España acoge este martes y miércoles la única visita de Estado programada para todo 2022: la del emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani. Un evento al que el Gobierno y la Zarzuela conceden gran relevancia por el trasfondo económico del viaje: aumento de las inversiones y también aumento del suministro de gas del país árabe, segundo exportador mundial tras Estados Unidos.

El jefe del Estado catarí aterrizó en España el lunes, pero este martes arrancaron los actos oficiales con los honores en la plaza de la Armería del Palacio Real, el lugar en el que, ya de noche, los reyes Felipe VI y Letizia ofrecieron a sus huéspedes, el emir y la primera de sus tres esposas, la jequesa Jawaher bint Hamad bin Suhaim Al Thani. La visita de Estado (esto es, al máximo nivel), y de dos días, preparada desde finales del año pasado, coincide con el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países. Además, con esta visita se eleva el rango de los lazos entre España y Catar: pasa al nivel de asociación estratégica —o sea, un marco de diálogo político más estructurado—, como quedará reflejado en la declaración conjunta que los dos gobiernos suscribirán este miércoles y en los 12 acuerdos de diverso tipo que firmarán ambas partes. Con este salto, España pasa a un selecto y estrecho club de países con los que Catar mantiene esta alianza, entre los que se encuentran Estados Unidos, Francia, Italia, Japón o China.

El acuerdo más importante de los que se firman este miércoles es el de colaboración entre el fondo soberano catarí QIA —uno de los más importantes del mundo, de mayor solidez, y con activos por valor de 450.000 millones de euros, informa EFE— y la sociedad público-privada Cofides para "identificar oportunidades de inversión alineadas con el plan de recuperación" español.

El emir justifica las inversiones por la solidez de la economía española. Catar, subraya, "es uno de los mayores inversores árabes en España"

Ya en la cena de gala que los Reyes le ofrecieron a él y a su esposa, y a la que asistió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el emir anunció que su país va a aumentar en 4.720 millones de euros (5.000 millones de dólares) las inversiones del país árabe en España en los próximos años por la confianza que tiene en la "solidez" de la economía española, informa EFE. Esos 5.000 millones "tendrán un valor añadido a nuestras exitosas inversiones ya existentes en España, teniendo en cuenta que Catar es considerado uno de los mayores inversores árabes en España", aseveró Al Thani. El jeque no adelantó dónde se ejecutarán las inversiones, aunque sí destacó la "profunda amistad" que une a su país con España y la cooperación que ha habido entre las dos naciones en los últimos años en áreas como la energía. Según indicaban este martes fuentes gubernamentales, Catar quiere aumentar sus inversiones en áreas como la transición ecológica y digital, y España "ofrece una hoja de ruta clara y oportunidades muy interesantes".

Mayor producción

El Gobierno está por tanto vivamente interesado en afianzar sus relaciones, a todos los niveles, con el pequeño país del Golfo Pérsico (organizador, por cierto, del Mundial de fútbol 2022), el que tiene la renta per cápita más alta del mundo y el que es el segundo exportador de gas mundial tras Estados Unidos, precisamente en un momento clave por la guerra de Ucrania, que ha agravado la crisis energética y encendido todas las alarmas por la dependencia, en buena parte de Europa, del gas ruso. Catar, que tiene una capacidad de producción actual de 77 millones de toneladas métricas de gas, tiene intención de llegar hasta los 110 millones de toneladas en 2024.

El país del Golfo fue hasta 2019 el segundo proveedor de gas natural a España, empatado con Nigeria y por detrás de Argelia, y luego con la pandemia bajó tres puestos

España es el 15º proveedor de Catar, el quinto a nivel europeo, y el vigésimo cliente del emirato, el quinto también a nivel europeo. Según el Ejecutivo, fue hasta 2019 el segundo proveedor de gas natural a España, empatado con Nigeria y por detrás de Argelia, y representó el 11,4% del total de importaciones gasísticas. Sin embargo, esas compras descendieron en 2020 y 2021, años atípicos por la pandemia, y se situó como quinto proveedor para nuestro país. La relación comercial estaba en unos 1.200 millones de euros, básicamente por las exportaciones cataríes a España (unos 900 millones), y menos por las exportaciones españolas (por valor de unos 400 millones), así que el Gobierno entiende que ese desequilibrio "se tiene que reducir". Y también defiende que ha de consolidar esas "magníficas relaciones" con Catar porque otros países europeos están acercándose al país árabe para garantizarse el suministro de gas.

Es decir, con la asociación estratégica, las posibilidades de que aumenten los flujos de inversión "se multiplican exponencialmente". Además, a España le interesa aumentar la importación de gas catarí (aunque nuestra dependencia de Rusia sea muy poco relevante) y que el mix esté diversificado, para no estar sujetos a un solo país.

Además, se quiere que esa relación alcance "todas las esferas de la acción política", dada la relevancia creciente de Catar en el tablero internacional, como ocurrió con la evacuación de Afganistán, a finales del verano pasado. La visita de Estado, señalan en la Moncloa, llevaba en realidad "años pendiente". Porque el actual emir lo es desde 2013 y desde entonces "se ha venido pensando" en ese viaje. Se intentó con anterioridad, pero fue imposible por la pandemia, y al final se localizó la oportunidad a finales del año pasado, antes del estallido de la guerra en Ucrania, para "impulsar la relación bilateral a todos los niveles".

Alfombra roja

El emir y la jequesa fueron recibidos este martes por la mañana por los Reyes en el Palacio Real. Estos luego les ofrecieron un almuerzo en la Zarzuela y luego la cena de gala en el Palacio Real. Felipe VI y Al Thani mantuvieron una reunión de trabajo, y antes el emir recibió las llaves de oro de la ciudad de manos de su alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y visitó el Senado, donde le acogieron el presidente de la Cámara alta, Ander Gil, y la jefa del Congreso, Meritxell Batet. Además, completó su primera jornada de trabajo con una visita al hipódromo de la Zarzuela de Madrid, para presenciar una carrera de caballos de exhibición.

El Gobierno apunta que la buena relación con su socio le permite hablar también de la situación de los derechos humanos y recuerda que se han producido algunos "avances"

Este miércoles, Sánchez participa en la inauguración del foro empresarial España-Catar, en la sede de la CEOE, al que también asiste la ministra de Industria, Reyes Maroto. Luego, el presidente recibe al emir en la Moncloa. A las 13.15 horas está prevista allí la firma de acuerdos. La visita de Estado concluirá con el almuerzo a Al Thani ofrecido por Sánchez en su palacio gubernamental, comida a la que asisten también la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y los titulares de Industria y Agricultura.

¿Dónde queda la defensa de los derechos humanos? En el Ejecutivo defienden que el tener "buenas relaciones" con el país árabe "permite hablar de todos los temas, también de este, que está recogido "en la declaración conjunta". Desde la Moncloa destacan que Catar ha protagonizado "algunos avances como aquellos en materia laboral saludados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)". "Queda camino por recorrer, pero no tenemos problema en planteárselo a un socio como Catar". En el Gobierno recuerdan que el alto representante de la UE, el español Josep Borrell, hizo una visita al país y se puso en marcha un diálogo sobre derechos humanos.