El comisario José Manuel Villarejo protagonizó durante años acciones en los límites o al margen de la ley y, en ocasiones, simuló ser el artífice de maniobras que realmente no había hecho para ganarse el favor de sus superiores e incluso, según apuntan algunos de los casos donde está inmerso, el dinero de sus clientes. Ambas fórmulas convivieron en el tiempo. Valga como ejemplo de los momentos en que él mismo trataba de 'vender' trabajos que en realidad no había impulsado lo ocurrido a finales de 2012: las anotaciones de sus agendas sirven para concluir que, en estas fechas, intentó hacer creer a sus jefes en las cloacas de la Policía que él había boicoteado la candidatura del exbanquero Mario Conde, condenado en 2002 a 20 años de cárcel por el agujero de más de 3.000 millones que dejó a Banesto, y que pese a todo optó por presentarse a las elecciones gallegas que se celebraron el 21 de octubre de 2012 como cabeza de lista de la formación 'Sociedad Civil y Democracia'.

Para entender qué y con quiénes trató de perpetrar Villarejo este engaño con el que ponerse algunas medallas, conviene comenzar por enumerar a sus principales interlocutores o personajes mencionados en la historia, siempre según la investigación llevada a cabo por El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica, una vez analizado el contenido de las anotaciones de sus agendas, incluidas en el sumario del caso Tándem. Los otros protagonistas de este relato son los comisarios Eugenio Pino, Enrique García Castaño y Manuel Vázquez; así como el empresario Ignacio López del Hierro -marido de la entonces secretaria general del PP María Dolores de Cospedal- y el exdirector de la Policía y expresidente de las Corts Valencianas Juan Cotino, ya fallecido.

Ahora, el hecho principal, recogido en una de las grabaciones realizadas a escondidas por el propio Villarejo en el 2014: el excomisario insinúa a Francisco Martínez, quien fue jefe de gabinete del ministro de Interior Jorge Fernández Díaz, que él había recibido un encargo para pararle los pies a Mario Conde. Y lo hace a través de una pregunta clave con la que trata de confirmar, y por tanto de dejar grabado, si Martínez recordaba que había recibido un supuesto encargo de “la Cospe” o “del propio Eugenio [Pino]", [para] dar "caña a Mario Conde". “¿Te acuerdas?”, asevera del policía de forma literal en el audio.

"Tenía una finca"

“Sí”, responde Martínez, que no para ahí su contestación sino que continúa hablando, aunque de forma inaudible en la grabación hasta ser interrumpido por Villarejo, que prosigue al recuperar la palabra: “En las elecciones anteriores, en lo de Galicia, ¿Te acuerdas? Entonces le saqué el reportaje de Interviú, y le jodió todo, que tenía una finca.... Y a partir de entonces: oye, ¡qué bien lo has hecho!”.

Este diario se ha puesto en contacto con el entorno de Francisco Martínez para pedirle su versión de tan delicada charla. Las fuentes consultadas achacan a Villarejo el haber intentado dirigir la conversación, argumentando que como en algunas otras ocasiones el comisario es consciente, al contrario de su interlocutor, de que está grabando la misma y busca fórmulas dialécticas para tratar de implicar en sus actividades a autoridades.

Las mismas fuentes niegan de forma categórica que Martínez tuviera conocimiento sobre cualquier actuación relacionada con la candidatura de Mario Conde en las elecciones autonómicas gallegas de 2012, fecha en la que Martínez no era aún secretario de Estado de Seguridad.

Pero más allá de este testimonio, las propias anotaciones de las agendas de Villarejo y los hechos conocidos hasta el momento desmontan que fuera el comisario el que montara una operación contra Conde que tuviera éxito: más bien se aprovechó y utilizó en beneficio propio que un periodista, que se dirigió a él como potencial fuente de información, le explicó el 17 de septiembre de 2012 que tenía conocimiento de que Mario Conde era objeto de una investigación policial. Ese dato fue usado después por el comisario ante sus 'mayores' para hacerse valer.

