Hubo varios momento entre la tarde del martes y la mañana del miércoles en los que Carolina Darias, ministra de Sanidad, temió sufrir el golpe político más fuerte de su carrera. Su ley, la de equidad, cohesión y universalidad del Sistema Nacional de Salud, estaba con un pie y medio en la devolución. Por explicarlo de otra manera: en el Congreso había más votos a favor del rechazo al texto que a favor de continuar su tramitación.

Vox, Cs, PDeCAT y JxCat presentaron sendas enmiendas a la totalidad, es decir, unos escritos en los que argumentan que el Parlamento no puede tramitar una norma a tenor de su redacción. Es tal la incorrección del proyecto, a criterio de los interpelantes, que urge una revisión del mismo por parte de la autoridad emisora, el Gobierno en este caso. El Congreso no puede asumirlo, mejor empezar de cero, éste sería el mensaje.

Peticiones así no tienen por qué inquietar a quien gobierne. Se suelen salvar todas, aunque bien es cierto que desde 2019 los trabajos para lograrlo se han vuelto alambicados y frenéticos. Un problema más derivado de estar lejos de la mayoría absoluta, que es lo que les pasa a PSOE y a Unidas Podemos, que necesitan la implicación de 23 diputados de otros partidos para poder legislar tal y como tienen planeado.

Por si fuera poco, las enmiendas a la totalidad se votan en bloque, aunque haya cuatro, cinco o seis grupos firmando una diferente. Por esta razón, las posiciones del resto del arco parlamentario no vienen definidas por la proximidad ideológica o por la lealtad a una determinada alianza política.

Así que, por aterrizar en lo concreto: el pleno del Congreso debatió y votó este jueves las enmiendas a la totalidad de la ley por la equidad, cohesión y universalidad del Sistema Nacional de Salud, más conocida como "ley Darias". Además de la oposición de los firmantes, la ministra impulsora del proyecto se encontró con las dudas de Unidas Podemos, el socio principal; con la indefinición del PP y del PNV; y con el rechazo de ERC. En resumen: con más rechazo que respaldo.

La ministra, en consecuencia, se puso a trabajar. Y no paró.

Primero, calmar a UP

Las ocho fuentes consultadas por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario del grupo Prensa Ibérica al que también pertenece este periódico, para esta información coinciden en que ha sido Darias la que ha llevado casi en exclusiva la negociación del Gobierno. Le han acompañado los portavoces socialistas en la Comisión de Sanidad y altos cargos de Sanidad.

Se hizo prioridad desde el lunes limar las asperezas entre PSOE y Unidas Podemos. La semana, de hecho, comenzó con la advertencia de los "morados" de que podían votar a favor de la devolución del texto por la desavenencia profunda con el artículo primero, apartado uno. A juicio del grupo dirigido por Pablo Echenique, la norma no derogaba la regulación que, bajo el paraguas del antiguo Gobierno de José María Aznar, abrió la puerta a las privatizaciones en el sector. La redacción, en opinión del grupo, no era tajante en el control y restricción de las externalizaciones. Unidas convirtió la reclamación en línea roja.

Darias habló con una de las portavoces del grupo "morado" en la Comisión de Sanidad, Rosa Medel, de quien dicen que es una negociadora hábil y correosa. Fue tajante en las primeras conversaciones que tuvo con la ministra: o se retocaba el artículo primero en línea con la enmienda presentada por su grupo o pedirían que el proyecto regresara al Consejo de Ministros para ser rehecho. La posición fue tan contundente que en el ala socialista del Ejecutivo sopesaron la posibilidad de recurrir a Yolanda Díaz para que mediara. En Unidas Podemos, no obstante, evitaron en lo posible la incursión de la ministra de Trabajo.

No obstante, Darias y Díaz conversaron en varios momentos desde el martes. Al mismo tiempo, las dos sensibilidades del grupo de Unidas Podemos bregaban entre sí, el más duro y el más pragmático. Fue ganando enteros la opción del voto en contra a la enmienda a la totalidad (a favor, por tanto, de la tramitación) porque la titular de Sanidad dejó entrever tal compromiso. Fue ganando la opción del sector pragmático.

Algo de esto debió cocinarse el lunes por la noche porque, como señalan las fuentes, el martes, en la Junta de Portavoces, Echenique se expresó en conversaciones privadas más cerca del entendimiento que del disentimiento. Incluso llegó a mostrar su disposición a ser puente con las formaciones catalanas, muy remisas a aceptar el proyecto. No fue hasta el miércoles, sin embargo, cuando Echenique hizo una declaración pública respecto del pacto logrado con el Ministerio.

