Es evidente que Pedro Sánchez no quiere reabrir ningún conflicto nuevo con Marruecos después de haber firmado la recomposición de relaciones con Mohamed VI. Y la tragedia en Nador, cuando el salto "violento" a la valla de Melilla el pasado viernes acabó con la muerte de al menos 23 personas (37, según las organizaciones humanitarias), no lo va a cambiar. El presidente ha ido ajustando su discurso, abundando en el lamento por los heridos y fallecimientos, pero sin retirar el apoyo a Rabat. Este miércoles, en la SER, pocos minutos antes de la apertura oficial de la cumbre de la OTAN en el madrileño recinto ferial de Ifema, Sánchez introdujo en su argumentación el apunte de que hace falta ponerse "en la piel" de todos los actores implicados, también de la gendarmería marroquí, que sufrió bajas y heridos. Pero no hubo condena a su actuación, muy censurada por las oenegés y motivo de investigación en varios frentes.

El jefe del Ejecutivo sí se corrigió respecto a sus palabras del pasado viernes, cuando en Bruselas le preguntaron por lo ocurrido en Melilla. En aquel momento, aplaudió sin ambages la actuación de Rabat ("la gendarmería marroquí se ha empeñado a fondo en tratar de evitar este asalto violento, bien organizado, bien perpetrado y bien resuelto por parte de los dos cuerpos de seguridad").

"Yo conocí esas informaciones y esas imágenes después de hacer esas declaraciones. Es evidente que lamento las muertes que se han producido en Nador", se justificó. Los vídeos en los que se pudo captar la hondura de la tragedia —los golpes de los gendarmes a los migrantes, a los que no prestaron ayuda, los cuerpos amontonados tras el choque con la policía marroquí— fueron trascendiendo en las siguientes horas.

Lo ocurrido el viernes, dice, es el "último acto" de una "tragedia" que empieza tiempo antes en Sudán, por lo que el Ejecutivo mantiene que hay que trabajar con los países de origen y tránsito

Sánchez insistió en que lo sucedido el viernes es "el último acto de una tragedia que empieza muchos meses antes en países como Sudán, del que procedían muchos de los subsaharianos que intentaron cruzar a España, por lo que su Gobierno mantiene que hay que seguir "trabajando" con los países de origen y también de tránsito (como lo es Marruecos) para dar una respuesta "omnicomprensiva" al fenómeno migratorio.

Preguntado en varias ocasiones por Àngels Barceló si condenaba la actuación de aquellos responsables de seguridad que se extralimitaron en el uso de la fuerza, el presidente se aferró a su argumento de que "hay que ponerse en la piel de todos y cada uno de los actores de esta tragedia" sufrida en Melilla. Tras recordar que España es el único país de la UE que tiene frontera terrestre con África y que la desigualdad en todos los indicadores a ambos lados de la frontera empuja los flujos migratorios, reconoció que es obligado solidarizarse con los emigrantes. Pero hace falta "ponerse también en los zapatos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: 40 guardias civiles fueron heridos a consecuencia de este ataque violento y más de cien gendarmes marroquíes resultaron heridos, algunos de ellos muertos". Gendarmes, añadió, que ayudaron a los agentes españoles a "defender" las fronteras.

"Confiar en las instituciones"

Sánchez aportó otra razón más: el derecho de los "compatriotas" de Ceuta y Melila a "una migración regular ordenada", a tener sus "fronteras seguras" y a poder "vivir con tranquilidad", no "al albur de ataques violentos en sus ciudades". En ese sentido, señaló que en el último año se han producido "al menos ocho ataques violentos, organizados por mafias".

No habrá más investigaciones, como pide UP, porque hay ya tres abiertas: en Nador, en la Fiscalía y en el Defensor

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y líder de Podemos, Ione Belarra, ya ha solicitado al Gobierno (del que forma parte) que abra una "investigación independiente" sobre las muertes de Melilla. Sánchez, preguntado por ello, recordó que hay ya tres investigaciones abiertas. Una, por parte de la Fiscalía de Nador, que imputa a 30 personas delitos de colaboración y tráfico de seres humanos. Otra, por parte de la Fiscalía General del Estado, y una última, por parte del Defensor del Pueblo. Apeló a "confiar en las instituciones" y ofreció la "total colaboración" de su Ejecutivo para esclarecer los hechos.

El presidente se mostró dispuesto a dar explicaciones de lo ocurrido en el Congreso, y recordó que en julio se celebrará el debate del estado de la nación, y ahí este asunto "saldrá" y él defenderá la política migratoria del Ejecutivo, que aboga por una "visión progresista" y una "migración ordenada". Los gobiernos, convino, tienen que "rendir cuentas", pero los responsables son las "mafias que trafican con los seres humanos".

