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En Vigo no dan por seguro su regreso

El rey emérito valora no volver en junio a Sanxenxo tras el rapapolvo de Zarzuela y el Gobierno

Fuentes conocedoras de sus movimientos y su círculo gallego aseguran a este diario que Juan Carlos I "no viene este mes" a participar en otras regatas | El malestar en Zarzuela y en Moncloa por la forma en que se desarrolló su primera visita está en el fondo de la decisión

El Rey Emérito no volverá a Sanxenxo por el momento

El Rey Emérito no volverá a Sanxenxo por el momento. Agencia ATLAS | Foto: EFE

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El Rey Emérito no volverá a Sanxenxo por el momento. Marisol Hernández

La segunda visita del rey emérito a España, en apenas unas semanas, tras su mediático retorno para participar en unas regatas en Sanxenxo (Pontevedra) está en el aire. Juan Carlos I no confirma su regreso este mes de junio, como se había anunciado, después del rapapolvo que, en privado y en público, recibió de Zarzuela y del Gobierno. Fuentes conocedoras de sus movimientos y de los contactos con su círculo gallego aseguran a El Periódico de España que el anterior monarca "no viene este mes" a nuestro país. 

Esta es la información que en su entorno maneja en estos momentos, a solo unos días de que deba volver a España para entre el 10 y el 18 de junio, participar en el Campeonato del Mundo de Vela de la clase 6 Metros y defender el título de campeón del mundo logrado en 2019 con su barco 'Bribón'. Tras archivarse en la Fiscalía del Tribunal Supremo las investigaciones sobre el origen de su fortuna opaca, por prescripción de los posibles delitos o por su condición de inviolable, la Casa del Rey autorizó su vuelta después de arduas negociaciones, en las que Juan Carlos I se comprometió a llevar una vida discreta y a no alojarse ni en la Zarzuela ni en ningún inmueble Patrimonio Nacional o del Estado. 

El acuerdo -disfrazado como una carta que el emérito envió a Felipe VI- se hizo público el pasado 7 de marzo. Pero su primer viaje, salvo que se alojó en casa de su amigo Pedro Campos, empresario y presidente del Club Náutico de Sanxenxo, no cumplió con las condiciones pactadas, sobre todo el punto de que sus visitas se desarrollarán con la "mayor privacidad posible".

Aterrizó en Vigo el 19 de mayo y voló de nuevo desde Madrid a Abu Dabi, donde llevaba expatriado casi dos años, el 23, en un avión privado, que se desconoce quién ha pagado. Todo a su alrededor fue celebración y jolgorio, incluido el hecho de que el evento elegido para su vuelta fuera algo corriente en la vida de cualquier ciudadano como unas regatas. Ese lunes, antes de partir, visitó la Zarzuela, donde permaneció 11 horas.

EFE

Apercibido en Zarzuela

Según el comunicado que ese día difundió la Casa del Rey, durante esa jornada mantuvo "un tiempo amplio de conversación" con Felipe VI sobre "distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española", desde que el emérito reside fuera de España. La traducción de esas palabras es que ambos hablaron de la erosión que los escándalos del anterior rey provocan en la Monarquía y de la manera en que deben producirse sus visitas. El propio texto de Zarzuela recalcaba, sin venir a cuento, su voluntad de "privacidad" copiando ese párrafo de la misiva de marzo. 

Un apercibimiento en todo la regla que explica que no vaya a regresar este mes de junio para las regatas, según las fuentes consultadas por este diario. Esa reunión es la clave para comprender por qué no vuelve en los mismos términos de hace dos semanas. A esa presión, ejercida desde La Zarzuela, se unen las críticas públicas del Gobierno, que no escondió su malestar por el modo en que se desarrolló su estancia. Por incumplir el compromiso de ser discreto: "Él mismo dijo que iba a volver a España sabiendo que debía trabajar para facilitar la tarea de Felipe VI y que por eso hablaba de privacidad", dijo la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez. Y por todos los detalles alrededor de la visita, como el avión privado, facilitado, posiblemente, por el jeque emir Mohamed bin Zayed, presidente de los Emiratos Árabes Unidos y que le acoge en Abu Dabi, en los que, apuntó, "podría haber sido mucho más cuidadoso". 

El rey emérito Juan Carlos I a su llegada este viernes a las instalaciones del Real Club Náutico de Sanxenxo (RCNS). EFE

El enojo del Gobierno fue mayúsculo y en privado los ministros se mostraron tremendamente críticos, hasta el punto de temer que Juan Carlos I vaya por libre y siga "incontrolado", pese al largo encuentro que tuvo con el Rey. Aunque en el Ejecutivo daban por hecho que Felipe VI habría intentado acordar con su padre pasar más desapercibido en su siguiente visita, creían que éste no lo acatará. En todo caso asumían que esto "depende más de Casa Real que de nadie".

Esa sensación de falta de control permanece en La Moncloa, pero más allá de sus reproches o de sus deseos, asumen que la única persona con capacidad para que el anterior monarca no actúe en detrimento de la institución es Felipe VI, cuya voluntad sería ahora definitiva para conducir los próximos viajes de su padre, en el momento en que estos vuelvan a producirse. No obstante, esa certeza no impidió que el PSOE, en línea con sus críticas al primer viaje de Juan Carlos I a España apoyara en el Senado, sólo unos días después de su marcha, una proposición de ley de ERC y de EH Bildu para modificar el Código Penal y despenalizar las injurias a la Corona y los ultrajes a España, que ahora se debatirá en el Congreso.

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