La presentación de Sumar, la plataforma con la que Yolanda Díaz lanza su proyecto para las próximas elecciones generales, activa de nuevo un movimiento que se repite cada cierto tiempo con mayor o menor éxito, el de la unidad de acción de las formaciones a la izquierda del socialismo. El hilo conductor es la necesidad de que la izquierda estatal y la periférica se agrupen ante el nuevo ciclo electoral, una vez que la derecha vuelve al camino de la reunificación con la práctica desaparición de Ciudadanos.
La mayoría absoluta del PP en Andalucía, la relativa pero más que suficiente de Díaz Ayuso en Madrid hace un año y la coalición con Vox en Castilla y León marcan un camino que pone viento en las velas a los populares de cara a las próximas citas electorales, entre ellas las autonómicas en la Comunitat Valenciana de mayo de 2023.
Una vez la plataforma de Díaz es ya una realidad, el debate se sitúa ahora en saber si es posible un Sumar a la valenciana, una agrupación electoral de toda la izquierda autonómica en una candidatura a las Corts. Y todos los protagonistas opinan que lo es. Pero para que sea un hecho, como la plataforma de Díaz, existen aún dificultades que sortear.
Una es las siglas. Díaz se distancia de las marcas partidistas, pero Compromís tiene claro que la suya está muy consolidada y no debería quedarse diluida en unas elecciones autonómicas. Compromís solo aceptaría una plataforma autonómica si la lidera porque es la formación más influyente en el ámbito autonómico. En cambio la marca de Unides Podem está amortizada, se admite incluso dentro de esa coalición. En las recientes elecciones andaluzas ya no apareció una papeleta con el nombre de Podemos.
La predisposición existe. Todos los protagonistas aseguran que es posible y no hay nadie que cierre la puerta de partida, solo el sector más nacionalista de Més, que no tiene presencia en la dirección actual del antiguo Bloc. El resto está por la labor.
"Hay que sentarse a hablar, desde la generosidad", decía el sábado en una entrevista a este diario la vicepresidenta Aitana Mas, coportavoz de Iniciativa, una de las formaciones de Compromís.
La coordinadora de Podem, Pilar Lima, siempre ha dicho que por ellas no quedará, que su vocación es precisamente esa, sumar, y que la confluencia con otras fuerzas es su ADN. Su perfil más presidenciable, el vicepresidente Héctor Illueca, siempre ha llamado a la unidad. En su opinión sería irresponsable y suicida no buscar esa conjunción de fuerzas. La síndica de Compromís, Papi Robles, ha defendido un debate sosegado y que los partidos que participen mantengan su esencia. Evitar tutelas y mantenerse como fuerza estrictamente valenciana son las dos líneas rojas de Compromís. Todos los partidos implicados estaban representados el viernes en Madrid.
Los plazos aún son flexibles. Faltan diez meses para las elecciones de mayo de 2023 y la idea es abrir ese diálogo en el último trimestre del año para pulsar si finalmente el acuerdo es posible y la unidad a la izquierda del PSPV es un hecho.
El liderazgo valenciano hubiera recaído en Mónica Oltra, la política más cercana a Díaz y con quien la conexión ha sido más directa estos meses
Sobre liderazgos, Yolanda Díaz consigue a priori llegar a un espectro más amplio y transversal al estilo de los inicios de Podemos, lo que permitiría ampliar espacios. El liderazgo valenciano hubiera recaído en Mónica Oltra, la política más cercana a Díaz y con quien la conexión ha sido más directa estos meses, sobre todo desde el acto 'Otras políticas' de noviembre pasado en el Olympia de València.
Pero la recuperación política de Oltra con las fechas ya tan apretadas parece complicada. El diputado Joan Baldoví apunta a ser el candidato de Compromís a la Generalitat y sería hipotéticamente también el aspirante de todo ese espacio. Eso salvo que Aitana Mas, el valor más en alza dentro de la coalición desde que asumió la vicepresidencia del Consell, decida también sumarse a la carrera. Iniciativa, su partido, y ella misma, nunca han rechazado el reto.
Con Podemos, y sobre todo con Pablo Iglesias, nunca tuvo Compromís una buena relación. Pero ahora existe un hecho diferencial. La formación morada ya no la lidera, sino que lo hace Yolanda Díaz. La relación entre el diputado Baldoví y Díaz es excelente. El de Trabajo es el ministerio con el que Compromís tiene mejor relación en Madrid. El que más les llama y con el que más se reúnen. El lazo se extiende por la vía de Íñigo Errejón, ahora muy cercano a Díaz, socio de los valencianistas y su líder estatal preferido.
El programa no será un problema. Todos los ejes sobre los que Díaz distinguió el viernes su proyecto están en la médula de la izquierda valenciana sin distinción de colores o sensibilidades: la defensa del sistema público en sanidad y educación, la necesidad de hacer frente a la crisis climática, el trabajo digno, la justicia social y sobre todo fiscal. Unos ejes programáticos que generan pocas dudas. El debate para un 'Sumar' a la valenciana está abierto.
Todos los protagonistas aceptan sentarse a hablar en los próximos meses para pulsar si es posible una alianza autonómica a la izquierda del PSPV
Y en la Comunitat Valenciana hay una clave de peso que puede actuar de acelerador, la posibilidad de que Unides Podem no alcance en los sondeos el 5% del voto necesario para entrar en las Corts cuando se acerquen las elecciones. La posible confluencia de todo el espacio a la izquierda del PSPV ganaría enteros. En Compromís hay quien señala que el posible Sumar a la valenciana no debería plantearse como un frente sino como un espacio electoral nuevo capaz de movilizar al electorado de izquierdas.
Las elecciones en Andalucía no dejaron un buen sabor de boca al espacio a la izquierda del PSOE. La confluencia 'Por Andalucía' logró el 7,6 % de los votos y Adelante Andalucía el 4,5%, es decir entre todos el 12,2%. El porcentaje está muy lejos de lo que representó ese espacio en la Comunitat Valenciana en 2019, el 16,8 de Compromís y el 8,1 de Unides Podem, 24,9 entre ambos. Exactamente el doble.