La decisión adoptada por el grupo, corroborada en la reunión interna de ese miércoles, fue favorecer la tramitación del proyecto legislativo, pero a cambio de ser muy taxativo durante los procedimientos de ponencia y comisión. Para Unidas Podemos, no se puede ceder aquí, comentan fuentes conocedoras de las negociaciones y conversaciones.

Segunda, calmar a Cataluña

Al mismo tiempo que con Unidas Podemos, Darias empezó a hablar con los portavoces de los grupos que se habían pronunciado en contra o que habían manifestado dudas. Habló mucho con Gabriel Rufián, de ERC, y mucho con Ferrán Bel, del PDeCAT. También con Mertxe Aizpurua, de EH Bildu. Menos con otros diputados, aunque también les tanteó. Por ejemplo, Tomás Guitarte, de Teruel Existe. "Había un estado de nerviosismo poco habitual", relata una de las fuentes, tanto, puntualiza, que cuando se le comunicó al Ministerio la ausencia de una diputada, los nervios se acentuaron más.

Explicaría esta tensión, pero sólo en parte, la indefinición del PP. La estrategia del grupo popular no ha variado un ápice desde hace meses. Cuando huelen que una ley o decreto del Gobierno se puede complicar, adoptan la indeterminación como postura. El PNV actuó igual, como siempre, lo que le ha granjeado un compromiso suficiente para facilitar la tramitación de la llamada "ley Darias".

Resultaba esencial, por tanto, calmar las protestas de las formaciones catalanas, defensoras de un modelo que funciona en gran medida bajo fórmulas de concertación con entidades, fundaciones y hasta con ayuntamientos. Se estaba produciendo una intromisión competencial intolerable, clamaron.

ERC y PDeCAT tejieron un canal paralelo de comunicación, y a su vez, PDeCAT y JxCat. Ferrán Bel ha sido nuevamente un actor principal en esta negociación a varias bandas, hasta el punto de que fue él quien negoció con Darias una serie de compromisos para el blindaje del modelo catalán. Durante la fase de enmiendas al proyecto, por tanto, se cambiará el artículo 1.1 del proyecto, la disposición transitoria primera y la disposición adicional quinta, y así, el sistema de Cataluña quedará preservado.

Bel compareció ante los medios el miércoles por la tarde para anunciar al acuerdo. Antes, se lo comunicó a ERC, quien también había negociado a través de Xavi Eritja. Resultado: Esquerra se posicionó a favor del trámite. Además, tanto PDeCAT como Junts retiraron sus enmiendas a la totalidad.

Otra vía de diálogo la trazó Pablo Echenique, pues contactó durante el miércoles precisamente con las dos formaciones recientemente mencionadas. Era importante la implicación de Echenique porque Unidas Podemos quiere poner punto final a esos conciertos y externalizaciones. El diputado "morado" expresó a Bel y a Miriam Nogueras que en sus enmiendas no habrá nada que atente contra el modelo catalán tal y como está ahora diseñado. Todos contentos.

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, durante una rueda de prensa tras la Junta de Portavoces del Congreso el martes 22 de febrero de 2022.

Tercero: dar las gracias

Darias fue contumaz y persistente, y sobre todo, ágil y flexible. Ha conseguido la ministra canaria que se concilien la apuesta de Unidas Podemos por finiquitar las externalizaciones y la defensa a ultranza del modelo catalán, dado a externalizaciones.

Pese a la persistencia en las conversaciones con Rufián, Bel o Aizpurua, la titular de Sanidad sacó tiempo para hablar con los representantes de los grupos pequeños. Telefoneó a Tomás Guitarte para preguntarle el voto y el diputado de Teruel Existe aprovechó la ocasión para pedir avances en el historial clínico digital. Al poco tiempo, un alto cargo del Ministerio se puso en contacto con él y la plataforma aragonesa, en consecuencia, prometió favorecer el trámite de la ley.

También Darias tiró de teléfono para hacer algo que sí es infrecuente: dar las gracias. Dos fuentes así lo corroboran a este medio. Una de ellas lo relata así: "Me llamó el miércoles por la mañana, no pude coger el teléfono, pero al segundo devolví la llamada. Me dijo que era para darme las gracias por facilitar la tramitación de la ley. Tiene algunos problemas, sí, y los trabajaremos en la Comisión, pero también es un avance. Me sorprendió que me llamara sólo para eso, es algo excepcional: dar las gracias".

Este jueves, el pleno del Congreso tumbó las enmiendas a la totalidad gracias a 191 votos en contra, una cifra muy superior a los 64 votos a favor e incluso a las 88 abstenciones del PP. A Darias, en el hemiciclo, se la vio cansada, pero también satisfecha. Su ley corrió peligro y trabajó a destajo para salvarla.