Habló con otras personas

Así lo demuestra el qué y sobre todo el cómo apunta en sus cuadernos Villarejo, de forma literal, el contenido de su conversación con el periodista. Ni un rastro de que supiera previamente de qué le habían hablado: “Dice que hay un informe contra Mario Conde de la pasta que tiene en Luxemburgo. Cree que ‘Fiti’ lo tiene bien armado”. Al aludir a ‘Fiti’, Villarejo se refiere al entonces comisario jefe de la Udef Manuel Vázquez.

Las mismas agendas dejan en evidencia también que el ex mando policial aprovechó dicha información para sacar el tema con el empresario Ignacio López del Hierro, marido de la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal y con Juan Cotino a quien cabe recordar que, según la Fiscalía Anticorrupción, ya había alertado anteriormente de actuaciones policiales en los casos Gürtel y Brugal.

Ese mismo 17 de septiembre de 2012 Villarejo relata en sus escritos personales una supuesta conversación con Francisco Martínez, entonces jefe de Gabinete del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, “sobre tema M. Conde”. El propio Villarejo se pone en contacto unos días después con ‘Fiti’, sobre quien escribe: “Le llamó Losada sobre tema M. Conde que yo le había anunciado. Un día después Villarejo habla también del “proble. Mario Conde” con López del Hierro.

Solo 15.990 votos

De hecho, las sucesivas notas manuscritas exhiben otras supuestas maniobras de Villarejo sobre este mismo asunto con los responsables del considerado por la Fiscalía como "clan policial mafioso". En concreto existe una que atañe al entonces jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), Enrique García Castaño, sobre quien escribe el 25 de septiembre de 2012: “Le interesa el tema M.C.-Feijóo”.

El ahora presidente del PP nacional era uno de los contendientes a esas lecciones gallegas a las que también concurre Conde. Fejóo ganó con una amplia mayoría absoluta: 661.281 votos y 41 escaños. La formación de Mario Conde obtuvo únicamente 15.990 votos, con el 1,11% de los totales, por lo que no logró ninguna representación en el Parlamento gallego.

Pero, ¿hay algún rastro por mínimo que fuera de que Villarejo había tenido realmente algo que tener en el nefasto resultado electoral de Conde? ¿Había influido en alguna publicación? La realidad analizada vuelve a dejar en evidencia a un comisario que se atribuía también éxitos ante sus jefes que no eran tales.

El 8 de octubre, faltando dos semanas para las ya mencionadas elecciones gallegas, Interviú publicó una amplia información en la que se daba cuenta del contenido de un auto judicial fechado el 1 de octubre de aquel año que había dictado la Sección Primera de Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional: se acordaba bloquear cuatro fincas que se atribuían a Mario Conde.

La citada información fue confirmada a posteriori por los diferentes medios de comunicación, que reflejaron también y después de que lo hiciera en primicia la revista el contenido del auto redactado por el entonces magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, actualmente titular de Interior. Se da la circunstancia de que ni en la información de Interviú ni en la del resto de medios de comunicación se alude a ningún informe de la UDEF o de cualquier otro cuerpo policial.

"Muy contento"

Pese a las evidencias de que Villarejo se abrazó a un hilo informativo del que estaba tirando la prensa y llegó a sus oídos por ser policía y fuente habitual de periodistas, y que no dio frutos, él logró convencer a sus jefes en la Policía del Gobierno de Rajoy de que estas publicaciones se había producido gracias a su intervención. En su agenda, el 10 de noviembre de 2012, escribe que el director adjunto operativo (DAO) de la Policía, Eugenio Pino, incluso le había felicitado por su actuación en este caso: “Muy contento con el resultado. M. Conde y respuesta”.

La investigación judicial adelantada por la revista sobre las fincas de Conde se extendió cinco años más, en concreto hasta 2019, cuando la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decidió archivar de forma definitiva las pesquisas contra el exbanquero por alzamiento de bienes.