Sánchez se muestra convencido de que el PP apoyará el aumento de la capacidad de Rota y pide a UP "una reflexión"

La entrevista se celebraba apenas horas después de la reunión con Joe Biden en la Moncloa, en la que se formalizó la propuesta de EEUU de aumentar el número de destructores (de cuatro a seis) en la base de Rota (Cádiz). Ahora tendrá que aprobarlo el Consejo de Ministros y ratificarlo Congreso y Senado. Sánchez se mostró convencido de que el Gobierno logrará "sacar" adelante ese refuerzo de la capacidad militar. El presidente entiende que "no va a haber problemas" para que los populares presten su respaldo pese a su oposición "destructiva y negacionista", no distinta a la que ejercía Pablo Casado.

Sí pidió una "reflexión" también a los partidos a la izquierda del PSOE (ahí entraba Unidas Podemos) sobre la conveniencia de aumentar la capacidad de disuasión de la Alianza. "Ni Europa ni la OTAN son organizaciones con veleidades expansionistas", esgrimió, tras destacar el desbloqueo para la adhesión de Suecia y Finlandia. "Creo que no hay debate", zanjó, para sostener que se trata de defender "el modo de vida" occidental, cimentado en la democracia.

"Poderes ocultos con intereses oscuros"

Al final de la entrevista, se conoció el dato del IPC adelantado de junio, que escaló hasta el 10,2%, su nivel más alto en 37 años (desde abril de 1985). El presidente no se mostró en absoluto sorprendido y achacó la cifra al corte de gas ruso a varios países europeos, que ha empujado al alza los costes energéticos y los alimentos. Constatada la "gravedad de la situación", el presidente defendió la "idoneidad" de las medidas adoptadas por su Ejecutivo, entre ellas el tope al precio del gas y las aprobadas el pasado sábado en el Consejo de Ministros extraordinario. Medidas con las que el Gobierno espera contener la inflación en 3,5 puntos.

El presidente reconoce la "gravedad" de la inflación, pero a su juicio demuestra la "idoneidad" de sus medidas y la necesidad de que la UE reforme el mercado eléctrico

No obstante, cree el líder socialista que sigue haciendo falta una respuesta estructural a nivel europeo, en concreto del mercado eléctrico, y continuar apostando por las renovables, el autoconsumo y las fuentes de energía que tiene España (la eólica y solar).

Sánchez rearmó su discurso el pasado sábado, al hablar de "poderes económicos, con terminales políticas y mediáticas" que buscan derribar su Gobierno. En la SER, se reafirmó: insistió en que su Ejecutivo es "muy incómodo, molesto" para algunos "poderes ocultos" con intereses "oscuros" que no se presentan a elecciones. ¿Cuáles son? "No estoy descubriendo América", respondió. A la "derecha política, económica y mediática" los socialistas les "cambiaron el paso" con la moción de censura de 2018 y las victorias electorales de 2019, y hay dos partidos, PP y Vox, que "no son autónomos".

Igual que González y Zapatero

Barceló le repreguntó a quiénes señala, a qué "poderes". "Cuando el Gobierno anuncia un impuesto a las empresas energéticas, hay una minoría poderosa que no está de acuerdo" con esta decisión. Y cuando el Ejecutivo subió el salario mínimo, "la derecha política se manifiesta en contra" porque está representando a intereses "de una minoría muy particular". La derecha, siguió, no representa los "intereses de una mayoría, sino de muy minoría muy particular" que quiere "volver a un viejo orden", el que había de la moción de censura de 2018.

"Cuando el Gobierno anuncia un impuesto a las empresas energéticas, hay una minoría poderosa que no está de acuerdo", subraya, alegando que PP y Vox no son "autónomos"

Sánchez no achacó el giro al varapalo del PSOE en las elecciones andaluzas del 19-J: los golpes, dijo, los viene "sufriendo" desde que era líder del partido en 2015 (luego fue defenestrado por los suyos y resucitó), y de manera "más contundente" se visibilizó a partir de 2018, pero los dos anteriores presidentes socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, también "sufrieron" lo que entiende como un acoso. "No nos van a quebrar", reiteró, y el Gobierno seguirá con su "hoja de ruta".

Preguntado por la dimisión del presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), Juan Rodríguez Poo, el presidente negó que hubiera ninguna purga ni ninguna "conspiración judeomasónica". Lo único que ha ocurrido, justificó, es la voluntad del Ejecutivo de "reforzar y actualizar" el INE porque la ley que lo regula data de hace 30 años.