Este año también habrá homenaje a José Antonio Primo de Rivera en Alicante. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ) ha desautorizado a la Subdelegación del Gobierno, anulando la resolución que impedía a la Falange celebrar un acto en homenaje a Primo de Rivera en la ciudad de Alicante. El TSJ considera que la decisión administrativa no está suficientemente motivada y ha de prevalecer por tanto el derecho fundamental a la reunión y la manifestación.

Así, el acto se podrá celebrar el próximo 26 de noviembre en la ciudad de Alicante, de 10 a 14 horas, con inicio en la avenida de Orihuela, frente al actual albergue de la Florida y que en su día fue la conocida como "cárcel de José Antonio", y final en el cementerio de Alicante, frente a la tumba que acogió en su día al fundador de la Falange Española.

La resolución del TSJ, que es firme, tumba los dos argumentos esgrimidos por la Subdelegación para prohibir el homenaje, que ya se celebró el pasado año. Sobre la posible alteración del orden por parte de terceras personas contrarias a que se celebre la manifestación creando una cierta inseguridad en los barrios de la zona, el TSJ asegura que "la justificación carece de solidez y solvencia". "Se expresan de manera dubitativa en cuanto a la creación de una situación de inseguridad. Estas dudas -según el TSJ- no pueden preponderar ante la necesidad de hacer prevalecer la tutela de un derecho fundamental como el que este caso se ejercita. Se precisarían indicios expresados con mayor certeza para hacerlos sobresalir respecto de la tutela que el derecho ejercitado precisa".

Por otra parte, según la resolución del TSJ, "es evidente que el ejercicio de un derecho no puede depender de la voluntad de terceros contrarios al partido que convoca la manifestación". "Es manifiesto que si dependiera el ejercicio del derecho de la voluntad de los contrarios que lo entorpecieran ninguna manifestación podría celebrarse ya que probablemente encontraríamos dificultades sobre todo cuando la manifestación se convoca por partidos minoritarios a los que no por esa razón se les podría negar tal derecho. El argumento decae por su escasa fuerza de convicción", apunta la resolución del TSJ.

En cuanto a la segunda razón que funda la prohibición de que al realizarse en el cementerio donde se llevan a cabo trabajos de exhumación de víctimas de la Guerra Civil se podrían aprovechar materiales de obra para lanzarlos con peligro para las personas, teniendo en cuenta que el año pasado se produjo la fractura de una lápida conmemorativa de las personas allí enterradas por la Guerra Civil, el TSJ decreta que "además de tratarse de una simple conjetura o cábala que no tiene precedente en hechos como los que se temen, aún en la hipótesis de que pudieran ocurrir, cabría la posibilidad de alterar el itinerario de la manifestación hasta las puertas del cementerio para evitar los lanzamientos pero sin prohibir una manifestación que hasta ese lugar podría transcurrir sin ningún tipo de disturbio, altercado o incidente", subraya el auto, sobre el que no cabe recurso.

Prohibición, recurso... y manifestación

Hace una semana, se conoció que la Subdelegación del Gobierno de Alicante había prohibido la manifestación de homenaje a José Antonio Primo de Rivera, que los organizadores pretendían que se celebrase el próximo 26 de noviembre en la ciudad de Alicante, con inicio en la avenida de Orihuela y final en el cementerio de Alicante.

El pasado año, unos sesenta nostálgicos de La Falange sí recibieron el permiso para manifestarse y, posteriormente, ante la antigua tumba del dictador José Antonio Primo de Rivera en el cementerio Municipal de Alicante. La mayoría de los presentes fueron hombres de mediana edad ataviados con camisa azul y botas negras. Los asistentes terminaron el acto realizando el saludo romano, cantando el "Cara al Sol" y realizando proclamas falangistas como "Arriba España" o "José Antonio, presente".

Coincidiendo prácticamente con ese acto, tal y como recuerda la resolución de la Subdelegación, la lápida del Cementerio Municipal de Alicante en recuerdo de las víctimas de los 71 bombardeos que sufrió la ciudad por parte de la aviación fascista durante la Guerra Civil apareció golpeada hasta quedar reducida a trozos. La anónima acción que destruyó el memorial situado en la fosa común donde yacen los restos mortales de muchos de esos alicantinos se detectó al día siguiente de realizarse un acto de exaltación de Primo de Rivera.