Reyes Maroto, la nueva candidata del PSOE para el Ayuntamiento de Madrid tiene varios retos por delante, y la primera barrera está en ella misma, en desafiar las expectativas generadas. Desde el pasado verano se sabe que Ferraz quería lanzar a alguien con proyección tras descartar a la que parecía la persona elegida, la delegada del Gobierno en Madrid, por su escaso conocimiento entre la población. Será alguien "conocido", "muy querido", "con experiencia", empezaron a decir desde la dirección socialista cuando retrasaron las primarias de septiembre a noviembre. Y hemos llegado a noviembre con Jorge Javier Vázquez incluido en las quinielas. Superar las expectativas por el gran fichaje, dentro y fuera de su partido, será, por tanto, su primer reto. Fuera, según el último CIS, apenas el 49,6% de los españoles la conoce y le conceden un suspenso como al resto de los ministros del Gobierno.

Desafío a las encuestas

Detrás vienen los siguientes. De cualquier candidato se espera que salga a ganar, pero las encuestas, aunque son solo una foto fija del momento, van marcando una tendencia y la del PSOE no apunta de momento a la cima. Aunque mejora desde los resultados de Pepu Hernández en 2019, no parece que las encuestas acerquen a los socialistas a la primera fuerza, así que su siguiente reto es enfrentarse a la demoscopia.

La formación de Pedro Sánchez, que llegó a la Presidencia del Gobierno tras haber pasado una temporada como concejal en el Ayuntamiento de Madrid, no gobierna la capital desde que en 1989 Juan Barranco fue desalojado del poder por una moción de censura (y en la Comunidad tampoco le ha ido mucho mejor, pues dejó de gobernarla en 1995 y desde entonces sigue en la oposición). La única manera de recuperar la alcaldía en las próximas elecciones, tal y como está hoy dividido el voto de la izquierda, es sumando con su rival y a la vez aliado, Más Madrid.

Doblar resultados

A la espera de un resultado ganador, la candidata socialista tendrá que pelear por ganar posiciones y volver a situarse como primera fuerza de la oposición, dando de nuevo el 'sorpasso' a Más Madrid. En las últimas encuestas publicadas, los ciudadanos premian al PSOE con un mejor resultado, pero de momento no lo suficiente como para superar a la formación de Rita Maestre. En la formación socialista repiten desde hace meses, queriendo convencerse, que ni Más Madrid está haciendo una buena oposición como alternativa de gestión en el Ayuntamiento ni su líder consolidándose como portavoz. Pero para doblegar a esta formación, el PSOE debe prácticamente doblar sus resultados, pues tanto en 2015 (año en el que comenzó la legislatura de Manuela Carmena) como en 2019, Más Madrid obtuvo más de 500.000 votos (alrededor del 30% del total) y el PSOE no alcanzó los 250.000, situándose entre el 13% y 15% del voto.

Unión del partido

Pero es cierto que la propia encuesta de Más Madrid concede que el PSOE está mejorando posiciones, ganando incluso 3 escaños (de 8 a 11) y parte de ese mérito, además de a las propias siglas, se podría atribuir a su actual portavoz, Mar Espinar. Y por aquí pasa el siguiente reto: mantener unidos a los socialistas de Madrid en torno a su candidatura para seguir mejorando resultados.

Espinar sustituyó en el cargo a Pepu Hernández hace poco más de un año y, a pesar de que Mercedes González, la delegada del Gobierno en Madrid, parecía la elegida para competir con Almeida, en algún momento de estos últimos doce meses algo se truncó entre ellas y la portavoz no pareció hacerle ascos a ocupar ese lugar. Apartada ahora de esa posibilidad, debe decidir qué papel quiere jugar en el grupo municipal, remando a favor de la candidata de Pedro Sánchez, presentando una alternativa o apartándose y dejando jugar al resto.

Y en esa labor tejedora del equipo, la candidata debe ver en qué lugar sitúa a otra edil, Enma López, de la que, dicen en el partido, "se fían poco" por sus aspiraciones a ocupar un lugar relevante, aunque, a su vez, apuntan que puede ser un peón que es mejor no soltar por lo que puede sumar.

Pero más allá de los nombres propios, Maroto tendrá que convencer a los suyos de que es la persona adecuada para la gesta que hoy empieza, después del desconcierto que se ha generado estos días por la estrategia seguida por la dirección del partido en torno a la candidatura y de que distintas fuentes hayan reconocido a los medios que no la veían como el mirlo blanco que desbancará a Martínez Almeida.

Debilitar a Almeida

Al mismo tiempo que mira hacia adentro, la candidata del PSOE debe también mirar hacia afuera, hacia el alcalde. Su siguiente desafío es debilitar al alcalde. Las encuestas continúan dándole ganador, sobre todo porque absorbe gran parte del voto procedente de Ciudadanos, pero en el PSOE siguen pensando que es "el eslabón más débil de Madrid" y que si la tendencia continúa, la izquierda puede sumar y desbancarle.

Empaparse de Madrid

Una vez que el alcalde ha abandonado su papel como portavoz nacional del PP, la oposición ya no tiene tan fácil argumento para echarle en cara que prefiera dedicarse a la política de partido que a la gestión. Y para criticar esto último, la representante del PSOE deberá empaparse de Madrid.

Maroto ha sido diputada en la Asamblea de Madrid antes que ministra de Industria, Comercio y Turismo, pero como militante de la agrupación de Alcorcón no se ha pateado las calles de la capital. Para ponerle sobre la pista de los asuntos más relevantes, en cualquier caso, contará, previsiblemente, con los concejales de la ciudad que, al menos hasta que se elaboren las listas, aleccionarán a la aún compañera de gabinete de Sánchez, entre otros, en torno a la limpieza de la ciudad, el reequilibrio territorial que apueste también por los barrios del sur y del este, los problemas de contaminación, la apuesta por la movilidad sostenible y el transporte público, el rompecabezas del acceso a la vivienda en Madrid o el ruido, la convivencia y todo lo referente a la polémica ordenanza de terrazas