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Guerra de Ucrania

La Armada vigila la actividad de barcos rusos sobre cables submarinos en aguas españolas

Tres detecciones destacadas de intrusos desde la primavera pasada

Centro de vigilancia del Covam de la Armada en Cartagena.

El sistema militar de vigilancia de aguas territoriales ha detectado tránsito, creciente en el último año, de embarcaciones rusas sobre o cerca de grandes cables submarinos de datos, los que conectan digitalmente a España u otros países europeos con el exterior, confirman a este diario fuentes de la Armada.

Estas fuentes cifran en tres las “detecciones principales” desde junio pasado. Son secretos el número total de detecciones, el tipo de barco avistado y su localización, información cuya obtención corre a cargo del Centro de Operaciones, Vigilancia y Acción Marítima de la Armada (COVAM), con centro operativo en Cartagena. Esa unidad naval, que coordina datos de fuentes abiertas y cerradas de vigilancia del tráfico marítimo, presta atención también a las prospecciones no autorizadas en aguas españolas.

Los barcos pescadatos, tratan de captar el tráfico digital que discurre aguas abajo u obtener medidas para realizar un mapa de su trazado

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Entre ellas, las más discretas, las de barcos pescadatos, buques espía que tratan de captar el tráfico digital que discurre aguas abajo –pese a la gruesa protección física, incluso refuerzo antimagnético, de los cables submarinos- u obtener medidas para realizar un mapa de su trazado.

Con frecuencia “son pesqueros o buques comerciales camuflados, detenidos o navegando lentamente sobre el cable, o a más velocidad pero con rumbo no lógico y una proximidad ilógica al cable. Algunos lo ocultan tras misiones científicas”, comentan las mismas fuentes.

La navegación de barcos militares o civiles rusos en la vertical de cables submarinos no puede ser interceptada por España si se realiza en aguas internacionales. En cada ocasión en que ha ocurrido en aguas de la Zona Económica Exclusiva, el COVAM ha activado un “posible RUP”, aviso de la detección de un barco ruso en actitud sospechosa, y una embarcación militar española –generalmente patrullera o corbeta- ha tenido que “llegar hasta el punto, ponerse a su lado e invitarlos a irse”, explican.

También la minería

Las fuentes navales consultadas admiten que el COVAM y otros sistemas de vigilancia naval “han reforzado la atención sobre las infraestructuras críticas submarinas” desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. El mar territorial es, en cualquier caso, territorio de alertas: por sus 8.000 kilómetros de costa hace este país el 80% de su comercio exterior y recibe el 90% de su suministro energético exterior.

Además, y este no es un asunto de preocupación estratégica menor, el 94% del tráfico de internet por cable a y desde España se realiza bajo el agua. Y bajo el agua circulan comunicaciones vitales, del máximo valor estratégico, de la península con Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.

En 2021, el COVAM detectó 409 violaciones de aguas territoriales, registró 1.240 incidencias relacionadas con la inmigración y 388 con el narcotráfico. Entre las intrusiones en aguas territoriales no todo son despistes de un piloto que no hace hailing (no informa ni responde), y algunas tienen lugar en el límite del territorio. Sobre el monte Tropic, pico submarino al sur de Canarias, de alto valor por las riquezas mineras que guarda bajo aguas en discusión entre España y Marruecos, los ojos de la Armada han comprobado que hacían prospecciones un barco ruso… y también a otro británico; los dos este verano.

Cables estratégicos

En Canarias, los barcos rusos utilizan el Puerto de la Luz (Gran Canaria) para trasvasar tripulación o aprovisionarse, especialmente los pesqueros que vienen del sur de África. Pero los que recorren sospechosamente los cables no suelen parar en Las Palmas.

A Canarias llegan cables de alto valor como los Canalink que parten de Rota y Conil, o el SAT3/WASC, que sale de Chipiona (todas en Cádiz). De Estepona (Málaga) y La Línea de la Concepción (Cádiz) parten conexiones también importantes hacia América y Europa: el Flan Europe Asic y el cable EIG.

Se pueden realizar mapas del fondo con drones submarinos, autónomos o gobernados por filoguía

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En el Mediterráneo, otra maraña viene bajo el agua desde el Este. Los cableados del Sistema Medusa y del Penbal 5 acaban en Gavá (Barcelona). De Sagunto y Valencia parten hacia Baleares las redes Balealink, Rómulo y Penbal 4. De Almería y Roquetas, los cables que conectan a Melilla.

Por el norte, el gran punto de conexión por cable submarino con América es Bilbao, adonde van a parar los sistemas TATA TGN Western Europe, Marea y Grace Hopper.

El reciente sabotaje sobre el gasoducto Nordstream ha popularizado un riesgo que para la Armada es consabido. “Los británicos no pasan una reunión OTAN sin exigir que no se relaje la vigilancia sobre infraestructuras submarinas críticas”, relata uno de los marinos consultados.

Tensión en el agua

Defensa tiene también adquirido conocimiento de prospecciones submarinas y de mapeo por buques de Marruecos, indican las fuentes consultadas. Son "siempre en sus aguas”, aclaran, y científicas, pero no exentas de doble uso.

Los mapas subacuáticos permiten planificar travesías para el arma submarina, y establecer vías de acceso y escape a objetivos militares. Ya se pueden realizar esos mapas con drones submarinos, autónomos o gobernados por filoguía (cable unido a una embarcación nodriza), como los aparatos chinos que alguna vez ha incautado la marina indonesia.

En febrero pasado, solo días antes del comienzo de la guerra de Ucrania, autoridades irlandesas confirmaron a The Times de Londres la detección de actos de espionaje sobre centrales locales de enganche de cables submarinos. Atribuían esa actividad, y un mapeo de cables de fibra óptica en aguas irlandesas, al servicio ruso de inteligencia GRU. Por Irlanda pasan importantes conexiones de cable submarino de Europa con EE.UU.

El pasado 25 de agosto, el crucero ruso Mariscal Ustinov –de la misma clase que el Moskova, hundido por Ucrania- llegó al Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar tras haber estado navegando por el Mediterráneo desde el inicio de la guerra. La tensión en el Estrecho con el tráfico de buques abanderados en la Federación Rusa se ha hecho evidente. Esa vez siguieron a distancia al Ustinov los destructores norteamericanos USS Cole y USS Bainbridge, de la VII Flota, zarpando de la base gaditana de Rota.

La presencia rusa en el Estrecho no es infrecuente. “Los pesqueros y buques comerciales tienen un comportamiento correcto -indica Javier Ybancos, capitán de marina mercante veterano de la zona-. El problema son sus barcos militares; no activan el AIS y por la noche solo ves sus luces, sin saber qué son”. El AIS es un sistema que por radio informa del rumbo, punto de origen, punto de destino, carga y velocidad. Es obligatorio en buques de más de 300 toneladas en travesía internacional.

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