La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, da por hecho que no hay negociación posible con Vox y que no podrá aprobar unos nuevos presupuestos. Esto significa que decaerán todas las propuestas de nueva inversión previstas en el proyecto que se está ya tramitando en la Asamblea, que suma más de 25.000 millones de euros y un incremento de gasto de 2.700 millones de euros.

Tras anunciar esta mañana que abría la mano a negociar algunas de las enmiendas que la formación de Rocío Monasterio ha registrado fuera de plazo, Ayuso ha ratificado en una comparecencia pública tras el consejo de Gobierno celebrado en Fuenlabrada que "no" va a "trasladar ninguna oferta" a Vox, una vez que esta formación, a pesar de haber sido su socio de Gobierno durante toda la legislatura, ha decidido ahora seguir "una estrategia por su cuenta".

Las declaraciones de la presidenta de la región responden a su vez a las realizadas por Monasterio en la Asamblea esta mañana, que ha reiterado su rechazo a apoyar los presupuestos acusando al PP de no tener voluntad política para negociar. La opción de Ayuso es que los presupuestos se voten en el pleno de la próxima semana en la Asamblea de Madrid y si hay prórroga, como se prevé, analizar si "a lo largo de 2023 se pueden presentar medidas para seguir mejorando".

Ayuso ha repetido que la voluntad de Vox nunca fue negociar con su gobierno, ha desvelado que la reunión que el equipo de Monasterio mantuvo con el consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, apenas duró "minuto y medio" y ha apuntado que todo se debe, en su opinión, "al desconocimiento parlamentario" de Vox, que ahora "busca un relato" para enmendarse del error.

La presidenta ha asumido que con la prórroga propuestas relacionadas con "las becas, reformas en centros de salud o los intercambiadores de Legazpi y Chamartín" decaerán, pero ha restado importancia al asunto aludiendo a la pericia de sus consejeros: "Afortunadamente estoy rodeada por buenos consejeros que ante la incertidumbre dan estabilidad".