El Gobierno aprobará el próximo viernes en un Consejo de Ministros extraordinario el real decreto con el que establecerá un precio máximo al gas que se utiliza para producir electricidad para conseguir bajar la luz, según confirman a El Periódico de España fuentes de gubernamentales. El objetivo inicial era haber aprobado la medida en el Consejo de Ministros de este martes, y el lunes por la noche desde el Ministerio para la Transición Ecológica aún se daba posible, pero se siguen ajustando los últimos detalles técnicos aún pendientes y la aprobación se retrasa hasta final de semana.

La Comisión Europea dio este lunes una aprobación preliminar al plan de España y Portugal de poner durante un año un tope al precio del gas y del carbón que se utilizan para producir electricidad de 50 euros por megavatio hora (MWh) de media para conseguir rebajar el precio de la luz. Con ese tope el precio de la luz en el mercado mayorista se quedará como máximo entre los 140 y los 150 euros por MWh, frente a los más de 200 euros que marca en las últimas semanas o el récord de 545 euros a principios de marzo. Bruselas aún debe dar el ok definitivo una vez conozca los decretos aprobados por los Gobiernos ibéricos. 

El Gobierno español pretendía aprobarla esta semana en Consejo de Ministros, pero se esgrime que aún quedan detalles técnicos por perfilar y confía en poder arrancar el nuevo sistema de precios a cuanto antes, para que los efectos de recorte del precio del recibo de luz se note ya en la factura de mayo.

La Unión Europea ha reconocido la “excepción ibérica” que supone que España y Portugal cuentan con un mayor peso de las renovables en su producción eléctrica y menos interconexiones con el resto del continente, y permitirá a ambos países tomar medidas excepcionales y que no seguirán el resto de países miembros. Pero Bruselas aún debe controlar que la medida aprobada por los Gobiernos ibéricos no rebasa los límites marcados para evitar infringir las normativas comunitarias. 

Con este límite de 50 euros por MWh de media (en un primer momento el mecanismo arrancará con un tope de 40 euros por MWh) para el gas se busca rebajar la la luz en el mercado mayorista, cuya evolución impacta directamente en la factura de cerca del 40% de los clientes domésticos -los 10 millones que tienen contratada la tarifa regulada- y al 70% de clientes industriales que compran directamente la electricidad en este mercado. El Gobierno calcula que estos pequeños clientes y estas industrias se verán beneficiados con una rebaja de su factura final de un 30%.

El Gobierno español pretendía aprobarla esta semana en Consejo de Ministros, pero se esgrime que aún quedan detalles técnicos por perfilar y confía en poder arrancar el nuevo sistema de precios a cuanto antes, para que los efectos de recorte del precio del recibo de luz se note ya en la factura de mayo. No obstante, algunos aspectos técnicos del mecanismo no se podrán aplicar de manera inmediata y deberán entrar en vigor de manera progresiva mientras se adapta el funcionamiento del sistema eléctrico.

La Unión Europea ha reconocido la “excepción ibérica” que supone que España y Portugal cuentan con un mayor peso de las renovables en su producción eléctrica y menos interconexiones con el resto del continente, y permitirá a ambos países tomar medidas excepcionales y que no seguirán el resto de países miembros. Pero Bruselas aún debe controlar que la medida aprobada por los Gobiernos ibéricos no rebasa los límites marcados para evitar infringir las normativas comunitarias.