El canciller alemán, Olaf Scholz, puso el pasado mes de agosto sobre la mesa la idea de crear un sistema de defensa aérea conjunto a nivel europeo con el objetivo de ganar "en seguridad" en el continente. Tomando el liderazgo para impulsar esta iniciativa a nivel comunitario, el Gobierno ha comenzado a sondear a diferentes países para que formen parte del mismo, España incluido.

En esta línea, en las últimas semanas se han producido ya las primeras tomas de contacto, según ha confirmado la embajadora alemana en España, María Margarete Gosse, en una entrevista en La Ser y ha adelantado El Confidencial.

"Es una idea que ya lanzó Scholz en su discurso de Praga", ha asegurado, confirmando además que se han producido dos reuniones para investigar la viabilidad de lo que vendría a convertirse en un escudo antimisiles comunitario, aunque no han sido de alto nivel. Fuentes de la embajada alemana confirman además a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, que hay funcionarios españoles entre los invitados del Gobierno para conocer el proyecto. No obstante, desde Moncloa niegan que haya habido ningún tipo de ofrecimiento para que España forme parte de la iniciativa. El Gobierno de España, afirman, no ha recibido "ninguna propuesta o comunicación al respecto".

El canciller alemán ha apostado en alguna ocasión en público por "un sistema de defensa aérea desarrollado conjuntamente en Europa" que, a su juicio, "sería más eficaz y rentable que si cada uno de nosotros construyera sus propios sistemas". "Alemania diseñará, desde el principio, esa futura defensa aérea de manera que nuestros vecinos europeos puedan participar si así lo desean", dijo el pasado mes de agosto.

Cumbre hispano-alemana

Todo apunta a que la creación de este sistema de defensa estará sobre la mesa en la cumbre hispano alemana que este miércoles comienza en Coruña y que llega después de que el presidente del Gobierno español acudiera a una reunión del Gobierno Federal alemán en agosto por invitación expresa del canciller.

Sánchez y Scholz presiden la cita, que estará marcada por la crisis energética en el continente debido a la escasez de gas ruso. Ambos países llegan a este encuentro con una posición común a favor de la construcción del gasoducto Midcat, pero tienen diferencias respecto al tope del precio al gas, una medida que no termina de convencer a Alemania.

Más allá de la energía, la cita culminará previsiblemente con una breve declaración política que irá acompañada de un plan de acción que pretende reflejar la importancia de la relación bilateral. Este es un documento que iniciaron los dos ministerios de Exteriores y luego se amplió al resto de departamentos que han ido elaborando propuestas de posibles acciones que se pueden llevar a cabo en el futuro para profundizar las relaciones en cada ámbito.

También se van a firmar dos documentos, uno en materia sociolaboral y otro sobre educación superior que sellará el ministro de Universidades junto a su homólogo.