La confluencia andaluza ha nacido tocada de muerte y va a ser muy complicado que salga indemne del precipicio político al que se dirige a pocas semanas de que arranque la campaña electoral en la comunidad. Podemos renuncia, de momento, a presentar candidatura en solitario para las elecciones andaluzas del 19 de junio, pero fía su presencia en la coalición Por Andalucía a que el resto de partidos de la alianza cumplan el acuerdo político alcanzado el viernes in extremis, algo a lo que Izquierda Unida y el resto de fuerzas ya han cerrado la puerta.

Este acuerdo político, que fija un reparto de puestos de salida y de recursos económicos entre Podemos e IU al 60/40, no tiene carácter legal, puesto que en el registro se inscribió la coalición sólo con IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz (IPA), al no llegar a tiempo la firma de Podemos. 

En una reunión celebrada este lunes tarde, IU trasladó la necesidad de reformular el pacto político para dar cabida a las formaciones restantes, que también se situaron en esta opción. Alegó que es necesario actualizar las condiciones porque, entre otras cosas, el reparto de recursos económicos, al no tener soporte legal la presencia de Podemos en la coalición, es jurídicamente imposible y no sortearía el control de la Cámara de Cuentas. IU tiene el respaldo total de Más País, Equo e Iniciativa.

Podemos insiste en que ese acuerdo político tiene validez y acusa a IU de no tener voluntad y querer enmarañarlo todo. Aseguran sentirse traicionados y señalan que renunciaron al candidato Juan Antonio Delgado a cambio de un pacto que ahora la otra parte no reconoce. Los morados han lanzado un órdago al resto de partidos, y han defendido en las últimas horas su intención de registrar las listas este miércoles 11 de mayo, día en que se abre el plazo de registro (culmina el 16) y el mismo día en que se presentará la coalición Por Andalucía en un acto por la mañana en Sevilla. Una forma de acelerar la negociación

Mientras los morados se esfuerzan en dar por hecho que ese pacto político está blindado y que sólo hay que buscar mecanismos para materializarlo, algunas fuerzas que integran la coalición consideran que los términos de la alianza deberán ser "renegociados". "Ese acuerdo donde Podemos obtenía el 60% de los recursos e IU el 40% expiró a medianoche del viernes", destacan estas fuentes. Consideran ese pacto político con condiciones “leoninas” un ultimátum de Podemos que IU aceptó “por responsabilidad” pero que, al no haber tenido traslado legal, creen que es “papel mojado”.

“Ese acuerdo no está en vigor”. "No vamos a asumir un acuerdo entre dos partidos cuando hay seis", señalan otras voces. Esas posturas abocan a una segunda negociación que se prevé dura, teniendo en cuenta el clima de desconfianza y las fuertes tensiones de los últimos días, donde los dos partidos mayoritarios se responsabilizaban mutuamente del fallo a la hora de registrar la coalición. Podemos dice que no hay nada que renegociar.

Fórmulas posibles

Una vez confirmada su exclusión por la Junta Electoral de Andalucía, todas las fuerzas estudian ahora las fórmulas posibles para darle al acuerdo un funcionamiento efectivo. Este lunes encargaron al equipo jurídico un informe para dotar de legalidad cualquier encaje de Podemos. Una vez listo, deberá estudiar la Mesa de partidos formado por los portavoces de las seis fuerzas.

La negociación, de aquí al 16 de mayo, cuando acaba el plazo para inscribir las listas y para que Podemos pueda concurrir en solitario, va a ser una encrucijada, otra, para una izquierda que llega ya tocada de muerte y cuyas relaciones son muy tensas tras la pifia legal con el registro de la coalición. “Ahora mismo, nada es descartable”, aseguran fuentes de la coalición.

Desde Andalucía, los distintos grupos políticos de la izquierda en Por Andalucía cierran filas con Izquierda Unida y advierten de que “el problema de Podemos es que negocia desde Madrid”, según fuentes de la confluencia. Acusan a la cúpula de los morados de no tener en cuenta la representación real y la fuerza que tiene en estos momentos en la comunidad, con un partido deshecho tras la salida de Teresa Rodríguez y unos círculos casi desaparecidos.

