Un empate técnico en una encuesta electoral se produce cuando dos partidos políticos tienen casi la misma cantidad de votos y los márgenes de error se “superponen” entre sí. Esto hace que estadísticamente sea imposible determinar qué opción está por encima o por debajo en un momento concreto de la carrera electoral.

A un año de las generales y seis meses de las municipales, la mayoría de los medios de comunicación se han lanzado a publicar encuestas rutinarias sobre la carrera entre los diferentes partidos. Saber cómo evoluciona la intención de voto en un contexto de incertidumbre y con una alta competitividad electoral es de interés informativo, ya que las estrategias del Gobierno y la oposición son frecuentes que varíen en función de cómo vayan en las estadísticas.

En los últimos tiempos, sin embargo, no es extraño ver cómo dos o más candidaturas compiten electoralmente con apoyos similares y llegan a la jornada de los comicios con intenciones de voto igualadas (y no necesariamente tienen que ser los dos partidos en cabeza). En estas situaciones es común que la disparidad sea tan estrecha que a través de las encuestas no se pueda determinar la diferencia entre los partidos.

Los márgenes de error

La clave de la fiabilidad de una encuesta son sus márgenes de error. En un sondeo electoral, es habitual encontrarse con unos márgenes de error de alrededor del 3%. Esto significa que si en una pregunta obtenemos que el 32% de los electores quieren votar al candidato A, en realidad, el valor real estaría entre el 29% y el 35% (32% - 3% / 32% + 3%). Si el candidato B registrara entre los encuestados un 30% de intención de voto, ambas formaciones políticas se encontrarían en “empate técnico” porque estadísticamente no se puede determinar quién va por delante.

En la encuesta de Gesop que publicó recientemente esta cabecera, ya se aprecia este fenómeno entre los dos partidos principales. La estimación de voto establecía que, de celebrarse elecciones en este momento, el PP obtendría el 28,6% mientras que el PSOE ganaría el 26,2% de los votos. Sin embargo, al tener la encuesta un margen de error del 3,16% y "tocarse" los umbrales de error, ambos partidos se encuentran en empate técnico en este momento. Tendencia que se está viendo en los sondeos de otras casas encuestadoras en las últimas semanas .

Para determinar qué partido va en cabeza en las encuestas, las tendencias de voto deben alejarse más allá de los márgenes de error para ver la diferencia y de esta forma estimar con precisión el orden de los partidos. 

Aunque los partidos que va en cabeza suelen acaparar toda la atención mediática cuando hay un empate técnico, es también importante verlo en otras circunstancias. Un ejemplo es el visto en las últimas elecciones autonómicas a la Asamblea de Madrid. En las últimas semanas se apreció un fuerte apoyo a Más País frente al PSOE y se tenía dudas sobre qué formación quedaría segunda en el tablero electoral. Finalmente, el partido aguamarina se impuso por la mínima a los socialistas.

Empates más allá del voto

El empate técnico es una situación que puede producirse en cualquier sondeo sin que la pregunta tenga que ver con la intención de voto. Siempre que dos opciones estén muy cerca y sus márgenes de error se superpongan, será imposible definir qué opción cuenta con más apoyo social.