Los afines a Macarena Olona, que funcionan casi como un club de fans que jalean y hacen ‘trending topic’ cualquier asunto que pase por la exportavoz de Vox, pasean una métrica de redes que arroja que la exdirigente duplica el tráfico que genera cualquier otro líder, desde Santiago Abascal a Iván Espinosa de los Monteros o Javier Ortega Smith. Sus impactos están muy por encima de los del resto de sus compañeros en un mundo que Vox insiste en asegurar que no es la realidad sino un espacio virtual. Desde que la exportavoz del Congreso y candidata en Andalucía se fue del partido, Vox asegura que “solo hemos contabilizado una docena de bajas, de 70.000 militantes, relacionadas con esta salida”. A esto se ciñen para desinflar un proyecto, el de Olona, que consideran que tiene un punto ‘friki’ y que solo están logrando aglutinar a quienes ya fueron expulsados o se escindieron del partido de Abascal.

Olona se pasea esta semana por Panamá y otros países de Latinoamérica, defendiendo que presentará pronto, lo hará en Madrid posiblemente la próxima semana, un proyecto “en femenino” que dé “la batalla mundial contra la ideología de género”. Será el primer paso, concluyen entre quienes siguen de cerca sus pasos, para montar su propio partido. Su vuelta a la política será en dos fases, por un lado con esta plataforma a caballo entre España y los países al otro lado del oceáno, con una dimensión que excede España y le permite escapar del cuerpo a cuerpo y la confrontación con Vox pero también no dejar de alimentar su foco mediático y su discurso público. El siguiente paso será tras las municipales y autonómicas de mayo, si se constata un desplome de Vox en las urnas.

Dos versiones de la crisis

Hay dos versiones encontradas y opuestas sobre la realidad de Vox. Desde la dirección nacional del partido no muestran ningún nerviosismo y se limitan a asegurar están “apenados” o “consternados”, según el grado que tuvieran de amistad con la política alicantina, para describir cómo ven los pasos que está dando Olona. Consideran que está “dañando su imagen pública” y lamentan que una persona “brillante” que tendrá que volver a ser abogada del Estado esté rozando una puesta en escena que ven en algunos puntos “ridícula”.

La teoría oficial de Vox es que ninguno de los cambios internos que Santiago Abascal ha propiciado en las últimas semanas tiene nada que ver con la salida de Olona. La lectura desde fuera del partido, incluso por quienes formaron parte de Vox en puestos de responsabilidad, es que el líder de Vox ha movido ficha para tratar de apagar el fuego interno y cerrar las heridas por la salida abrupta de la candidata en Andalucía. Incluso los críticos trasladan que esos movimientos “no sanan porque llegan tarde”. Desde la cúpula oficial del partido, niegan radicalmente esta versión. Olona se fue tras un gran enfrentamiento con el que fue secretario general, Javier Ortega Smith, ahora relevado en su cargo. La dirección explica que solo ha sido “una coincidencia en el tiempo”. Una versión difícil de asumir por lo evidente de los movimientos internos.

"Sin desbandada"

Desde el equipo de Abascal dejan claro que “no hay temor a fugas ni a una desbandada” de cargos que se marchen al proyecto de Olona. Los críticos apuntan a todos los frentes y crisis abiertas en los territorios, en más de ocho comunidades autónomas, donde hay vivas guerras entre varias facciones del partido que acabarán con una fuga de militantes y cargos a las filas de Olona. “Todo el que se acerca a Olona ahora mismo fue expulsado de Vox por alejarse de la disciplina interna o meter la mano en la caja”, advierten fuentes del partido.

La versión oficial apunta a que quienes se escindieron y montaron sus propias plataformas ya olieron el tirón de Olona y señalan que la primera en ofrecerle la presidencia de TúPatria fue Carmen Gomis (expulsada de Alicante). A ese círculo limitan las adhesiones a Olona. “También gente que no era del partido pero sí afín, que tuvo mucho trato con Olona y que se siente atraído por su personalidad”, conceden, convencidos de que el entorno que acompaña a la política en este momento exhibe una personalidad llena de inestabilidad y bandazos que alejará a cualquiera con un interés serio. Eso dejan entrever entre líneas.

Desde Buenos Aires

Olona concedió desde Panamá una entrevista a Radio Mitra, en Buenos Aires. En su intervención habla claro de un proyecto de “liderazgo femenino” para dar “la batalla global contra la ideología de género”, un asunto con el que vuelve a los orígenes de Vox. Su misión, señala, es “hermanar España e Iberoamérica” y trabajar desde su “liderazgo femenino” para combatir “los estragos de la ideología de género”.

Sabe que Vox tiene un déficit muy importante de adhesión entre las mujeres y por eso se muestra convencida de que ahora mismo se “requiere un liderazgo femenino hacerle frente”. “Es un privilegio darme a conocer en Iberoamérica a través de mis discursos de la ideología de género” o “Es una batalla global, hay que acabar con un hembrismo radical que parte de un odio patológico hacia el varón”, sostiene en la entrevista radiofónica con la cadena argentina, mientras ríe por el intento de “deconstruir la masculinidad” para hacer “hombres blandengues”.

La exportavoz en el Congreso asegura que no le desea “ningún mal a Vox”: “Sus votantes siguen siendo mi familia”. Estos meses estará “al lado de los españoles, dándoles voz, desde la calle, desde la libertad, rompiendo el corsé político, se puede hacer mucho por la sociedad” y sin olvidarse nunca de mencionar a su “amada” Giorgia Meloni, que última sus acuerdos para convertirse en la próxima presidenta de Italia. “Por encima de cualquier etiqueta estoy en la batalla por la libertad”, insistió Olona, que anunció un viaje a Argentina inminente donde podrá explicar ese proyecto “tan importante” que va a lanzar “en breve” y que tiene un eslogan: “La Hispanidad unida en una sola voz contra la ideología de género”.