gobierno y ERC queda así ratificado a expensas de una última votación en el Senado que, previsiblemente, se votará la próxima semana.

Tras una tramitación exprés -solo han pasado 34 días desde que la proposición de ley llegó al Congreso-, el Gobierno ha logrado 184 votos a favor para modificar el Código Penal. A los votos de PSOE (120) y Unidas Podemos (33) se han sumado los de ERC (13), PNV (6), EH Bildu (5) y otros partidos minoritarios. En contra se han posicionado 64 diputados, los de las bancadas del PP, Vox, Cs y otras formaciones.

La proposición de ley elimina el capítulo 1 del título XXII del Código Penal que recoge este tipo delictivo y lo sustituye por un nuevo delito de desórdenes públicos agravados que conlleva penas de entre 3 y 5 años de cárcel. Además, diferencia en el delito de malversación si hubo lucro o no y rebaja las condenas de estos últimos. Con estas dos reformas se beneficiaría a los condenados por el 'procés'. Por otro lado, se creta un nuevo delito para perseguir aquellas personas que han ocupado un cargo público y hayan tenido un "enriquecimiento ilícito" superior a los 250.000 euros y otro para los empresarios que incumplan reiteradamente la legislación laboral.

Duras críticas

El Tribunal Constitucional ha tenido en vilo a todo el Congreso durante gran parte del día. El alto tribunal convocó un pleno este jueves para estudiar un recurso presentado por el PP en el que reclaman paralizar de forma 'cautelarísima' la votación de la proposición de ley ya que consideraba que la Mesa de la Comisión de Justicia del Congreso permitió tramitar dos enmiendas que se introdujeron al dictamen para desbloquear la renovación del TC que nada tenían que ver con el asunto mollar de la norma. No obstante, el alto tribunal ha aplazado la decisión al próximo lunes.

El TC aplaza su decisión hasta el lunes y no suspende la votación del Congreso sobre su reforma exprés

El debate ha sido de alta tensión. Nada más empezar, los portavoz de PP, Vox y Cs han pedido la palabra para denunciar esta situación y reclamar a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet (PSC), que aplazara el debate a la espera de que el Constitucional se pronuncie. No obstante, Batet ha asegurado no tener conocimiento alguno de una resolución del TC y, por lo tanto, ha permitido seguir la tramitación.

El Congreso aprueba la reforma expres del Gobierno en uno de los plenos más broncos de la legislatura

Durante el debate, Cuca Gamarra, portavoz del PP, ha atacado con mucha dureza al Gobierno de coalición y al propio Pedro Sánchez, al que ha acusado de "cobardía" por no estar presente en el hemiciclo. El jefe del Ejecutivo estaba en ese momento participando en el Consejo Europeo en Bruselas. La dirigente popular ha reclamado a socialistas y morados que sean "valientes" y lleven la propuesta sobre el Constitucional de manera desgajada, de forma que se pueda debatir. Además, ha pedido que convoquen las elecciones y "que hablen los españoles".

Los 52 diputados de Vox han decidido ausentarse del hemiciclo. Ya en el pasillo, su líder, Santiago Abascal, ha afirmado que "España está a los pies de los caballos frente a un Gobierno dispuesto a todos" y ha asegurado que siguen trabajando para presentar una moción de censura con un candidato alternativo, aunque no ha descartado ser él mismo. La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha criticado que el Gobierno quiera aprobar reformas "claramente inconstitucionales" y lo ha comparado con "lo que hizo el separatismo en 2017".

Alusiones a la historia

"Hace 41 años la derecha ya intentó parar un pleno y la democracia con tricornios y hoy lo han intentado con togas", ha sido la respuesta del portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, comparando la posible decisión del Tribunal Constitucional con el golpe de estado de 1981. La bancada de la izquierda ha roto en gritos y protestas y Gamarra ha reclamado la palabra para denunciar que cuando entró Antonio Tejero en el Congreso era el "centro derecha" quien ocupaba la bancada de Gobierno.

Las alusiones de Sicilia al 23F no han sido las primeras, aunque sí las que más polémica han generado. Antes, el portavoz de ERC. Gabriel Rufián, ya había hecho una comparación similar: "Hablo con el miedo de que entre Tejero con toga, porque ya no entran con pistolas, entran con toga".