En el día en que se escenificó, mediante la toma de posesión de los 'consellers', el cierre de la crisis de Govern nacida tras la salida de los cargos de JxCat, el 'president' Pere Aragonès ha iniciado la presión sobre sus exsocios para que aprueben los presupuestos de la Generalitat, la prioridad de su Executiu para este otoño. "No se entendería, y sería una irresponsabilidad, que Junts, que ha elaborado estos presupuestos, no le diera apoyo", aseveró en una rueda de prensa para dar cuenta de las novedades de su gabinete. La semana que viene, el día 19, hará lo propio en el Parlament.

El 'president' volvió a subrayar cuál es su zona de confort en cuanto a pactos, es decir, la negociación con aquellos que dieron apoyo a su investidura, Junts y la CUP, o bien a los presupuestos de este 2022, los 'comuns', excluyendo, por tanto y en una primera fase, al PSC. No quiso, sin embargo, cerrar la puerta explícitamente a un acuerdo con los socialistas, según vayan desvaneciéndose sus escenarios favoritos, como si hiciera el presidente de su partido, Oriol Junqueras, el pasado sábado.

Aragonès, pese a certificar que las cuentas de Jaume Giró están "prácticamente" elaboradas, si anunció que el nuevo equipo de la Consellera d'Economia, Natalia Mas, "precisará de un "tiempo para profundizar en el proyecto y cerrarlo". Ello provocará con toda seguridad que, a diferencia de este ejercicio, no habrá nuevas cuentas a 1 de enero del 2023.

Preguntado sobre qué haría si, como se anuncia desde las filas posconvergentes, Junts no apoya los presupuestos, y por tanto se ve abocado a un pacto con el PSC, si quiere sacar adelante el proyecto de cuentas, Aragonès dijo no querer anunciar aocntecimientos e ir "día a día". Poco después negó que una ventual prórroga pudiera suponer la pérdida de los nuevos ingresos previstos. "Hay mecanismos para que estos recursos lleguen a los ciudadanos", aseveró.

Pese al escaso apoyo recibido en el Parlament a su plan de vía canadiense, Aragonès insistió en que esat opción es "más vigente" que nuca por cuanto la ciudadanía "requiere caminos" para solucionar el conflicto político.

Toma de posesión

Pompa y boato para poner fin a una crisis de Govern, ejecutada en un par de semanas, pero que se arrastraba desde hace meses. Los siete nuevos 'consellers' del Govern han tomado este martes posesión del cargo, en un acto solemne en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat en el que han prometido "lealtad" al presidente catalán, Pere Aragonès. Entre los asistentes se hallaban los hasta el domingo 'consellers' nombrados por JxCat, tras cumplirse el mandato de la consulta interna que mandó romper el Ejecutivo de coalición con ERC. Se trata, pues, del primer Executiu plenamente diseñado por ERC, desde los tiempos de la república.

Un nuevo Ejecutivo monocolor de ERC, al que Aragonès ha incorporado, como adelantó EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, el viernes figuras con trayectorias destacadas en la antigua Convergència, el PSC y Podem Catalunya, y que seguirá teniendo catorce departamentos, sin Vicepresidència, si bien la 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, sale reforzada con nuevas competencias hasta el punto que se la puede considerar la vicepresidenta 'in pectore', con muchas más atribuciones y ascendente sobre el 'president' que el que tuvo Jordi Puigneró, su antecesor.

"Lealtad"

Esta mañana han tomado posesión de sus cargos Carles Campuzano (ex de CDC), como nuevo 'conseller' de Drets Socials; Joaquim Nadal (ex del PSC), en Recerca i Universitats; Gemma Ubasart (ex de Podem), en Justícia, Drets i Memòria; Manel Balcells, en Salut; Natàlia Mas, en Economia i Hisenda; Meritxell Serret, en Acció Exterior, y Juli Fernández, en Territori.

Todos ellos han prometido "lealtad" al presidente de la Generalitat y cumplir "fielmente" sus obligaciones en el cargo al servicio de Cataluña.

Unos nombramientos en los que se ha podido ver mucha complicidad entre los nuevos 'consellers' y el 'president', especialmente con dirigentes de ERC como Juli Fernández (ambos se han fundido en un abrazo) y Meritxell Serret, quien fue 'exconsellera' del gobierno de Puigdemont y se trasladó a a Bélgica durante varios años y que ahora ejercía de portavoz adjunta parlamentaria.

Agradecimiento

En el acto han estado presentes también los siete 'exconsellers' salientes de JxCat, a los que Aragonès ha agradecido su trabajo: Puigneró al frente, han asistido Gemma Geis, Jaume Giró, Lourdes Ciuró, Victòria Alsina, Josep Maria Argimon y Violant Cervera, que han aplaudido a sus sustitutos junto al resto de invitados, en un acto que ha concluido con el himno catalán.

Entre esos invitados estaban otros dirigentes de JxCat como el portavoz parlamentario, Albert Batet, o la secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula; de la Mesa también han estado presentes todos sus otros miembros, con Alba Vergés al frente, como vicepresidenta primera con funciones de presidenta.