Aviso a navegantes del tribunal del caso Cursach: "No nos vamos a dejar intimidar por nadie". La magistrada que preside el juicio por la presunta trama de corrupción policial, empresarial y política, Samantha Romero, ha lanzado hoy en plena vista una proclama defendiendo su independencia y la de sus compañeras Rocío Martín y Gloria Martín en la que ha advertido de que tomarán medidas "ante cualquier intento de coacción" y que actuarán "con serenidad y sosiego". "Pretendernos trasladar un clima insufrible para que tengamos miedo de tomar las decisiones que tenemos que tomar es perder el tiempo de forma absoluta", ha advertido.

Romero ha salido así al paso de las palabras del abogado Gaspar Oliver, que defiende a dos de los agentes de la Policía Local acusados, cuando ha asegurado que el exjuez Penalva, el exfiscal Miguel Ángel Subirán y un testigo ahora imputado por mentir están intentando "participar en el juicio de forma torticera" a través de las acusaciones particulares. Oliver apuntó que en la causa abierta en el TSJB contra ellos han lanzado graves acusaciones e insinuaciones contra "fiscales y jueces". En concreto, detalló que el testigo protegido 29 declaró haber visto cómo entraban en un piso para recibir servicios de prostitución pagados por Cursach y que se aportaron decenas de conversaciones entre Subirán y varios testigos, afirmando en unos de sus escritos de defensa: "Tenemos más".

"¿Nos quiere decir que hay presiones sobre operadores jurídicos que intervienen en este juicio?", le ha preguntado Romero. "Ustedes pueden ser las siguientes", ha replicado el abogado. La presidenta del tribunal ha cortado entonces la intervención del letrado: "Este tribunal obviamente no se va a dejar intimidar por nadie. Al más mínimo indicio de actuación coactiva o violenta, verbal o física, se va a denunciar. No voy a tolerar ningún tipo de presión hacia el tribunal y se llegará hasta donde haga falta», ha advertido. «Este tribunal se ha conducido de forma escrupulosa en todas las actuaciones. No es el primer juicio difícil al que nos enfrentamos", ha dicho Romero, que fue presidenta y ponente del juicio del caso Nóos.

«Estamos entrando en una dinámica que no es tolerable para ningún operador jurídico. Pretendernos trasladar un clima insufrible para que tengamos miedo de tomar las decisiones que tenemos que tomar es perder el tiempo de forma absoluta», ha anunciado la magistrada. "No somos infalibles, pero presiones ninguna. Nos vamos a tomar todo el tiempo para actuar con serenidad y sosiego. Se merecen una actuación profesional parte del tribunal y la van a tener. Somos terceros sin ningún otro interés en esta causa", ha sentenciado.