“Podemos tiene su marca, pero no es consciente de que en Andalucía no mandan”, señalan fuentes de Más País. Podemos actúa en diálogo independiente con Izquierda Unida, como si continuara funcionando solo Unidas Podemos, mientras que el resto de actores recuerdan que esto es un ‘reseteo’ de toda la izquierda, que toca negociar desde cero y que esto es algo nuevo en la línea del proyecto político que quiere liderar Yolanda Díaz.

El pulso a la vicepresidenta, la toma de posiciones hacia las generales o la resistencia de Podemos a diluir su marca, contaminan la negociación andaluza. Con todo, desde Podemos admiten que no quieren romper ni ir en solitario, de momento, porque supondría matar el proyecto de Yolanda Díaz antes de que nazca aunque a la vez preparan el terreno para que esto ocurra. Romper Unidas Podemos tendría consecuencias en la convivencia de la coalición del Gobierno, ya frágil en su mayoría parlamentaria. La convivencia de las ministras de Podemos con Alberto Garzón y Yolanda Díaz sería aún más complicada que en la actualidad. Además, la fuerza morada no tiene garantías de obtener representación si van en solitario en Andalucía. Pensar ahora mismo que Podemos vaya por su cuenta es “una locura”, admiten fuentes de la izquierda.

Candidaturas y fondos

El reparto de puestos en las listas es fácilmente subsanable y los dirigentes de Podemos prevén integrarse en las listas electorales como independientes, respetando el reparto alcanzado, por el que los morados encabezarían las listas por Cádiz -donde iría el guardia civil Juan Antonio Delgado-, Córdoba, Huelva y Granada, mientras IU lo hace por Málaga, Jaén y Almería y Más País por Sevilla. 

Más allá de las candidaturas, lo más difícil será dar encaje al acuerdo económico, por el que Podemos e IU se reparten los fondos de la coalición, en proporción de 60% el primero y 40% el segundo, dejando fuera a los partidos minoritarios. Unas condiciones "leoninas" que Podemos propuso a última hora, según fuentes próximas a la negociación, y que ahora deberán ser "revisadas" para reequilibrarse en favor del resto de formaciones.

Desde el partido morado consideran que en Andalucía son la "fuerza mayoritaria" de la izquierda, pero la realidad es que Izquierda Unida cuenta con centenares de concejales y decenas de alcaldes, frente a la escasa implantación de Podemos en la arena andaluza, donde perdieron a todos sus diputados y a gran parte de su militancia tras la ruptura con Teresa Rodríguez, ahora líder de Adelante Andalucía. De las 64 alcaldías, 63 son de IU, de los 1.170 concejales, 1.055 son de IU. Desde Más País Andalucía piden que "Podemos asuma la realidad" y advierten de que "el acuerdo expiró a medianoche del viernes, cuando se acabó el plazo de registro".

Ahora los morados deberán volver a revisar las condiciones de la coalición con el resto de partidos, y no sólo con IU. En los últimos días, en Podemos han defendido que con su acuerdo han evitado "la ruptura de Unidas Podemos", en referencia a la alianza estratégica que se firmó hace ahora seis años con Izquierda Unida para concurrir a las elecciones generales de 2016. Durante las negociaciones, ya se vio su intención de orillar al resto de actores, manteniendo el canal abierto únicamente con Izquierda Unida, evitando cualquier referencia a Más País Andalucía e incluso sugiriendo su salida del acuerdo, según admiten fuentes próximas a este diario.

El próximo lunes es el último día para registrar las candidaturas, y para entonces deberá existir un nuevo pacto que, esta vez sí, deberá contar con el visto bueno de las seis formaciones que lo conforman. En las últimas horas, todos los partidos han mostrado su buena predisposición a dar cabida a Podemos y a llegar a un acuerdo que evite la fractura del espacio, pero la negativa de Podemos a aceptar otros repartos que los acordados el viernes que podría reavivar la amenaza de ruptura.