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Consejo nacional del partido

Junts trata de enfriar la controversia interna para centrarse en las municipales

Turull logra, por ahora, evitar el choque frontal por asuntos como el 'caso Dalmases'

El secretario general de Junts, Jordi Turull; la presidenta de Junts, Laura Borràs y el líder del partido en el Parlament, Albert Batet, antes de que termine la votación de Junts, en las puertas de la sede de la formación. EP

Le está costando, pero Jordi Turull, secretario general de Junts per Catalunya, ha conseguido, por ahora, abortar las tentaciones más extremas entre los dos sectores enfrentados abiertamente en su partido tras la decisión de salir del Govern. Tentaciones que pasaban por un lado por llevar a Francesc de Dalmases ante las bases del partido para decidir si se le suspende de militancia o incluso por cuestionar los métodos de votación en los recientes congresos del partido.

Turull ha perdido simpatías entre los suyos, que le han exigido más mano dura contra los de Laura Borràs o una posición pública favorable a quedarse en el Govern. Pero ha conseguido evitar la zozobra interna. Y, por ello, el consejo nacional que celebra Junts este sábado, si no hay sorpresas de última hora, evitará hurgar en la batalla interna. Y, para ello, nada mejor que centrar las miradas en el adversario, que no es otro que ERC, y en la decisiva cita con las urnas del próximo mayo, los comicios municipales.

A Turull las bases territoriales le han exigido que ponga orden y que centre los mensajes en las elecciones, de lo contrario la imagen del partido se centraba, día sí y día también, en los episodios protagonizados por Borràs y su entorno. Ya sea por la bronca de Dalmases a una periodista, por las cuentas falsas en Twitter para lanzar mensajes agresivos o por contratar a un asesino convicto de ultraderecha como perito judicial en la defensa judicial de la presidenta del partido.

Una batalla sin tregua

La batalla interna sigue intacta. Las posiciones son insalvables y unos y otros en privado admiten lo mismo: que ambas posiciones son incompatibles, que el partido ha de afrontar una catarsis, una ruptura o una escisión. Los moderados quieren que Borràs y sus seguidores se marchen. Los que apoyaron la salida del Govern, en cambio, creen que los exconvergentes han quedado tocados y están descolocados porque han perdido su cargo, del que vivían durante años.

En este terreno se mueve Turull tratando de evitar el cisma mediante cesiones y pactos. Un mensaje habitual del secretario general en privado es que debe cesar la batalla porque lo importante para Junts es trasladar la idea de que ERC se ha quedado sola en el Parlament, de que está renunciando al independentismo y que es JxCat el que sigue defendiendo las posiciones más coherentes. Por ello el consejo nacional de este sábado podría centrarse en las críticas al pacto PSOE-ERC sobre el delito de sedición. Y en mantener una oposición firme al Govern de Pere Aragonès en frentes como el de los presupuestos o las políticas sectoriales.

Trias como revulsivo

Lo que el partido espera como agua de mayo es que el exalcalde de Barcelona y exconseller, Xavier Trias, formalice su candidatura para optar de nuevo a la alcaldía de la capital catalana. Lo esperan sobre todo los otros alcaldables metropolitanos, que esperan que este anuncio actúe como revulsivo para impulsar el resto de candidaturas. Además, el sector moderado posconvergente quiere que Trias presente una lista con perfiles dialogantes alejados del espacio de Borràs, para lanzar un mensaje a la presidenta del partido a la que quieren ir arrinconando políticamente mediante candidatos de perfil moderado en el territorio.

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